XX

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Hola bellos.
Miren, ya llegamos a los 20 capítulos (en realidad hay 23)

***

Lando

Mientras manejo por las calles desoladas de Mónaco, me acomodo en el asiento de mí McLaren. Hace tiempo que no salía a dar un vuelta como esta.

Veo a algunas personas saliendo de sus casas para ir a discotecas, junto con sus amigos, o saliendo de restaurantes elegantes y llamativos. Otros, como yo, que se pasean por las calles con sus autos, con canciones sonando desde las radios.

"You Don't Own Me" suena en la mía. El volúmen es agradable, ni muy alto ni muy bajo.

Me relajo y doblo en la famosa curva de Mónaco, la del famoso hotel Hairpin, cuando miro el espejo retrovisor al notar la luz de un vehículo, veo una moto que viene detrás.

Vuelvo mi vista hacia la la parte inferior de la curva y avanzo por la calle. La moto me sigue de cerca.

Termino saliendo a una carretera que va hasta la frontera, entonces aceleró de inmediato dejando la moto atrás. Mí pelo se sacude por el viento y cierro los ojos aspirando el aire fresco.

Miro por el retrovisor y veo la moto acercarse. Se pone a mí lado y... La mujer... Que desde arriba, me pinta el dedo y con una risa, que desde mí auto escucho, acelera dejándome atrás en menos de dos segundos.

Okey... Eso no me lo esperaba.

Pero no vengo aquí para escapar de la policía.

¿O si?

Tienen cámaras por toda la carretera.

Necesito ir a Autobahn.

Me relajo y mantengo mí velocidad hasta que llegó a una bajada, aprovecho y la tomo, quiero ir a la playa.

Antes de estacionar me fijo que hay un par de motos estacionadas, sin prestar más atención, me bajo del auto y camino relajadamente por el piso de madera y luego, antes de entrar en la arena, me quito mis zapatillas y me las llevo.

Cuando la arena tibia choca con mis pies suspiro.

—Nada mejor que la luna y el agua oscura... Aunque no sepas lo que hay abajo —comento lo último con un poco de pánico, pero sin subir mucho la voz.

Camino arrastrando los pies y me dejo caer sobre la arena cerrando los ojos.

Que sensación más hermosa, esa de que seguro que cuando te levantes, tres kilos de arena caigan como si te los hubieran pegado a la fuerza.

(Que se note el sarcasmo)

Miro el cielo, viendo las hermosas estrellas. ¿Saben que hace hermosas a las estrellas? ¿No? Yo tampoco.

—¡Vete a la mierda! —dice una vocecita.

Ya sé que no dio gracia pero no para que ustedes me dig-...

—¡Espera, Lou!

Oh... No fueron ustedes.

~ ONE SHOT ~ Lando Norris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora