El Secreto Que Compartimos (Chat Noir/Adrien y tú) [PAUSADA]

21. Verdad Inminente

Narra _____

―Tienes que decirle a Adrien.

Ignoro el déjà vu que acabo de tener y niego con la cabeza, molesta por la forma en la que ella ha reaccionado.

¿Todo ésto es por Gabriel?

―No lo haré ―sentencio y mi respuesta parece no gustarle.

¿Dónde se fue la Noreen amable y comprensiva de antes?

―Tienes que hacerlo, _____. Es el padre, ¿no?

―Sí, es el padre. Pero no planeo decirle aún.

―Ay, por favor, _____. No seas infantil.

―¿Yo? ¿Infantil? ¡Mira cómo te pusiste sólo por la mención del apellido Agreste! ―exclamo perdiendo la paciencia.

Noreen rueda los ojos y vuelve a arrancar el auto.

―Bueno. No se lo digas. Yo puedo hacerlo ―sus palabras me dejan helada.

Oh, no.

―¿Qué dijiste?

―Sabes que trabajo con Gabriel. Esta noche tiene una fiesta en el hotel Bourgeois. Probablemente su hijo está ahí. ¿Debería ir y decirle? ¡O mejor aún! ¿Debería decírselo a Gabriel?

―Noreen, detente.

―Oh, sólo imagina su rostro. El "perfecto" Gabriel Agreste descubre que pronto será abuelo… muero por ver éso.

No me gusta. Ésto no me gusta nada.

―¡Noreen, ya cállate! ―grito completamente desesperada―. Se lo diré. Yo misma se lo diré a Adrien, así que detente.

Noreen borra su sonrisa y la expresión que muestra es indescifrable.

―Bien ―y es todo lo que dice durante el resto del viaje.

···•••❈•••···

No puedo creer que estoy a punto de hacer ésto.

Me siento extraña. Nerviosa, incómoda, asustada.

Miro mi reflejo en el espejo delante de mí y hago una mueca.

No me gusta lo que veo. No me gusta el vestido que Noreen me obligó a usar. No me gusta el peinado y mucho menos el maquillaje.

Cuando le dije a mi madrastra que quería "cambiarme" y verme "decente" antes de ir al hotel ―porque sí, ella quiere que se lo diga ésta misma noche―, no creí que me llevaría a su casa y me haría vaciar su enorme clóset buscando un vestido de mi talla.

Aunque no fue difícil, considerando que tiene de todo allí dentro.

―¿Ya estás lista? ―oigo su voz al otro lado de la puerta y mis manos empiezan a sudar de lo nerviosa que me pone.