Papá, no olvides 13 para llevar - SVT

04= Papá Seokmin

—Papá Min...

—¿Si, Vernon?

—Eso que tiene Mingyu en el rostro no es chocolate, ¿verdad?

Seokmin suspiro largamente.

Mingyu era torpe, demasiado torpe para correr y no examinar el terreno antes de caer al lodo de manera desastrosa.

—¡Dino, no toques a Mingyu!

El bebé había balbuceado mucho desde que observó a su hermano subir sin cuidado a su asiento junto a él, pues era curioso verlo con manchas marrones por toda su ropa y parte de su rostro.

—Papá, necesito a Papá Josh.

—Papá Josh está haciendo las compras, yo puedo ayudarte.

Hao torció un poco la boca, no le gustaba que intercambiaran tareas.

—Dile que tiene que comprarme cosas.

—¿Cosas?

—Para mis pinturas.

—De acuerdo...

Antes de que pudiera continuar, una hoja de papel le fue extendida por su hijo, tuvo que verla de reojo pues era una lista muy extensa en una caligrafía tan entendible para un niño de 6 años. Sonrió enternecido y la puso en algún compartimento del auto.

—Le avisaré a Joshua.

—¡Dile que no lo olvide! —gritó el pequeño, jalando su cinturón de seguridad lo más que pudo— la última vez mandó a Cheol por mis lápices y compro otro número.

Dino soltó un balbuceo parecido a una carcajada por el puchero en el rostro de su hermano mayor.

—No lo olvidará —aclaró el hombre.

Dio una vuelta y paró el automóvil para enviarle una foto a su esposo, quien la recibió de inmediato.

Cuando levantó la vista, un par de cláxones se hicieron sonar dentro de la fila del drive thru.

—¡Hazlo tú también, papá! —grito Mingyu emocionado.

Seokmin frunció el ceño, bajó un poco su ventanilla para ver mejor.

Un letrero anunciaba que debían hacer sus pedidos dentro del establecimiento.

—¿Comeremos aquí? —preguntó Kwan.

—Comeremos en casa, solo que tendremos que bajar del auto, así que...

—¡Vamos a los juegos!

—¡Papá, Dino me pateó!

—¡Tardaremos mucho!

Muchas vocecitas y la amenaza de un llanto se hicieron escuchar. Seokmin solo tenía que cerrar los ojos un par de segundos y dejar que sus pequeños lanzarán sus peticiones, preguntas y objeciones.

—No nos quedaremos más de lo necesario, así que mantengan la calma y bajen detrás de mí —ordenó, girándose en su asiento para mirarlos a todos—. Son niños buenos, ¿verdad?

Todos asintieron con sus cabecitas al unísono, guardando silencio y esperando a que su papá les liberara de los cinturones. El último en soltarse de su silla fue Dino, sólo para instalarse en el pecho de Seokmin, dentro de su cangurera.

De una mano, Seungkwan se sostenía de él, con Vernon a su lado., del otro extremo Mingyu sostenía la suya, esperando a que Minghao lo imite.

—Hao, tienes que tomar mi mano —puntualizó Mingyu.

—Está sucia... —hizo una mueca alejándose más. Seokmin solo río, comenzando a caminar. 

Sigan dando amor a esta bonita historia. ¡Nos vemos el viernes!

-Much & Boo