No había pasado ni la mitad del día y ya me sentía todo un niño de escuela privada.La preparatoria Carmen, es una de las más privilegiadas del país, siendo así de las diez mejores escuelas privadas, si no es que esta en las primeras cinco. Es conocida por sus buenas instalaciones y su excelente enseñanza de alto nivel, pero también por el alto y exagerado costo de su inscripción, de los materiales y libros, haciendo así a cualquier persona privilegiada por si quiera pisarla, más sin embargo las becas a extranjeros ya sea fuera o dentro de Latinoamérica son tambien el por qué es reconocida teniendo así a alumnos de México, España, Argentina, Estados Unidos, etc.
Y estoy yo aquí, chico becado el cual siempre ha estado en escuelas públicas en el turno de la tarde en donde apenas y teníamos agua.
Acaba de terminar la clase de Matemáticas la cual no entendí, pero no me preocupaba mucho por eso, puedo ver un video de Daniel Carreón llegando a casa y no habría mucho problema.
Un par de chicas se acercaron a presentarse conmigo y las risas de sus amigas o las miradas de chicos y chicas no los pase por desapercibido, siempre me ha ido bien en el aspecto de mujeres o hombres así que, para mi es algo normal (sin sonar narcisista). Guardo mi libreta en mi mochila para sacar mi horario y ver que me tocaría ahora. Literatura, me gusta esa clase. Vuelvo a guardar la hoja para voltear hacia la dirección donde se encontraba Roier hablando con los que supongo que son sus amigos, dos chicos de lentes, uno sentado enfrente de él y otro a su lado derecho, se veían divertidos, pero después de que Roier me guiara y me enseñara donde quedaba el salón, no hemos vuelto a cruzar palabra, así que no me he armado de valor lo suficiente como para acercármele y hablar con él.
La maestra de Literatura entra y pongo atención a lo que dice, solo un profesor me ha pedido que me presente y agradezco que ella solo me pregunte mi nombre para después seguir dando su clase. Nunca he cambiado de escuela, siempre había ido a la misma y todos nos conocíamos entre todos así que las presentaciones hacia un grupo de chicos ricos y posiblemente clasistas no me encantaba.
El tiempo pasa rápido dado que su clase era entretenida y para nada tediosa, creo que esta será mi clase favorita desde ahora. El timbre suena, es hora de recreo, Roier anteriormente me mostró, de forma muy breve, en donde estaba la cafetería, así que no estaba muy preocupado por como conseguir llegar a ella. Solo esperaba que tuvieran buena comida. Guarde mis cosas con calma dentro de mi mochila. Escucho pasos hacia mí y volteo a ver de quien se trataba viendo a Roier y sus dos amigos acercándose a mí.
-- Hola Quackity, ¿Vienes a comer con nosotros? -- Pregunta Roier a unos metros de mi con una cálida sonrisa invitándome a unirme. Para ser sincero, fácilmente podría decir que no y comer en algún lugar solo por mi cuenta mientras me daba un recorrido por la escuela y tenía un momento a solas conmigo mismo tal y como me gustaba, pero esta vez acepto acercándome a él y sus amigos para empezar el camino a la cafeteria, no podía darme el lujo de no hacer amigos el primer día de clases.
En el camino ambos chicos se presentaron. Primero estaba Osvaldo al que llamaban 'El Mariana' por una historia que prometieron que luego me contarían. Era muy alto, de piel blanca y pelo castaño bien peinado, era delgado y usaba lentes, fue demasiado amable y gracioso conmigo aun sin conocerme, me cayó bien al instante. Por otro lado, estaba Aldo quien tambien usaba lentes y ligeramente mas alto que roier y que yo, tenía el pelo negro y un poco largo, el al principio tambien me dio la impresión de que si decía algo mal me golpearía, pero no fue así, es demasiado gracioso y con un humor increíble. Se llamaban así mismos 'El McTrio'.
Compramos comida para cada quien, aunque Osvaldo estaba peleando con Aldo por un pedazo de Sándwich de Tocino aun el teniendo su propio sándwich nadie se opuso en su pelea. Buscamos una mesa donde sentarnos pero mejor decidimos quedarnos en las escaleras de uno de los edificios enfrente de la cafetería con vista a casi toda la escuela, empezamos a platicar hasta que llegó el incómodo (para mi) momento de preguntas.
-- Entonces Quackity, ¿tienes capucha o no? -- Me pregunta Aldo viéndome directamente mientras los otros dos reían, Osvaldo dijo que era información que necesitaban para saber si podía pertenecer o no al grupo. No sabía si era prudente responder sabiendo que llevaba menos de veinte minutos conociéndolos -- Eh... -- Balbuceó pensando en que responder sin sonar grosero. Pero, no me dan tiempo ni de hablar cuando Mariana me interrumpe señalando a algún lugar detrás de mí.
-- Mira Boiler, tu novio. -- Dice El Mariana aun masticando su comida. Los tres volteamos hacia la dirección que señalaba, y mi vista se encuentra con el hombre de la dirección. Estaba saliendo de uno de los edificios que, Sebastián dijo que eran las oficinas y lugares de junta pero Aldo llama los edificios abandonados, ya que no tienen chiste. Llevaba un montón papeles en la mano mientras, estaba en una llamada con su teléfono en la mano. Así que no fue una alucinación...
-- Ay si, "Mi novio" ojalá. Ya no lo había visto en un ratote, ¿Por qué habrá venido hoy? -- Pregunta Roier apoyando su cara en una de sus manos sin soltarle la mirada. No me imagine que lo conocían y mucho menos que le gustara a Roier, de verdad que pensé que era una alucinación por un buen rato.
-- No se, pero yo si me dejaba que me hiciera lo que quisiera. -- Dice El Mariana sin ningun tipo de remordimiento y los tres volteamos a verlo fijamente. -- La verdad men, no hay ningún problema decir lo que es obvio, esta precioso ese hombre. -- Nadie respondio, solo Aldo que simplemente dijo 'Que gay'. Aun así, nadie lo negó.
— ¿Quien es? — Me atrevo a preguntar devolviendo mi mirada a el hombre viendo cómo se dirigía hacia el estacionamiento de la escuela. No quería preguntar, pero la curiosidad me ganó, es simplemente imposible no sentirte intrigado por el.
— Es el hijo del director general, Spreen. — Me responde Roier mientras revolvía su pasta con su tenedor — Casi nunca viene aquí, pero cuando viene se hace un escándalo. Todos quisieran tener una oportunidad con el. Muchos se han acercado y han logrado entablar una conversación con el, incluyéndome, pero nadie ha logrado algo más allá, es muy complicado si quiera encontrártelo por aquí, aún más poder hablarle. — Toma lo que revolvió por un buen rato de su pasta con su tenedor y antes de llevársela a la boca dirige su mirada a mi — ¿Qué a ti también te gusto o qué? — Dándome una sonrisa de lado subiendo y bajando sus cejas.
Me pongo ligeramente rojo al instante, el hombre era guapo y totalmente atractivo, pero no así como para gustarme, era mas... Curiosidad.
Y, dicen, la curiosidad mató al gato.
Negué con la cabeza sin vocalizar nada y agachar mi mirada hacia mis manos — No te espantes mi buen, aquí todos si ese güey llegase a darnos el mínimo de atención nos volvemos mas fáciles que el Valdo, es casi como una regla en cuanto entras aquí. — Dice tranquilo, Valdo le reclama pero Roier solo me vio sonriente mientras seguía comiendo. Supongo que tiene razón, de igual manera no hay necesidad de ilusionarse con alguien con el que definitivamente no tengo oportunidad apenas entrando aquí.
— Hablando del Papucho de Spreen, Rivers me dijo que está casi confirmado que estará en la junta del próximo Jueves, dice que estará como ayudante de su papá en el evento. — Aporta Aldo a la conversación. Nadie me dijo nada sobre una junta...
Esto es como estar en un capítulo de Gossip Girls.
— Naha, ni de pedo. — Le dice Mariana dándole un mini zape el cual Aldo le devolvió y se volvió una mini pelea donde ni siquiera se pegaban de verdad. No entiendo como es que pueden chocar tanto y aun así llevarse tan bien. Volteo nuevamente detrás mío si es que llegase a ver a Spreen de lejos pero ya no estaba.
Les pregunté sobre la junta y me dijeron que es una reunión que hacen cada inicio de semestre donde solo están maestros y socios de la escuela junto los estudiantes de cada grado. Normalmente son presentaciones sobre las nuevas formas de trabajo ya sea de las materias o actividades y deportes extra. Tal y como me dijo la secretaria.
Supongo que será una reunión interesante.
Ay olaa.
Siendo sincera se me había olvidado que había publicado esto hasta que vi que había gente que ya la había guardado, kheee.Gracias por leerla, de todo corazón.
Soy muy mala para darle continuidad a las cosas, pero voy a intentar estar al tanto de la historia y que no sean tan lentas las actualizaciones. Seguramente me voy a desaparecer por seis meses pero si actualizo no se preocupen.
¡Byeeeeeeeeeee!

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𝐎𝐥𝐝𝐞𝐫 | 𝐒𝐩𝐫𝐞𝐞𝐜𝐤𝐢𝐭𝐲
Teen Fiction'Yo puedo quitar el peso de tus hombros' La necesidad de obtener atención y cariño que no te dieron tus padres te hace tan vulnerable, más a hombres mayores que aman ser venerados como del que el Joven Alex se enamoró, el mismo sabía que estaba mal...