26

696 113 52
                                    

Sus ojos pesados estaban mirándome

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sus ojos pesados estaban mirándome. A un lado de mi camilla, sobre la pequeña mesa de noche, había una jarra de agua con un diente de león dentro. Tenía las palabras en la boca, pero no las quería dejar salir, así que me las tragué, y esperé a que Tom hablara. Se acomodó el cabello, que estaba sin peinar.

-Supongo que nunca me enamoré de hazel-soltó, después de unos minutos de silencio. No me estaba mirando a los ojos, pero yo sí a los suyos.

Es la primera vez que no hace contacto visual conmigo.

-Es decir, la amé. Pero supongo que no fue más que eso. Amarla como amo a mis amigos. Apreciar los momentos que pasó conmigo, contar con él, y cuidarlo. Al menos, intentar hacerlo —se relamió los labios, que estaban resecos, pero supongo que nunca llegué a amarlo como a ti.

Se me revolvió el estómago escuchar esas palabras. Unos segundos después descubrí que no son los pétalos, sino que estoy nervioso. Espero que esta conversación no haga que los tallos sigan creciendo... le dije que no iba a morir, sería mucho más trágico si lo hiciera delante de él.-La verdad es que siempre estuve enamorado de ti, Bill-soltó una desganada risa—, la primera vez que hablamos, ¿de verdad te creíste que te odiaba? Solo fue una excusa para que me hablaras y pudiera invitarte a salir.

—¿Qué? —Mi sistema colapsó por la información. Parpadeé varias veces seguidas ¿esto de verdad está pasando?—, pero, ¿por qué no me lo dijiste? Creí que mis sentimientos eran muy obvios, Tom...

-Lo hice, Bill —dijo, y soltó un sonoro suspiro―, miles de veces. Te lo he dicho, incluso. ¡Una vez te besé, y te reíste en mi cara! —no recuerdo absolutamente nada de eso. Si hubiera sucedido lo recordaría, ¿no?— "Siempre me preocupo por ti", ¿recuerdas es frase? Partido de básquet, tenías lastimadas las rodillas. Yo te curé. Eso es porque estoy constantemente detrás tuya, Bill —al ver mi cara de confusión, siguió hablando clase de química, en la que casi nos metemos en un gran lío. Cuando estábamos en enfermería, saliste corriendo al baño. Y y estaba literalmente detrás de ti, Bill.

-¿Cómo podrías haber dicho todo eso, Tom? No tengo recuerd…Entonces, lo recordé. «Ayer me di cuenta que te amo». Quise darme un golpe en el rostro, ¿cómo no pude haberlo notado? ¿Cómo pude ser tan ciego? Nadie te suelta una cosa así porque sí. Me dijo que me amaba, y yo le respondí con un «Oh, entiendo». Ni siquiera una emoción, rechacé sus sentimientos completamente. Los recuerdos comenzaron a caer uno tras otro. Hace un año atrás, él y yo estábamos juntos detrás de las gradas. Nos habíamos salteado una clase para hacer un picnic, y mientras comíamos y reíamos, le conté que nunca nadie me había besado.

«-¿Nunca? ¿Jamás? —sus ojos se habían abierto con exageración. Dejó el sándwich de palta y queso a medio comer encima del mantel y se giró para mirarme. Tenía una sonrisa burlona en el rostro, como si el dato le causara risa—, ¿ni en la mejilla?

Mi rostro se había teñido de rojo.— Yo... supongo que nadie me quiso demasiado como para sentir que debía hacerlo.Tras decir eso, el mundo se quedó en silencio. De repente, la mueca burlona que tenía en su rostro había sido intercambiada por una seria, y al darme cuenta de que sus ojos estaban mirando mis labios, no pude evitar tragar saliva y empezar a buscar algún tema de conversación para desviar la atención de mí.

-Está bien, tom, no es nada, no es como si estuviera esperando ser b...

Y lo hizo. No fue ningún beso apasionado. Rozó sus labios contra los míos como si solo quisiera darles una caricia; fue uno de esos besos inocentes, espontáneos, como los que se darían unos niños. De repente, me sentía como uno. Entonces, solté una risa, y seguí comiendo mi sándwich.

—Sí, tom. Ya sé que sabes besar. »

Luego de eso, no nos hablamos durante tres días. Y, aunque no supiera exactamente porqué, sentía que la había cagado.Pero no fue mi intención. Supuse que no era nada. En realidad, me convencí de que no lo era. Y respondí eso porque temía que mis palabras dejaran expuestos mis sentimientos... estaba tan aterrado de mostrar cómo me sentía, que me tragué las palabras como siempre hago, y lo dejé estar.

Él no me enfermó. Yo lo hice. Me enfermé a mí mismo, no queriendo ver lo visible: que me ama, tanto como yo a él. Y todo este tiempo pensé que era él mi amor no correspondido, cuando yo era el suyo. Y ahora voy a morir por eso…

-Después de haberlo intentado todo, me rendí siguió hablando, haciendo que regrese a la realidad. Ahora sí me estaba mirando-, tuve que aceptar que, si después de todo lo que había hecho no me habías correspondido, ya no ibas a hacerlo. Fue entonces cuando comencé a fijarme en hazel-escuchar su nombre me deprimió. Es tan triste pensar en él luego de todo lo que acabo de escuchar—, era un chico lindo y solitario, y muy amable. Después de salir unas cuantas veces con él, comenzó a gustarme. Creí que iba a superarte, pero cada vez que te veía cruzar por el pasillo, mis ojos no podían despegarse de ti y Hazel pasaba a segundo plano. Aún así, no terminé con él, porque creía que todavía había una oportunidad de enamorarme de él. Me siento tan triste por eso, porque Hazel murió sin que nadie se haya enamorado de él antes.

-Tú... ¿sabías que tú me gustabas?

-Al final, sí. Pero no sabía por qué no me lo decías, y eso me molestaba -contó, esbozando una sonrisa pequeña—, una vez, estaba tan enojado que pensé en enviarte un mensaje. Incluso lo escribí. "Eres un cobarde", había escrito, pero lo borré al instante.

-Deberías habérmelo mandado.Tiene razón. Soy un cobarde. Me pierdo varias cosas por el miedo a cómo vayan a reaccionar los demás. Arriesgo poco, pensando que así voy a perder menos, pero mírame ahora; a punto de morir, dándome cuenta de todo lo que pudo haber sido mi vida si me hubiera arriesgado un poco más. Quizás Hazel seguiría vivo ahora mismo, y estaría saliendo con algún chico. Y en vez de estar acostado en la camilla de un hospital, podría estar junto a Tom recostados en el pasto, mirando el cielo. Miraría las estrellas una vez más, y jugaría a adivinar sus nombres. O haríamos uno de esos picnics, en los que saltearse las clases era algo peligroso y adrenalínico. Ahora, lo más peligroso que hago es bajar las escaleras sin ayuda. ¿A esto llegamos?

-Podemos ser felices todavía, tom-dije, y lo miré directamente a los ojos―, ¿quién dice que voy a morir mañana? Aprovechemos el día, pasemos tiempo juntos. Hay mucho que hacer.

-Pero si apenas puedes pararte, bill...

Negué con la cabeza, y lo tomé de las manos.-No tenemos porqué salir del hospital. Nos la arreglaremos, como en la escuela. Haremos picnics, hablaremos, miraremos películas... pero vamos a estar juntos, ¿no es así?

Me sonrió, y yo a él. Por primera vez, tengo esperanza. Después de tanto tiempo, finalmente, me siento vivo. Quizás esto era lo que necesitaba. Un empujón para que hiciera todo eso que no me animaba a hacer: dejar ir. Estoy dejando ir todo este dolor, todas esas palabras sin decir y esas charlas que jamás tuve, para hacer todo lo que sí está a mi alcance ahora, que es sanar. Ver el rostro alegre de Tom, ver finalmente esa sonrisa dirigida hacia mí, me devuelve la fuerza, me siento invencible.

Y con toda esa alegría por dentro, siento una punzada en el corazón que consigue colapsar todo mi sistema y hacerme convulsionar. Pero no se preocupen, no estoy muriendo, dije que no iba a hacerlo. Es la alegría, estoy convulsionando por ella. Al menos, eso es lo que quiero creer.

 Al menos, eso es lo que quiero creer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
HANNAHAKI | Toll/Twc NRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora