Arcadis: El juego ©

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Hoy hay doble actualización, espero que disfruten los capítulos, y les agradecería mucho si puedan votar y comentar. Se ganarían (más) mi corazón  ❤️

Dedicado a laylagil ❤️ 

«Pensar en las jugadas grandes»

Astra

La primera vez que tuve una sensación de blackout fue cuando me enteré de que mi papá había muerto. Sé que grité y golpeé cosas en mi casa, pero no recuerdo haberle enviado a mi cuerpo la orden de hacerlo, fue solo una reacción. Volví a ser consciente de mí misma minutos después.

Lo mismo sucedió al darme cuenta de que había perdido a Zaid. Antes de los juegos, no habíamos sido tan cercanos, pero se convirtió en alguien en quien fue muy fácil depositar cariño. Lo sentía más cercano que a Cayla, por ejemplo. Además, teníamos —o habíamos tenido— una vida y amistades en común, un trabajo en el que coincidíamos todos los días, metas compartidas, y hasta habíamos vivido Arcadis juntos. No habíamos sido mejores amigos, pero una parte de mí había creído que al volver a South Rednett podríamos serlo.

Me di cuenta de que eso ya no sería posible y de que él jamás volvería a casa. Peor: ni siquiera sabía si él tenía una familia a la cual regresar. Eso quería decir que no lo conocía tanto. Entonces, ¿por qué me destruyó ver cómo moría?

En esta ocasión, no pasé minutos sin ser consciente de mi cuerpo. Podía sentir los brazos de Cassian a mi alrededor, intentando controlarme y diciéndome que me calmara. Estaba gritando cosas, pero no sabía qué o a quién; también estaba haciendo gestos con las manos, pero eran los que Cassian intentaba reprimir. ¿Por qué quería que me quedara tranquila? ¿Acaso él no había visto lo mismo que yo? Entendía que no empatizara con mis sentimientos porque no era amigo de Zaid, ¿pero no le molestaba ni un poco lo que acabábamos de presenciar?

Empecé a entrar en razón y a ser consciente de mis acciones y palabras cuando me liberé de él dándole un codazo en el pecho. Me giré y lo encaré sin comprender nada.

—¿No viste lo que sucedió? —le pregunté de mala gana, mientras él se llevaba una mano al lugar donde lo había golpeado—. ¿Cómo puedes pedir que me calme?

Cassian hizo un gesto con la cabeza para que mirara a nuestro alrededor. Todos nuestros compañeros estaban en silencio; la mayoría me miraba sin ser capaz de mover un dedo, y otros, la minoría, seguía mirando las pantallas donde mostraban al equipo de Graham.

¿Acaso todo el problema de Cassian era que no quería que los demás equipos me vieran perder el control? Porque en ese momento me daba igual nuestra estrategia como equipo, me daba igual Arcadis. Ni siquiera sabía si podía continuar, considerando que la amenaza de morir era real. No importaba si se hacía justicia o no, estábamos expuestos a perder la vida y nadie haría algo para impedirlo.

—Astra... —empezó a decir Cassian, pero algo llamó su atención.

Todos nos giramos hacia las pantallas.

Un equipo médico corría hacia donde yacía el cuerpo de Zaid, y Micaiah Frederick iba detrás de ellos con expresión preocupada. En todos los días que había pasado en Arcadis, nunca lo había visto así.

Muy tarde, pensé.

—El equipo médico se encuentra revisando a Zaid para determinar si el daño que sufrió es irreversible —narró el comentarista, tenso—. Esperemos que esto sea solo un susto, un simple desmayo. Graham, del equipo seis, se encuentra con sus compañeras, parece estar contándoles lo que sucedió y luce muy consternado. Ninguno de nosotros entiende cómo pasó todo esto. El equipo médico está... Oh.