El Secreto Que Compartimos (Chat Noir/Adrien y tú) [PAUSADA]

34. Quince De Febrero

Narra _____

Hoy es quince de febrero, lo que significa que ayer fue San Valentín, ya saben, el famoso día del amor y la amistad. Ése día en el que los amigos la pasan bien, los que quieren ser "más que amigos" se arriesgan, los enamorados se ponen románticos y luego está la gente como yo.

Que no hace ni una cosa ni la otra…

Mis planes fueron sencillos, por no decir aburridos. Hice chocolates decorados y se los regalé a algunos amigos. Y digo algunos, porque decir "un par" ―Kagami y Adrien―, sería muy humillante.

¿Cómo es posible que sólo tenga dos amigos?

Eres insoportable, ésa es la razón.

Ojalá pudiera negarlo...

En fin.

También le hice chocolates a Chat Noir. Por supuesto, fueron diferentes al resto, aunque no lo suficientemente obvios o cursis como para hacer evidente que eran “ése tipo” de chocolates.

No soy tan valiente…

Para mi mala suerte ―o buena, quién sabe―, no pude entregárselos ya que no lo he vuelto a ver desde aquél día en la torre Eiffel. Y no sé si lo volveré a ver pronto, considerando la forma en la que se fue y me dejó a mi suerte sin darme explicaciones.

Gatito complicado…

Y ahora que lo pienso, ¡ni siquiera sé porqué le hice chocolates!

Estoy bastante segura de que alguien como él ya tiene suficientes admiradoras que le regalen muchísimos chocolates para el día de San Valentín. ¿Qué diferencia harían los míos?

Y no, no estoy celosa.

Ay, ajá.

Mejor cambio de tema o empezaré a estresarme...

Las cosas con Adrien no podrían ir mejor. Hasta me parece increíble la velocidad con la que muestra amistad se volvió una normalidad en nuestra rutina, aún cuando hace sólo unos días atrás me habría reído de siquiera imaginarlo.

Y no es que me esté quejando. Es solo que, contrario a lo que había creído en un principio, retomar nuestra vieja relación fue… sencillo. Tan sencillo y natural como despertar de un sueño y descubrir que los tres años que estuvimos separados en realidad no sucedieron.

Ahora bromeamos, reímos y hablamos sobre nuestro día a día como solíamos hacerlo.

Es una normalidad un tanto nostálgica.

Volviendo al presente, hoy, quince de febrero, es un día muy especial para mí. Uno de los evento más importantes en mi vida hasta ahora. Incluso me sudan las manos, me tiemblan las piernas y la saliva no pasa por mi garganta de lo ansiosa que estoy.