Capitulo 18. Nuevos Cambios

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Eso fue demasiado arriesgado hermanita... Si mamá se entera de esto, te meterás en problemas.

¿Eri?... ¡¿Eres tú?!... ¡ESPERA!

Me cegué por una luz brillante. Abrí los ojos pesadamente, todo me daba vueltas. Intente incorporarme, pero mis compañeros no me dejaron. Por sus caras pálidas, deduje que estaban preocupados.

¡Suletta! ¡¿Qué pasa?!

Mire a mi alrededor y me encontraba en una camilla.

Suletta: ¿Eh?... H-Hola chicos. – sonriendo.

¡Suletta!, ¡Finalmente despertaste!, ¡¿Te encuentras bien?!, ¡¿Qué sucedió?! – todos la rodearon.

Chuchu: ¡Oigan! Dejen de saturarla con preguntas. – mantuvo el orden.

Suletta: Es una larga historia... Me encontraba peleando con los enemigos e intente apagar el fuego. – de repente unos flashbacks pasaron por su mente. Eso es todo... - no quería hablar lo que paso después.

¿Hablas enserio? Chuchu y Nika nos contaron que arriesgaste tu vida por nosotros.

Suletta miro de reojo a las chicas, así que asintió con la cabeza.

De cualquier forma, deberías considerar primero tu estado en vez de saltar a la acción sin pensar las consecuencias, cabeza hueca. – menciono la peli rosada con un tono autoritario.

Suletta: Esta bien. – una gota de sudor cayo en su frente.

Ahora que había despertado, llamaron al médico para que le hiciera una revisión.

Es una suerte de que sigas con vida. Cuando te trajeron aquí, tu hemorragia no parecía detenerse. Intenté usar mis últimos medios, pero por alguna extraña razón, revisé tus signos vitales y estaban bien, solo encontré unas palpitaciones anormales en tu corazón. Eres demasiado resistente. Por ahora, te daré estas hojas medicinales para tu salud. Solo que no las consumas en altas dosis o tu cuerpo presentara efectos secundarios.

Suletta: ¿Eri?... – recordando ese flashback. ¿Eso no fue un sueño?...

Chuchu: Bueno ya es demasiado tarde, todos a trabajar. – aplaudió. Necesitamos remodelar el lugar.

Todos se despidieron de Suletta y la última en salir fue Chuchu, pero antes de irse hablo.

Desconozco lo que hiciste allá afuera esa noche. No soy nadie para juzgarte, pero solo ten cuidado de hacer uso de esa magia extraña. ¿De acuerdo?

Suletta: Sí.

(...)

Habían pasado ya 3 meses desde que Miorine y el Rey impartieron su viaje.

Después del susto que les dieron a Chuchu y compañía. El castillo se mantuvo pacifico sin ningún problema. Demasiado extraño para ser escépticos.

Suletta por su parte organizo sus tareas; entrenar, estudiar y cumplir su deber como caballero. Se sentía feliz. Pues, Miorine había regresado nuevamente a Asticassia. Aunque con una mentalidad diferente...

Tras saber los asuntos en los que se reunía su padre, no eran tan fáciles de manejar, incluso alguien tan joven como ella le era difícil administrarlo. Y sin objeciones, tenía que ceder ante las ordenes de su padre, ya que lo mencionado anteriormente, ella se encargaría de reinar en un futuro.

𝐄𝐥 𝐂𝐚𝐛𝐚𝐥𝐥𝐞𝐫𝐨 𝐑𝐨𝐣𝐨 𝐲 𝐋𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚 - 𝐒𝐮𝐥𝐞𝐌𝐢𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora