Estaba sentada en un jardín que tenían detrás del castillo exclusivamente para eventos especiales, Miorine seguía pensativa por lo que acababa de escuchar.
Volvió a la realidad al escuchar la voz de su guardaespaldas personal.
--Señorita Miorine.
Miorine: Ya lo se. Que regrese a mi habitación, ¿no?
--No. Tengo un mensaje de su padre.
Miorine: No me interesa.
--Bueno se lo leeré yo. "Miorine hare que dejes los duelos de caballería. También te buscaré un novio personalmente. Regresa de inmediato".
Miorine: Eso es todo. ¡Dame eso! – tomo el pergamino leyendo con detalle.
--¿Qué diablos es esto? Fuiste tu quien decidió que se escogería a mi prometido con los duelos. ¡El duelo lo gano Suletta! ¡No me casare con un hombre que elija ese estúpido! – dijo enojada.
--Que me lo diga a mi es inútil.
Miorine: Siempre me hace lo mismo. Nunca me consulta nada ni me explica nada. Como al apuntarme a los combates de caballería u obligarme a abandonar el piano. O decidir quienes son mis amistades. ¡I-Incluso el funeral de mi madre! – unas lágrimas bajaban por sus mejillas.
No quería que la vieran llorando, rápidamente se limpió aquellas gotas cristalinas y se fue corriendo sin dar explicaciones.
--Princesa ¿A dónde va?
Miorine: ¡Lárguense! ¡No quiero que me sigan!
--No pierdas de vista a la señorita Miorine.
Una persona escucho todo lo ocurrido y acudió donde estaba la princesa.
...
--Eres la señorita Miorine Rembran, ¿no es así?
Miorine: No te conozco ¿Quién eres?
--Soy una simple viajera que se dedica explorar más allá del mundo. He visitado varios reinos y lugares. También escuche rumores que deseabas abandonar el castillo. Yo puedo ayudarte si así lo deseas.
Miorine: ¿Puedes hacer eso?
--Si actuamos ahora, puedo enviarte a un lugar cómodo como desees.
Miorine: Lejos de este Reino. Pero...
--Puedo esperarte media hora. Toma una decisión que no lamentes.
Guardo un minuto de silencio.
Miorine: Iré.
--Bien.
Miorine: Has de sacarme de aquí como sea.
...
Minutos después, estaban marchándose ya lejos del castillo en un carruaje que pasaba desapercibido por los guardias.
Miorine: ¿Tan fácil es?
--Es cuestión de sincronización y que todo este controlado. Digamos que, conozco personas y nos volvimos aliados. Ahora lo más importante, es que debo recordarte que cuando salgamos, no podremos cambiar de rumbo. ¿Está segura?
Miorine: Si. Ya está decidido.
En el Reino.
--La señorita Miorine desapareció de nuevo.
Rey Delling: ¿Y los caballeros que la cuidaban?
--Consiguió eludirlos. ¿Quiere que cerremos todas las puertas del castillo?
Rey Delling: No. Envía una tropa a buscarla. Se que no irá muy lejos del Reino. ¿Cuándo comenzara la investigación?
--Confirmamos la llegada del representante Shin Sei
Rey Delling: Ya veo. – dejo el papeleo.
En la residencia Jeturk.
--¡¿Un Jeturk perdió un duelo con un simple plebeyo?!
Su padre le dio un golpe de escarmiento a su hijo.
--¡¿Quieres hundir la reputación del Reino?!
Guel: Perdóname, papá. – haciendo reverencia de disculpa.
--Esta vez hare que anulen el resultado del duelo.
Su hijo frunció el ceño, pero no opondría resistencia ante las exigencias de su padre.
--¡No me avergüences de nuevo!
Guel: Sí.
--Tiene visita, señor. – menciono un mensajero.
--¿Quién es? ¡No tengo tiempo para recibir visitas!
--Pues... Es el representante de Shin Sei.
--¿Qué?
Al cabo de unos minutos...
--Cuanto tiempo, señor Jeturk.
Jeturk: No nos veíamos desde hace 3 años, cuando te ascendieron a un mejor rango. Lady Prospera. Si quieres que hable con el Rey por ti, mi respuesta es no.
--En absoluto. Es justo, al contrario.
Jeturk: ¿Qué?
--Eres tú quien me pedirá a mí un favor. – sonriendo.
En cierta mazmorra.
Suletta estaba descansando en el suelo, aún seguía adolorida por los golpes y tenía mucha hambre. Su mente seguía divagando su existencia, aquel malentendido, y el problema en que se metió.
Escucho unos pasos acercarse, por lo que se levantó de inmediato, no quería hacer enojar a los guardias.
Al contemplar la silueta, era un Caballero con armadura de bronce.
--No temas. Disculpa haber interrumpido tu siesta. Me llamo Elan Ceres. Al igual que tú, también soy un caballero. El guardia me dejo hacer su trabajo, te traje comida me imagino que debes tener hambre.
Suletta: ¿Esto es una buena idea?
Elan: Toma.
Suletta: G-Gracias. – degusto.
Elan: De nada.
Termino de comer.
Suletta: ¿Y por qué haces esto?
Elan: Me interesaría saber un poco acerca de esa magia.
Suletta: Como habrás notado en realidad no suelo usar magia. Todo fue un malentendido.
Elan:Entiendo. Si necesitas saber más de lo que hay en el mundo y su fantasía cuentaconmigo. – dicho esto se marchó en un instante.
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𝐄𝐥 𝐂𝐚𝐛𝐚𝐥𝐥𝐞𝐫𝐨 𝐑𝐨𝐣𝐨 𝐲 𝐋𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚 - 𝐒𝐮𝐥𝐞𝐌𝐢𝐨
Fanfiction𝐔𝐧 𝐮𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐨 𝐚𝐥𝐭𝐞𝐫𝐧𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐚𝐧𝐢𝐦𝐞 𝐓𝐡𝐞 𝐖𝐢𝐭𝐜𝐡 𝐅𝐫𝐨𝐦 𝐌𝐞𝐫𝐜𝐮𝐫𝐲 𝐜𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚 É𝐩𝐨𝐜𝐚 𝐌𝐞𝐝𝐢𝐞𝐯𝐚𝐥. ᴀᴄʟᴀʀᴀᴄɪᴏɴᴇꜱ: ꜱᴜʟᴇᴛᴛᴀ x ᴍɪᴏʀɪɴᴇ ꜰᴜᴛᴀɴᴀʀɪ ᴜɴɪᴠᴇʀꜱᴏ ᴀʟᴛᴇʀɴᴏ Éᴘᴏᴄᴀ: ᴇᴅᴀᴅ ᴍᴇᴅɪᴀ ᴄᴏᴍʙᴀᴛᴇꜱ ᴄᴀʙᴀʟʟᴇʀᴏꜱ...