Una vez tuve un amor que no era mío"
Dibujaste corazones en mis pensamientos, ahora esos corazones se desangran
Twincest No relacionado
Lleva acabo temas Serios
La enfermera principal es ficticia
ES UNA ADAPTACIÓN
Créditos A quien corresponda
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¿Sabías que los delfines no pueden respirar debajo del agua? —Habló Eric, mientras se llevaba una grasosa papa frita a la boca. Me giré hacia él y lo miré con extrañeza.
Primero, ¿por qué me cuentas eso? Dije, elevando un dedo―. Y segundo, ¿cómo puedes comer eso a esta hora? ¡Son las nueve de la mañana!
El más alto se encogió de hombros, mientras caminaba a mi lado por lo largo del pasillo. Ambos deberíamos estar ingresando a clases en menos de diez minutos, pero Eric tuvo hambre así que lo acompañé a las máquinas expendedoras en las afueras del edificio a comprarse algo de comer. Y él, por supuesto, eligió comida chatarra. No lo entiendo.
Vas a acabar vomitando. —Murmuré, negando con la cabeza.Después de nuestra última conversación, Eric no volvió a preguntarme acerca de Tom ni lo que sucede entre él y yo, lo cual agradezco, porque con toda sinceridad, yo tampoco lo entiendo. Es extraña la forma en la que el rastas puede cambiar de personalidad y pasar de uno de los chicos más dulces del campus a alguien distante o, en otros casos, misterioso. Y a veces, me pregunto si este lado de él será algo que siempre estuvo ahí pero que jamás fui capaz de ver.
Después de todo, siempre he oído que el amor te ciega.
Eric y yo nos dirigimos a la clase que nos correspondía la cual, y gracias a la buena suerte nos tocaba juntos, sin embargo, noté que el más alto se detuvo en su lugar en cuanto nos encontrábamos frente a las puertas abiertas del salón. Me giré hacia él.
Oye, vamos. —Le dije, intentando tomar su brazo para tironear de éste, pero negó con la cabeza al instante, evitando mi toque.
Eric susurró algo en una voz casi inaudible. Necesité acercarme más a él con el ceño fruncido, sin haber entendido qué quiso decirme.· ¿Qué dijiste? —Pregunté.
Joey.
¿Joey...? -Al instante, mi cabeza se dirigió al frente, y ahí lo vi; un chico de baja estatura y cabello largo y negro, con una sonrisa dibujada sobre sus labios y aquella aura de seguridad que lo rodeaba. Se veía como un chico cualquiera presentándose frente a una clase. Sin embargo, era notorio que para Eric, él jamás sería un chico cualquiera.
Y de repente, los ojos de Joey voltearon hacia nuestra dirección y chocaron con los de Eric.
Y eso fue lo suficiente para que el chico saliera corriendo a las afueras de la clase, o mejor dicho, al bote de basura más cercano, donde lo vi abalanzarse para comenzar a expulsar pétalos y sangre de su boca.
