La sonrisa alargada de Megura era tan despampanante comoun árbol en Navidad, mientras los pocos chicos que incluía elclub éramos como los Grinch no declarados, en especial elPoste con Patas. El único que tenía una sonrisa similar era Auron, que se acomodó en la silla con el respaldar contra lapared y así tenía una vista panorámica de toda la sala.
—Los nuevos deberían presentarse, ¿no creen? —nos sugirió Megura.
Nadie respondió, a excepción de Sam, el chico con gafas quesiempre lucía muy asustado. Auron dio un respingo en su asiento y enderezó su espalda. Su pecho se infló con orgullo, como si recitara el himno del país. Antes de hablar carraspeó.
—Soy Auron, último año y recién transferido a esta escuela. —Como si no supiera si debía seguir hablando o no (cosa que seguro haría de todas formas) continuó con su presentación—. Me uní al club porque me gusta ayudar; hacer el bien es mi pequeño grano de arena.
—Eso es genial —dijo Megura con asombro y asintiendomientras aplaudía. Me recordó a la profesora de Filosofía que antes enseñaba en Jackson, siempre contestaba con expresiones así—, muy admirable.
Auron sonrió con orgullo, como un niño pequeño que ha respondido una pregunta matemática compleja. Se veía bastante tierno e ingenuo, dos rasgos propios de él. Todo muy diferente al chico inexpresivo sentado a mi lado, de brazos cruzados, apoyado en el respaldo de la silla y con una pierna sobre la otra. Por algún motivo esa pose de mafioso ya me era familiar. Sí, era muy parecida a la que me había encontrado al entrar a mi habitación y hallarlo sentado en mi silla después de haber leído la lista y visto la fotografía. Oh, sí, ahí estaba el inexpresivo, con sus ojos sobre la mesa y su expresión de odio universal.
—¿Y tú?
Megura no parecía diferente a todos en general cuando le preguntó esas dos palabras a Spreen, lo que por un momento me hizo sentir normal; no era el singular chico que se sentía intimidado con su intransigente mirada.
El Poste hizo una mueca de disgusto. El silencio reinó un instante y parecía que no había nada más interesante que hacer, ya que todos le prestaron atención, incluso la temible Loo.
—Soy Spreen Buhajeruk, último año.
Y no dijo más.
Tampoco esperaba que dejara mucho sobre él. El riguroso Spreen, ¿tenía color favorito?, ¿quién era el ídolo que quería conocer?, ¿le había gustado alguien?, ¿quién era su mejor amigo?; además de amar la pizza, ¿qué otra comida le gustaba?, ¿cuál era su libro favorito? ¿y la película preferida?
Antes de colapsar, Auron me despertó de un coma de preguntas inagotables.
—¿Y tú? —me preguntó—. ¿Por qué era que estás aquí?
Doblas y su resplandeciente cabeza se me vinieron a la mente.
—Problemas con la ley —respondí.
Auron lució sorprendido, agrandó su boca en una enorme O mayúscula y sus ojos como platos.
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𝐔𝐍.𝐁𝐄𝐒𝐎.𝐁𝐀𝐉𝐎.𝐋𝐀.𝐋𝐋𝐔𝐕𝐈𝐀─────────𝐒𝐏𝐑𝐔𝐀𝐍
Romance𝐔𝐍 𝐁𝐄𝐒𝐎 𝐁𝐀𝐉𝐎 𝐋𝐀 𝐋𝐋𝐔𝐕𝐈𝐀 ── ☆ 𝘑𝘶𝘢𝘯, 𝘶𝘯 𝘢𝘥𝘰𝘭𝘦𝘴𝘤𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘥𝘦𝘭 𝘮𝘰𝘯𝘵𝘰́𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘭𝘢 𝘮𝘢𝘭𝘢 𝘴𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦 𝘥𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘢𝘱𝘳𝘪𝘤𝘩𝘢𝘳𝘴𝘦 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘦𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘰𝘴. 𝘊𝘰𝘮𝘰 𝘳𝘦𝘴𝘶𝘭𝘵𝘢𝘥𝘰...