~ ONE SHOT ~ Lando Norris

XXII

Lando

Iba caminando por el pit line de Mónaco mientras revisaba mí celular, hasta que choque con alguien.

-Deberias mirar por dónde vas -dijo una voz realmente conocida.

-Y tu no deberías ponerte en mí camino -le digo en un tono juguetón, nos miramos serios y luego reímos -¿Todo bien, Smooth Operator?

Carlos sonrió.

-Sí, todo bien.

Comenzamos a caminar hablando de cosas al azar y sobre lo que haríamos la noche del domingo.

Hasta que la vi.

Ella estaba apoyada en la baranda que daba con la parte inferior de la pista. Estaba mirando la zona de la pista como si fuera lo más interesante del mundo.

Puse la mano en el pecho de Carlos haciendo que frenara la marcha.

Él siguió mí miraba y vio a la chica de pelo negro. De pronto fue como si solo ella existiera, la mujer más hermosa del mundo, esa era ella. Llevaba unas gafas de sol que tapaban sus ojos, pero les apuesto a que, como ella, eran hermosos.

-Es... La mujer más hermosa...

-¿Y esa quién es? -preguntá sin el menor interés, ¿Acaso él no la ve?

-Ni la menor idea, pero... Me tengo que acercar a ella.

Sin que él pueda llegar a detenerme (cosa que lo creo incapaz, ya que, a él le encantaría verme ser rechazado). Me acerqué a ella y me pose a un lado en la baranda.

-Hola.

Ella ni siquiera me mira.

Golpe bajo Lando, sigue así.

-Lo siento, pero...

Y ella se da cuenta de mí presencia, entonces gira hacia mí y se me queda viendo. Pero no responde.

¿Qué pasa? Dí "hola" al menos.

-Yo...

Y acá es donde me pongo nervioso. Paso mis manos por mis pantalones y la miro.

-Yo podría... ¿Me puedes dar tu número? Me gustaría conocerte más...

Ella reacciona, sacándose los lentes.

Y si chicos, los más hermosos ojos negros que he visto en mí vida.

Entonces mira a un lado y al otro, en busca de algo o alguien. Y cuando lo encuentra tira del buzo del chico y lo pone delante de ella.

-Aixa, ¿Qué... Oh... Hola

Dice el chico pelinegro. Entonces ella aparece a un costado y hace señas con las manos.

-Yo haré de traductor -dice el chico mirándome. -Dime lo que tengas que decir y yo se lo traduzco. Y viceversa.

-¿Por qué ella no puede hablar?

-Es sorda, su nombre es Aixa. Y yo soy su hermano, Francisco.

Mierda. ¿Y ahora?.

-¿Puedes... Decirle que me parece la mujer más hermosa?

El hermano me miro mal, pero mal, como si me fuera a matar, pero aún así tradujo, Aixa sonrió y se sonrojo.

-Y también que quiero conocerla más.

Él hizo más señas y luego ella, con una sonrisa tímida me dio su número.

Volví hacia Carlos y me pare a su lado.