~ ONE SHOT ~ Lando Norris

XVII (Capítulo III)

Mes y medio despues.

Miraba mí regazo mientras calmaba mis nervios en una sala donde había montón de pacientes, me había sentido mal los últimos días y había ido a hacer una revisión, el doctor miraba unos papeles con el ceño fruncido haciendo que me pusiera más nerviosa.

-¿Pasa algo, doctor? -pregunte cautelosa.

-Señorita, ¿Puede pasar a mí oficina?

-Claro

Me levanté con torpeza y camine detrás del médico.

Creo que de todos los resultados, no esperaba ese.

***

-¿Vamos al gran premio de la fórmula 1?

La voz de mí mejor amiga sonó en el lugar mientras yo miraba un punto fijo.

-Claro, ¿Por qué no?

Contesté con una sonrisa que no llegaba a ser radiante. Nada de mí era radiante desde hace un día.

A ella se le borró la sonrisa y se subió conmigo a la cama.

-¿Pasa algo?

-No no, es solo que... No es nada.

-Oh, cariño, parece ser mucho, estás apagada. Juro que si se debe a ese tal Lando tuyo, lo mato.

Una sonrisa opacada por el miedo que abundaba en mí ser se formó en mis labios.

"Cáncer" la palabra resonaba una y otra y otra vez. "Cáncer" "cáncer" "terminal" "cáncer terminal"

-Vamos, dime qué pasa, juro apoyarte en lo que sea.

La mire con los ojos llenos de lágrimas y me levanté del colchón, camine arrastrando los pies hacia mí cómoda y saque un papel. "Informe médico".

Se lo entregue y me deje caer sobre la colcha de mí cama con un montón de lágrimas saliendo de mis ojos.

Minutos después ella rompió en llanto y se tiró a abrazarme.

-No... No, no, no, no, ¿Por qué?

La rodee con los brazos y la apreté fuerte consolando sus lágrimas.

-Al parecer lo contraje hace años... Pero como no hacía ninguna revisión, paso inadvertido. Está en la etapa final... Me quedan seis meses.

Ella lloraba a más no poder y se abrazaba a mí como si fuera a desaparecer. Y tal vez lo haría.

Dentro de solo seis meses mí corazón dejaría de latir.

Dentro de seis meses todo dejaría de existir para mí.

Dentro de seis meses, no estaré viva.

***

-¿Todo listo? -la voz más apagada de Alessa se había hecho rutina desde hace una semana. Ya no era la misma conmigo.

-Todo listo -finalice con una sonrisa mientras caminaba hacia el salón con un precioso vestido corto de color blanco.

-Te ves hermosa.

-Gracias.

¿Lando? Lando... A él no le había podido decir nada, él había desaparecido este fin de semana y como eso solo hacia que habláramos por mensaje... No le iba a decir que iba a morir por mensaje.

-Va a llover, lleva paraguas.

Hoy era domingo, y Alessa había conseguido entradas al paddock de la carrera de F1 que se hacía este fin de semana.