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Dedicado a coquita7 ❤️

«Nunca olvidas el rostro de la primera persona que matas»

Cayla

Faltaban dos días para el último juego y la tensión entre todos era evidente. En especial entre Astra y Cassian, quienes ahora no podían ni siquiera estar en un mismo lugar juntos. Sea lo que hubiera pasado la tarde de las visitas familiares, arruinó hasta sus ganas de aparentar que eran pareja frente a la televisión.

Incluso, se habían pedido salas de entrenamiento separadas. Por mi parte, elegí compartir salón con Cassian, no porque no quisiera mostrarme más cercana con Astra, sino porque con Cassian no tendría que preguntarle qué le sucedía. Él era reservado, y si algo le afectaba, no había manera de que hablara de ello. Considerando que debía concentrarme en el último juego, eso era lo que necesitaba. Silencio.

Por orden de Maddox, ese día me tocaba entrenamiento cuerpo a cuerpo con robots. Hubiera preferido entrenar con él porque solía decirme cómo mejorar, pero él parecía más concentrado en el entrenamiento de Astra. No entendía por qué. Ni el motivo por el cual él, de forma muy evidente, la había adoptado como su pupila. Las preferencias eran evidentes.

El robot me tumbó y decidí quedarme acostada en el suelo. Luego de días de entrenamiento tan fuerte, apenas podía caminar.

—Eres demasiado predecible —soltó Cassian, a varios metros de mí—. Ellos analizan tus movimientos para anticiparlos, y hasta yo mismo veo que tienes un patrón para golpear.

Giré mi rostro con pereza para verlo. Eran las primeras palabras que le escuchaba pronunciar en todo el día. Se veía tan triste, que no pude evitar sentirme mal también.

Me puse de pie y busqué un par de guantes de boxeo. Cassian se encontraba frente a un saco de arena, dándole golpes desde la mañana. Sus brazos eran tan delgados que me pregunté si de verdad tendría suficiente fuerza para noquear a alguien.

—Pelea conmigo —le dije, sosteniendo media sonrisa—. Y no me mires así. Los dos somos malísimos en el cuerpo a cuerpo, así que veamos cuál es peor.

Accedió sin palabras y lo que empezó como una pelea para distraernos, terminó en un combate real, dado que los dos éramos bastante competitivos. Después de una hora en la que terminamos sudados y agotados, lo invité a dar una vuelta fuera de aquella sala. Caminamos por los jardines de la sede, donde otros participantes también estaban tomando un descanso, hasta que llegamos al gazebo donde solíamos tener nuestras conversaciones privadas.

Me senté en el suelo y él imitó mi gesto. Pasamos en silencio un rato más, hasta que, para mi sorpresa, fue él quien decidió hablar.

—¿Qué acuerdo tienes con Connektd?

Torcí los labios. Era evidente que ni él ni Astra dejarían ir el tema, no después de lo que pasó durante el Baile del Gobernador. Era iluso de mi parte pensar que en algún momento podrían olvidarlo.

—No me van a hacer ganar esta edición de Arcadis, si es lo que suponías.

—Espero que al menos vayas a ganar dinero, porque eso de matar gente sin recibir algo a cambio, es estúpido.

—Hay cosas que valen más que el dinero.

—¿Por qué lo estás haciendo? ¿Cómo llegaste a ellos?

Había algo en su tono de voz que me invitaba a creer que no preguntaba por juzgar. Podría jurar que Cassian parecía... interesado.

—Ellos llegaron a mí —admití.

Arcadis: El juego ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora