VII

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Especial vigésimo cuarto aniversario.

13-11-2023

Desperté antes que mí novio, tenía todo planeado para el día de hoy. No hay forma de que se me arruinen los planes que tengo para nosotros.

Me levanté rápido, se que él no se despierta temprano, y menos hoy que es su cumpleaños. Hice el desayuno y lo coloqué en una pequeña mesa para llevarlo hacia nuestra habitación.

Me subí en la cama hundiendo el colchón con mí peso, dejé la mesa en la cama y me acerqué a él que permanecía durmiendo.

Me acerqué y besé sus mejillas, una leve sonrisa apareció en sus labios, supe que estaba despierto de inmediato.

- Buenos días - Dije mientras rozaba nuestras narices suavemente.

Una de sus manos me sostuvo de la cintura sin apretar, la otra se puso en mí mejilla y con sus pestañas abiertas me miro, un brillo especial reinaba sobre sus ojos. Me acercó con ayuda de su mano en mí mejilla y me dió un beso suave y prolongado.

- Buenos días - Dijo ahora sobre mis labios, me abrazó de la cintura y me tiró encima de él, mientras que escondía su cara en la curva de mí cuello.

- Feliz cumpleaños - Dije mientras acariciaba su pelo con mis dedos.

- Gracias. ¿Podremos quedarnos así el resto del día? - Sonreí.

- No, los chicos de McLaren tienen una sorpresa para ti, más de una de hecho - Dije mientras daba un pequeño beso en su cabeza.

- Mmm - Ronroneó - ¿Qué será?

- No lo se... Bueno en realidad si se, pero no te voy a decir, por otro lado, el vuelo hacia Las Vegas es cerca de las dos de la tarde.

- ¿Podré jugar contigo? - Dijo en un tono pícaro.

- Sabes que no debemos ir a los casinos, ¿Verdad?

- ¿Y quién dijo que iríamos a un casino? - Dijo dando un mordisco juguetón a mí cuello.

Me sonroje y reí nerviosa.

- Atrevido.

- Con vos, siempre.

Me separé y le dí un beso en la mejilla, ellas tenían un leve sonrojo.

- ¿Sonrojado? - Pregunté mirando sus ojos.

- A causa de mis pensamientos pecaminosos.

Su voz demostraba seguridad, pero su rostro demostraba timidez, algo que me encantaba de él.

Me separé de él para apoyarme sobre mis pantorrillas, atraje el desayuno hacia nosotros y sus ojos brillaron.

- Si me seguís consintiendo así no te voy a dejar ir nunca.

Sonreí tímida al escucharlo, mí estómago dió un vuelco y mariposas que nunca se iban comenzaron a arremolinarse en mí barriga.

- ¿Quién dijo que intentaría irme? - Pregunté.

Él sonrió abiertamente.

~ ONE SHOT ~ Lando Norris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora