Capitulo 2: Duelos de Caballería

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Asticassia, un Reino pacifico donde los duelos de caballería eran lo más sonado entre territorios cercanos.

Los Caballeros Reales del Reino son una organización donde los seleccionados entran y se convierten en parte del ejército del reino como un Caballero.

La asociación tiene un deber noble como protector del reino de diversas amenazas, como la invasión de países extranjeros a crímenes locales dentro del propio reino. 

Estos deberes son tratados como misiones en las cuales pueden ser logrados por cualquier Caballero donde podrían nominarse para el deber o ser nominados por un Caballero de mayor rango.

Ser un Caballero es considerado como una ocupación por parte del reino. Por lo tanto, cada miembro recibe un salario en forma regular.

Ahora millones de personas vinieron a ver y participar para abatirse en un duelo.

Suletta: ¡Vaya es increíble!

Caminaba junto con su noble potro.

-- ¿Suletta Mercury?

Suletta: ¡Si!

Una misteriosa chica de mechones azules se acercó amablemente.

-- ¿Viniste a ver los duelos? Mi nombre es Nika Nanaura, soy una herrera del Reino, puedes preguntarme lo que sea.

Suletta: Eh... Gucho musto. – haciendo reverencia.

Nika: ¿Eh? ¿Estas nerviosa?

Suletta: Es la primera vez que vengo aquí.

Nika: ¿La primera vez?

Suletta: Si. Pero, ¿Cómo es que sabes mi nombre?

Nika: Tu nombre aparece en la lista de participantes.

Suletta: Así que mamá también se encargó de eso.

En cuestión de segundos un grupo de chicas comenzó a rodearla.

-- ¿En verdad vienes de la Capital de Mercurio?

-- ¿Vive gente importante allá?

-- ¿Viniste a participar?

Suletta: En realidad quiero convertirme en un caballero.

-- ¿Eres un noble?

-- ¿Por qué viniste?

Suletta: Mi madre insistió en que viniera.

-- ¿Tu madre?

-- ¡Puff!

-- ¿Esa armadura tan anticuada también te la pones porque te lo dice ella?

Empezaron a burlarse.

Nika se quedo callada.

Suletta: ¡Por supuesto! - siendo optimista. 

-- ¿Enserio?

La chica de ojos azules volteo al ver una silueta conocida. Ese cabello plateado y vestimenta elocuente, se trataba ni más ni menos que de la princesa.

Caminaba tan elegante que los presentes se deleitaban con su belleza.

Suletta: ¡Ah! - sintió un escalofrió.

-- Miorine Rembran, soy consciente de tu situación. Súmate a la clase de caballería de inmediato.

Miorine: Si.

-- Asumiré... ¡Asumiré la responsabilidad!... Te ayudare a escapar. – cubriéndose con su escudo.

Miorine: ¿Mm? – mirando fijamente de quien se trataba dicha persona.

𝐄𝐥 𝐂𝐚𝐛𝐚𝐥𝐥𝐞𝐫𝐨 𝐑𝐨𝐣𝐨 𝐲 𝐋𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚 - 𝐒𝐮𝐥𝐞𝐌𝐢𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora