𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐓𝐮 𝐀𝐦𝐢𝐬𝐭𝐚𝐝 || Michaeng

Conociendo al suegro

Con un ramo de rosas rosadas en una mano, y un vino que casi le hace gastar la mitad de sus ahorros, Chaeyoung se encontraba lista para conocer al que podría ser su futuro suegro.

Apretó el intercomunicador para avisar al mayordomo que ya llegó. Las puertas se abrieron automáticamente para ella y entró con pasos seguros. Se prometió que haría lo mejor que pudiera para no estar nerviosa, tenía que tener confianza en ella misma.

— Pase por aquí, señorita. — la ama de llaves la guió a la sala.

Tomó asiento en el sofá esperando a que la ama de llaves comunique al señor Myoui que ya estaba aquí.

— Veo que eres puntual. — apareció repentinamente Mina detrás de ella tomándola de los hombros. 

— ¡Ah! M-mina, me asustaste. — casi se le cayó el vino que estaba entre sus manos.

— Jajaja lo siento. — se rió. — Deberías dejar eso en la mesa.

— Sí. — debía controlar sus nervios, casi echa a perder el vino.

— Me encantan estas flores. — Mina tomó las rosas que se encontraban a un costado de Chaeyoung y se sentó a su lado. — Son muy bonitas, ¿Sabías que me gustan las rosas? — preguntó mientras olía las flores.

— No lo sabía, la florista me ayudó a escogerlas. Me alegra que te gusten. — ahora ya sabía qué flores regalarle a Mina cuando tengan su primera cita de novias.

— Sé que son algo básicas pero, ¿No crees que son muy elegantes? Estas flores van bien conmigo. — echó su cabello para atrás en modo ególatra.

— Tienes razón, son bonitas y elegantes como tú.

Los ojos de Mina brillaron al oír el cumplido de Chaeyoung, trató de tapar su rostro un poco con las flores porque podía sentir que estaba sonrojada. Tardó un poco en responder con un corto "gracias" ya que se sentía tímida.

— Ehem. — el señor Myoui soltó un pequeño carraspeo para llamar la atención de las chicas. Ellas no se habían dado cuenta que él ya estaba ahí desde hace un rato.

— Buenas noches, señor Myoui. — Chaeyoung se levantó del sofá y se inclinó para saludarlo.

— Buenas noches, acompáñenme al comedor. — le dió una última mirada antes de comenzar a caminar sin mirar atrás.

Debía admitir que estaba algo nerviosa, el señor Myoui se veía más frío que Mina cuando la conoció.

Una vez con la comida ya servida, el señor Myoui comenzó a hacer sus preguntas.

— Así que te llamas Son Chaeyoung ¿No?

— Sí, señor.

— Dime, ¿Qué carrera vas a estudiar? — preguntó mientras cortaba refinadamente su bistec.

— Quiero estudiar artes, siempre he amado dibujar, y no es por presumir pero soy muy buena en eso jaja. — comentó con un pequeña risa.

— Artes eh... ¿Cuánto ganan en eso?

— ¡Papá! — Mina lo miró molesta, no quería que haga sentir incómoda a Chaeyoung.

— Bueno... Sé que es difícil tener grandes ganancias en esa carrera, pero mi meta es tener mi propia exposición de arte. Quiero que todo el mundo vea mis cuadros, eso sería un sueño hecho realidad para mí. — dijo con una sonrisa.

Sus palabras hicieron que Mina se sintiera orgullosa de que a Chaeyoung no le intimidara las preguntas de su padre, le gustaba que fuera ella misma.

El señor Myoui solo se limitó a observar seriamente cómo su hija admiraba con un brillo en sus ojos a Chaeyoung después de haber respondido sin titubear a su pregunta, eso fue suficiente para confirmar sus sospechas.

El tiempo pasó volando y ya era hora de que Chaeyoung regresara a casa.

— Gracias por la comida señor Myoui, estuvo deliciosa.

— De nada. — respondió. — Mina, despídete para que pueda hablar con ella a solas.

— Si me entero que le dijiste algo malo no te voy a perdonar. — advirtió. — Nos vemos mañana Chaeyoung. — se despidió.

— Hasta luego Mina.

Chaeyoung tenía miedo, mucho miedo de lo que se venía a continuación.

— S-señor-

— No creas que no escuché lo que le dijiste a mi hija en la sala. — dijo con los brazos cruzados mientras la retaba con la mirada.

— A-ah s-solo fue un cumplido, n-no es lo que parece. — dijo totalmente nerviosa.

El señor Myoui no le creyó nada.

— Solo quería decir que estás aprobada.

Habiendo dicho eso, cerró la puerta dejando a Chaeyoung estupefacta.

¿¡Qué se supone que significaba eso!?