Prólogo

632 54 0
                                    


Ya no hay marcha atrás... Este es el camino que escogí... A donde quiera que vaya, siempre los recordare... 

Datos importantes sobre los caballeros

Nos remontamos en la Época Medieval, una institución militar de gran importancia a lo largo de toda la Edad Media. Sus miembros eran los caballeros medievales, unos guerreros en caballo cuya función era la de servir y obedecer las órdenes de un rey o de un señor feudal, recibiendo por sus trabajos un territorio o dinero.

Para ser nombrado caballero, un hombre debía ser de noble cuna; a partir de los 8 años, más o menos, comenzaba a servir a un caballero como paje, y luego como escudero, y finalmente, a los 20, era ascendido a caballero por sus superiores –generalmente el rey–, mediante una ceremonia, que llegó a ser tan prestigiosa que muchos nobles pidieron ser nombrados caballeros.

Lo cierto es que cada vez más los jóvenes, incluso los de clase baja, anhelaban convertirse en caballeros medievales, lo que generó una prueba selectiva llamada "espaldarazo" o "palmada". En esta ceremonia, el joven escudero debía prestar un juramento solemne de servicio leal a su rey, ser valiente y proteger a los indefensos, así como ser cortés con las mujeres. Esto se conocía como el código de caballería.

...

Años atrás...

Fólkvangr fue una instalación del Instituto Vanadis construida dentro de una pequeña capital. Una tierra lejana donde habitaban las personas de clase baja. Por jerarquía social, los plebeyos eran considerados de origen foráneo y a su vez no eran parte de la población noble.

Elnora y Nadim solían vivir allí con su pequeña hija Eri.

Elnora fue una campesina medieval, su papel consistía en el hogar; era la encargada de la cocina, de las ropas, de la limpieza, de la educación de su hija. Fuera de él debía ocuparse del ganado y del huerto.

Nadim fue un baronet de caballería, uno de los rangos más bajos que servían a la nobleza. 

El término de baronet no es un título de nobleza; por lo tanto, los barones, como los caballeros y miembros menores de las familias nobles, son plebeyos y no pares del reino.

...

A pesar de ser un lugar pequeño, los recursos estaban agotándose y el gobernante no le importaba en especial su gente, sino pelear de manera sangrienta por territorios a su favor.

A Nadim no le agradaba esto, desde un principio sabía que llegaría el día en que jamás volvería a ver a su familia. Y una noche antes de irse, se despidió, y se fue con sus compañeros de caballería.

En cierto lugar, un Rey llamado Delling Rembran dio una orden en eliminar a toda la gente de Fólkvangr, pues una hechicera vio un "supuesto" futuro en que su vida correría peligro por una maldición que se avecinaría en su Reino.

Así comenzó la masacre en aquella aldea, miles de caballeros liderados a merced del Rey empezaron a matar sin piedad.

Nadim se percató de la situación y regreso para escapar con su esposa e hija.

Al llegar, su casa estaba consumida por fuego. 

Unos caballeros lo acorralaron y en un ataque de ira comenzó matarlos.

Por suerte, Elnora había burlado a los guardias y salió del escondite para ver a Nadim, quien ahora estaba completamente herido, pues una flecha envenenada perforo su hombro izquierdo.

Nadim: Deben escapar...

Elnora: ¡¡¡No te dejare!!!

En ese instante llego más compañía enemiga.

Nadim: Debes irte... Yo los distraeré... Cuida de Eri.

Elnora: Si...

Nadim enfundo nuevamente su espada para darles tiempo. Entre lágrimas Elnora subió al caballo con su hija y escaparon.

El veneno comenzó hacer efecto, sus sentidos estaban fallando y en un acto imprudente sintió como un frio metal perforo su estómago. Su enemigo saco su hoja y termino por matarlo.

Nadim: Quizás en otra vida me gustaría ver crecer a mi pequeña hija Eri...

Esas fueron sus últimas palabras.

Mientras tanto, Elnora corrió al bosque cerca de un rio, escucho como una tropa de caballeros la seguía por detrás.

Al final un enorme muro le bloqueo la salida, ahora no tenía escapatoria...

Miro con miedo la corriente, sabia que era arriesgado pues llevaba a su pequeña hija en brazos, pero al escuchar a los caballeros acercarse rápido se arrojó al agua.

El enemigo se quedo intrigado, pensaron que tal vez ya estaban muertas.

Ese torrente las guio hacia un lugar desconocido, después de la terrible masacre finalmente lograron escapar, pero Elnora se percato demasiado tarde, pues Eri ya no respiraba... 

Ella ya estaba muerta.

Lo había perdido todo, ahora no le quedaba nada...

Años Después

Elnora tuvo a su segunda hija la cual llamo Suletta. Fue fruto de su difunto esposo Nadim, pues esa misma noche antes de irse, ambos se entregaron en un ultimo acto de amor.

Ahora vivían en una capital llamada Mercurio, una sociedad de nobles, que en su mayoría los pobladores eran caballeros que servían a la nobleza.

Los inventos de Elnora, atribuyeron al pueblo, haciendo que subiera de rango, por la cual todos la nombraron Prospera.

Suletta por su parte le impusieron desde su infancia en entrenar arduamente con la espada, pues debido a la condición de su cuerpo, debía postularse para pelear y convertirse en un honorable caballero.

El proceso de convertirse en caballero comenzaba desde la primera infancia.

El punto de partida típico para un joven de 7 a 10 años era convertirse en paje, cuando aprendía a manejar caballos, cazar y utilizar armas de juguete mientras servía a un caballero con todas las letras.

A partir de los 14 años, el siguiente paso era convertirse en escudero, que tenía más responsabilidad que un paje, aprendía a usar armas reales y comenzaba a recibir educación, especialmente el estudio de la caballería. Los escuderos ayudaban a los caballeros en la paz y en la guerra, sostenían sus lanzas o escudos adicionales, limpiaban sus armaduras y cuidaban los varios caballos que poseía cada caballero. Si todo iba bien, el joven, que para entonces tenía unos 18 años, era nombrado caballero en una ceremonia.

No obstante, los demás la discriminaban por ser una simple plebeya, pero eso no le importaba en absoluto.

Todo el tiempo se la paso entrenando, nunca socializo con sus semejantes, puesto que siempre se portaban groseros. Y en una serie de duelos, Suletta siempre obtenía la victoria.

A pesar de pasar todo el tiempo con el arte de la espada, se sentía sola... Pues anhelaba tener amigos.

Su madre nunca pasaba mucho tiempo con ella, debido al trabajo.

Aun recordaba como en sus primeros años, su madre le conto aquella historia. 

En que había tenido una hermana y que su padre había sido un caballero. Luego sucedió la masacre de esa fecha...

Ahora que tenía 17 años estaba lista para ingresar a la caballería de Asticassia.

Prometo convertirme en un honorable caballero.

𝐄𝐥 𝐂𝐚𝐛𝐚𝐥𝐥𝐞𝐫𝐨 𝐑𝐨𝐣𝐨 𝐲 𝐋𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚 - 𝐒𝐮𝐥𝐞𝐌𝐢𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora