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Karma?

Edad: 10.

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¿Quién la pasaba peor?

¿La pequeña Aizawa? ¿A la cual no querían llevarla a ver a una de sus mayores influencias, la persona a la cual admira y escucha todo el día?

¿O Shota Aizawa? ¿El cual su hija salió fan de la persona más cargosa en su vida, Present Mic?

Últimamente ninguno de los dos está pasando por buenos momentos. Shota estaba teniendo muchos problemas en su trabajo, con la U.A que insiste en contratarlo, sus amigos y familia, todos eran tan molestosos a su parecer.

Y se agrega también su preocupación más grande, el bienestar de su hija.

Ella tampoco la está pasando muy bien últimamente, está teniendo problemas con sus compañeros en el colegio, eso le ha estado afectando mucho. Está deprimida últimamente, así que está completamente pegada a su papá.

Y a pesar de que para Shota eso es medio complicado por todo el trabajo, está tranquilo al saber que su hija confía en él para contarle sus problemas y acudir a su compañía, tal vez no estaba haciendo las cosas tan mal.

Y la amaba, era la luz en esa vida tan oscura que estaba fuera de su hogar. La amaba con todo su corazón... Pero, ¿llevarla a ver a Hizashi Yamada? ¿A la junta de fans?

¿Al mismo hombre con el que peleó e insultó hace semanas atrás? ¿Cómo enfrentaría eso?

Simplemente dijo que no, no bastaron ni dos segundos para que la menor lo mirara con pena, luego rabia y corriera a su pieza. No lograba entenderlo, ¿en qué momento sucedió todo esto? ¿Mic empezó algún programa para niños o algo? ¿Está jugando a ser youtuber?

No podía evitar suspirar a más no poder, su vida se basaba en eso.

Subió al segundo piso y abrió la puerta de su hija, ahí estaba sentada en su cama, llorando de la rabia.

—Hemos hablado de esto, señorita. —Dijo el mayor, apoyándose en la pared enfrente de la cama de la chiquilla. Ella se limpió sus lágrimas y observó a su papá con esa mirada de rabia, que no funcionaba ya que era más frustración.

—Dijiste que me llevarías a verlo...

—Sí... Pero no supuse que del tipo del que tanto me hablabas fuera Present Mic, pensé que era alguno de esos chicos que hacen esas tonterías...

—Son challenges... No lo entiendes.

—... No es el tema, siguen siendo tonterías. Hija, no te llevaré porque no encuentro que sea alguien que lo merezca, no vale la pena, créeme. Te llevaré a ver a quien quieras, alguna banda incluso. —Dijo mientras se sentaba a su lado, acariciándole su cabeza y tratando de convencerla.

Pero no, la menor solo hizo un puchero y sacó lo que tenía escondido debajo de su almohada, sus famosos ahorros.

¿Se pagaba? Shota no podía creerlo, conociendo al otro hombre, capaz lo hacía gratis. ¿Y cuánto valía? ¿Y la chiquilla de dónde sacó tanta plata?

—Pero papi... Junté la plata para la entrada.

Y Shota Aizawa tuvo que acceder, la niña juntó su plata, compraría su entrada... Tiene que llevarla. ¿En parte está bien, no? Hizo su meta y juntó su plata, le relajaba saber que tenía autocontrol con el dinero, eso esperaba.

¿Y qué pasó con Aizawa y Yamada a todo esto? Lo de siempre, Shota siendo un problema pero Hizashi también siendo muy cargante, con Kayama con un plus.

Justamente por tantos problemas Shota se alejó de todos, otra vez. Shota tampoco es santo, fue duro e insensible respecto a cómo trató a los demás. Hizashi por su parte, lo ha estado hostigando con cualquier estupidez y metiendo a todo, junto a Nemuri lo recomendaron a U.A. Eso y más razones, tanto de ahora como del pasado, se pelearon.

Más bien, Shota se puso a pelear.

En fin, la semana pasó y llegó el gran día. La pequeña niña vestía su hermoso vestido blanco y sus botas cafés, Shota peinó su cabello corto y le colocó su cintillo de orejas de gatito, blanco para combinar con el vestido, esa era una regla de la niña...

Llegaron al lugar, Shota estaba preparado para pagar cuando la niña corrió a sentarse nada más. No pudo evitar darle una mirada de enojo, con la mirada le advirtió que en casa hablarían del tema.

No se pagaba. Y era obvio, Shota sabía perfectamente que era raro, no debió dejarse guiar por el puchero de ese diablo en miniatura.

Entre suspiros y malas miradas, se sentó y observó el café, era grande y bonito. Había mucha gente, tanto niños como adultos, y como no, mucha emoción por conocer al héroe profesional, famoso locutor, etc., hacía varias cosas.

Los minutos pasaron, hasta que Present Mic llegó y comenzó a platicar y sacarse fotos con todos, uno por uno, todos esperando su turno. Y el tiempo pasó... Y pasó... Y pasó...

Se hacía tarde y cada vez eran menos personas. La niña lo único que hizo en ese rato fue ver las actividades, lo que conversó el héroe para todos, cómo los demás seguían esperando para sus fotos... Sentada todo el rato.

Shota esperaba que ella sola se levantara a ir, le tuvo fe un buen rato, pero ya llegó el punto en el cual su instinto de papá le ganó al enojo.

No aguantaría que su hija tuviera esa vergüenza y miedo de ir, si le daba cosita ir sola, él iría. Entre un suspiro bien profundo y una mirada de estrés... Se levantó, le tomó su manita y caminó con ella hacia la fila.

Ahí estaba Aizawa Shota, el hombre más serio que puedes ver. Tomado de la manita de su hija, llevando a la pequeña a conocer a Present Mic.

Bien incómodo, la verdad.

Y por fin llegó el turno de la pequeña, no aguantó la ansiedad así que se aferró a su papá, miró con nervios a Mic y sonrió con penita.

Hizashi Yamada no pudo evitar quedar sorprendido ante la situación, miró a Shota que le miraba con enojo. Conocía al hombre perfectamente, no estaba enojado con él, sino por la situación y porque se estaba demorando mucho en saludar a su hija.

Mic rió y corrió a abrazar a la niña, ella no lo recordará tal vez, pero él sí. Cuánto ansiaba ver a la bebé otra vez, él estuvo con ella cuando era bien chiquita.

—¡Qué alegría verte, Princess! I'm so happy, my little listener! —Exclamó Hizashi, la niña rápido agarró confianza, más cuando el mayor comenzó con emoción a contarle todas las experiencias que vivieron con ella de bebé.

Shota ahí estaba parado, viendo a su compañero jugar con su hija.

"Cómo ha pasado el tiempo... Es tonto... Mas es buen tío." Shota solo agarró a su hija de la mano para llevársela, se acabó el tiempo.

—Háblame... La niña quiere verte... Vas a cenar.

—Sure! ¡Si me desbloqueas! —Exclamó el rubio, entre risas, se despidió rápido de la menor y siguió con las mujeres que seguían.

Shota frunció el ceño de nuevo por el enojo ante el comentario, aún así llevó a su pequeña a sentar y seguir comiendo sus pancakes. Bueno, él... No era perfecto tampoco, ni Hizashi, ninguno lo era.

Simplemente Aizawa Shota arreglaría las cosas, ¿qué más podía hacer a este punto? ¿Cómo le enseñaba a su hija a enfrentar los problemas hablando y con calma si él no lo hacía?

En realidad... Recordó todos los momentos en la U.A, se le ablandó el corazón y aceptó que si fue él el problema esta vez, pero... Eso nunca se sabrá.

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⏰ Última actualización: Sep 26, 2023 ⏰

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