16. Primeros Síntomas

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Narra _____

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Narra _____

Luego de la promesa de indiferencia entre Adrien y yo, regresamos a París sin volver a dirigirnos la palabra.

Por suerte, las vacaciones de invierno de la academia D'Argencourt comenzaron justo después del viaje, lo que nos ahorró la incomodidad de seguir viéndonos y nos dio el respiro que ambos necesitábamos el uno del otro.

Y ya han pasado tres semanas.

Pasé la navidad en casa de los Dupaing-Cheng, quienes me recibieron con la dulzura característica de siempre y el año nuevo lo pasé sola, durmiendo desde temprano para evitarme el bullicio y los inútiles preparativos.

Sin Kagami en el país, ni más amigos con quien matar el tiempo, pasé mis vacaciones mirando al techo. Sin mencionar el resfriado que me dio la segunda semana y que aún no se me va del todo.

Y bueno, ya empezaron las clases otra vez y no tengo nada nuevo que contar.

Desventuras de ser pobre.

―¡Kagami! ―exclamo en cuanto la veo llegar a la escuela. Corro hacia ella con los brazos abiertos y la abrazo con fuerza ignorando sus quejas―. ¡Te extrañé mucho! ―lloro dramáticamente y ella rueda los ojos.

―Sólo fueron dos semanas, no exageres ―dice y ríe con disimulo.

―La próxima vez que te vayas a Japón, llévame en tu maleta ―pido haciendo un puchero―. ¿Me extrañaste? ―ella guarda silencio―. Admítelo, me extrañaste.

Finalmente suelta un suspiro y sonríe.

―Sí, sí, te extrañé. ¿Contenta?

―Un poco.

―Ahora suéltame, me estás asfixiando ―se queja y yo niego con la cabeza.

―No, déjame abrazarte un poco más.

―Estás particularmente melosa hoy, ¿eh?

―Es que te eché de menos.

―Éso ya me lo dijiste.

―Y te lo diré todo el día ―le aseguro.

―Suenas extraña ―nota de pronto―. ¿Estás resfriada?

―Sólo un poco congestionada. ¿Sueno muy rara?

―No tanto, ¿quieres tomar algo? ―niego con la cabeza―. ¿Desde cuándo estás así?

Me separo de ella y levanto los hombros, restándole importancia.

―Una semana y algo ―ella frunce el ceño.

―Deberías ir a la enfermería.

―¿Ahora quién está exagerando? Te aseguro que no es nada.

Kagami levanta una ceja y luego rueda los ojos.

El Secreto Que Compartimos (Chat Noir/Adrien y tú) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora