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"How are things"

Ha pasado ya un mes desde que la vida de Alex ha cambiado rotundamente teniendo de amante a un chico de veintidós años hijo de mi director y, a su parecer, ha sido el mejor mes de su vida.

La aventura que llevaba con el pelinegro lo llenaba por completo, siendo sincero había estado siendo de lo mejor tanto física como emocional. Sabia perfectamente que enamorarse estaba completamente prohibido en el contrato ya firmado pero, ¿cómo no hacerlo?, estar con Iván Buhajeruk era simplemente increíble, aunque la personalidad del mayor chocará constantemente con la del menor no dejaba de ser difícil no pensar en lo compatibles que eran, no solían ir a citas o cosas parecidas, solían estar siempre viéndose en días de escuela en la oficina de Spreen a veces solo para pasar tiempo o para otro tipo de cosas, y aunque el mayor no solía tener mucho tiempo siempre intentaba contestar el constante spam de mensajes que hacía menor. Aun siendo de diferentes edades se entendían muy bien, solían platicar sobre distintos temas ya sean de sus gustos, de sus vidas o de cualquier tema que saliera en el momento. Para Alex, que Spreen se fijará en sus gustos y en su vida aún estando en una relación más o menos "Profesional" lo hacía sonreír mas de una vez.

Sin embargo, en lo carnal, era simplemente tocar el cielo. No siempre lo hacían, en un mes solo lo habían echo una vez pero, definitivamente es algo que desde que ocurrió el de beanie lleva soñando que se repita. Spreen lo trataba como un príncipe, como si en el momento de los besos y toques el único que importara fuera el y solo el, lo hacía sentir.. bien, y eso era lo que importaba.

Han sido incontables las veces en las que Quackity sea desvelado pensando en su situación con el de lindas pestañas, no le gustaba analizarlo pero no podía evitar cada vez que quería dormir cuestionarse todo lo que estaba pasando con el y Spreen. Pensando en sus encuentros, en sus pláticas y momentos pero siempre llega a la misma conclusión, nunca va a pasar a algo más allá. Estaba seguro que el ya sentía algo por el, no podía negarlo, le encantaba estar con el mayor, le encantaba sentarse en sus piernas y contarle sobre su día, le encantaba cuando Iván terminaba su trabajo y le prestaba toda su atención a él, cuando se desvelan en llamada platicando sobre distintos temas, cuando le presta su computadora para jugar Minecraft mientras el termina su trabajo, sus mejillas dolían después de un par de horas de estar con el. Definitivamente sentía algo por el mayor, pero por más que lo supiera no podía aceptarlo, el contrato terminaría y con ello su amistad y estadía con Spreen, y el no quería eso.

No le había contado aún a nadie más que a su propia almohada y hasta por eso se sentía culpable. Pero, eso daba algo que Alex nunca aceptaría es aquella punzada en su pecho que le daba al pensar y ocultar su "Relación" con Iván. Algo que bien sabía Quackity era mantener sus relaciones personales alejadas del trabajo pero, no quería pensar que esto solo fuera un tipo de 'Trabajo', lo hacía sentir algo sucio por así decirlo, no se sentía bien llamarlo así, pero no había un nombre para lo que tenía con el Buhaje en este momento.

Todos los días llevaba la cara en alto frente sus amigos, frente sus compañeros, frente sus padres, frente al mundo, reprimiendo sus propias emociones para que todo salga como debe de ser.

El pasado es algo que Alexis odiaba recordar, pero bien sabía que errores como los que cometió le habían traído las peores consecuencias que ni el mismo supo afrontar teniendo que, de alguna forma, evadirlas y sepultándolas en algún lugar de su mente. No iba a cargarla esta vez.

Se encontraba acostado en el sillón de cuero de Spreen, ya había pasado la hora de la salida y el mayor lo dejaba quedarse con el un par de horas lo cual el de gorro agradecía. Miro la hora y aun le quedaba una hora para irse a casa, miro al mayor quien estaba sentado en su silla frente a su computadora quien sabe qué haciendo pero se veía muy concentrado. Había terminado ya su tarea, sus jueguitos le habían aburrido ya y sus amigos aún no contestaban así que estaba totalmente consumido por el aburrimiento. Empezó a rebuscar en su mochila que podría usar para distraerse encontrando un libro para colorear que le había dado Rubén de ositos.

Saco el libro poniéndolo en la pequeña mesa de central a un lado suyo, se hincó en la alfombra poniéndose a la altura de la mesita y sacó su estuchera donde solo encontró cinco colores, algo decepcionante pero igualmente me servían, los colocó sobre el cristal y hojeo el pequeño libro hasta encontrar un dibujo que le gustara. Coloreo con cuidado y con total tranquilidad su pequeño dibujo de un osito escribiendo en su cuarto.

Estaba tan concentrado en su tierno dibujo que no noto la mirada de Iván sobre el. Lo miraba con atención, admirando sus manos tomando aquellos colores de madera y coloreando con cuidado de no salirse. No le quito la mirada por un rato y Alex lo noto, cuando lo volteo a ver directo a sus ojos Iván no hizo nada, solo lo miraba. Alex tomó en sus manos el libro y le mostró su pequeño dibujo con orgullo al mayor con la más hermosa sonrisa que Spreen pudo a ver visto alguna vez. La luz solar que entraba de la gran ventana estaba directo en Alex haciéndolo ver aún más tierno y lindo de lo que se debería de ver.

Iván se quedó algo hipnotizado por lo tierna que era la imagen del menor hasta que las palabras salieron de el. — Muy bonito Alex, muy bien. — Dijo sincero. Alex lo miro atento con un pequeño brillo en sus ojos totalmente feliz por el comentario.

— ¿Por qué hay cosas sin pintar? — Pregunto el mayor. Alex volvió a mirar su dibujo.

— Oh, es que no tengo los colores que quiero, así que mejor lo dejo así hasta conseguirlos. Ya después los relleno.

Iván miro como Alex ahora no dejaba de ver su dibujo algo triste por los espacios en blanco. Spreen carraspeó y llamó la atención del menor, palmeó una de sus piernas algo que inmediatamente Alexis entendió y con una sonrisa se levantó y caminó hacia el mayor sentándose en sus piernas. Spreen le dio un beso en el cachete, luego en la mandíbula, después en su barbilla y así haciendo un camino de besos en el cuerpo de Quackity.

Al día siguiente Quackity tenía una caja de mas de cincuenta colores sobre aquella pequeña mesa de cristal.
























Al día siguiente Quackity tenía una caja de mas de cincuenta colores sobre aquella pequeña mesa de cristal

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Hola, hola bebés
¿Me extrañaron?, yo sé que si.

Desgraciadamente estas fechas son las que más odio así que me sumergí en mi depresión durante todos estos días. Fue mi cumpleaños, la cena navideña, navidad en si y simplemente odio diciembre.

Pero bueno, les deseo una feliz navidad y un feliz año nuevo, los quiero mucho, ya está en proceso el capítulo número diez y yo se que les va a encantar.

xoxo gossip girl 👠

𝐎𝐥𝐝𝐞𝐫 | 𝐒𝐩𝐫𝐞𝐞𝐜𝐤𝐢𝐭𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora