S malo ljubavi ---beelniko/sataniko

Especial: III

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Un suave ronquido en su oído y un cuerpo presionado contra el suyo lo despertaron de su sueño.

¿Todo había sido un sueño? ¿Un sueño delicioso y absolutamente satisfactorio si su ropa interior empapada era una indicación? Nikola se estremeció ante las vívidas imágenes que su mente pintaba, un cumplimiento subconsciente de sus deseos de estar atrapado entre sus dos demon- es decir, ¡de lograr un avance en la ciencia!

O tal vez no fue un sueño. El científico croata parpadeo, deslizándose del sueño, al sentir dos cuerpos envolviéndolo por frente y por detrás.

Por más que lo intentó, para no interrumpir el descanso de sus novios, no pudo evitar que se le escapara un grito de júbilo mientras volteaba a ver el rostro apoyado en su pecho y la cabeza azabache escondida entre sus omóplatos.

El demonio acurrucado detrás de él gruñó, apretando sus brazos. Él de su pecho hizo una mueca ante la interrupción.

—¿Que es tan gracioso? —gruñó Satanás, mientras su aliento caliente le rozaba la oreja.

—Nada, nada, vuelvan a dormir — susurró, antes de que un ataque de risas lo dominara. Se sentía realizado y satisfecho, su mente maquinando ya cómo presentaría el éxito del experimento a sus compañeros científicos.

— Es obviamente algo. Entonces, dimos —Beelzebub le hizo cosquillas en las costillas ligeramente, alimentando el júbilo que lo recorrió.

—Creía que todo se trató de un sueño. Estoy tan feliz de que no haya sido así. Eso es todo, muchachos. Vuelvan a dormir, aún es temprano.

—Mmmh —Satanás restregó su rostro en la parte posterior de su cuello—. Felicidades, lucecita. Al final nos ganaste, toda esta idea loca sí funcionó.

Nikola acarició los hombros de Beelzebub antes de estirar una mano y agarrar algunos mechones del cabello de Satanás—. No era cuestión de ganar o perder —dijo, cerrando los ojos para apreciar aún mejor el calor que lo rodeaba. Sopesó sus opciones, considerando brevemente los pros y los contras de pedirle a los demonios de, en el caso de estar todos despiertos ya, ir al laboratorio lo antes posible. Su cuerpo cosquillando por la emoción que lo abarcaba.

Al final, y notando que dos pares de brazos parecían no estar dispuestos a soltarlo, se daría un permitido de llegar un poco más tarde. No pasaría nada si se quedaba diez o quince minutos más en cama, su cuerpo también lo necesitaba.

Presionando sus labios ligeramente contra la coronilla de Beelzebub, se estiró lo suficiente para dejar caer un beso en el mentón de Satanás a continuación.

—Entonces, ¿cuándo sucedió el cambio? No parecían afectados cuando se fueron ayer.

—Mmh, sí... Sucedió de pronto, Beelzebub estaba encargándose de unos papeles y de pronto, boom! —el demonio le dio un beso húmedo para producir el efecto—. Beelzebub quiso esperar, yo solo quería ir de vuelta contigo y follarte contra tu escrit- ¡Hey! —gruño, moviendo su cabeza para soltarse del agarre brusco de su oreja por parte del Señor de las Moscas.