¡Jinko!
Eso fue lo último que escucho antes d perder la conciencia ¿Estaba alucinando?
Le alegraba saber que lo último que había estuchado era la voz del amor de su vida, aunque tal vez haya sido falsa.
Pasaron un par de minutos, tal vez mucho más pero él lo sintió como si fuera nada.
Escuchaba como habían voces que venían, unas más lejos que otras.
¿Había muerto y estaba en el cielo acaso? ¿Tal vez el infierno?
Sintió sus ojos arder y la luz de repente se filtro por sus pestaña.
Entonces decidió abrir los ojos, esto completamente lento y pesado. Casi tortuoso.
Lo primero que vio fue una intensa luz blanca, no podía ni enfocar bien.
Intento mover sus manos pero una de ellas parecía fuertemente aprisionada.
Cuando sus ojos de acostumbraron a luz, miro a su derecha y ahí lo vio.
Su mano era tomada por otras dos manos temblorosa, la frente del joven estaba pegada a la unión, casi como si le rogara a Dios por algo.
– ¿Ry-Ryuu? – Logro decir.
Akutagawa levanto su cabeza de golpe y casi salta encima suyo.
Aún tenía su uniforme puesto, tal vez no había pasado tanto tiempo.
– Jinko, mi amor... Dios mío, pensé que iba a perderte... Dios, gracias. – Lo abrazo con suavidad, era conciente de las heridas.
– ¿Dónde estamos? – Pregunto confundido.
Akutagawa beso su mejilla con dulzura y puso sus manos al rededor de su rostro.
– En el hospital de Mori-sensei. – Le dijo. – Iré a avisar a las enfermeras.
Atsushi asintió y espero hasta que su novio volviera.
Una vez de vuelta el azabache volvió a tomar las manos de atsushi y las beso con ternura.
– Creí que no podría volver a verte y estaba a punto de perder la cabeza. – Le dijo con la voz rota. – Estaba en medio del trabajo con Gin y tuve que dejarla sola, sentía que debía buscarte y llame a Dazai-san... Él me dijo que llevabas más de una hora sin volver y estaba preocupado, conozco los detalles del caso que llevan, Minoura-san nos había comentado un poco de ello y solo pude angustiarme más, no sé que fue lo que pasó pero logré llegar, te caer al suelo y pensé lo peor... Si no fuera porque Dazai-san llegó también, tal vez hubiese disparado a matar.
Atsushi lo veía fijamente mientras hablaba.
Akutagawa estaba llorando.
– Mi vida, sé que eres fuerte y muy inteligente, pero ¿Qué hacías allí solo? ¿Por qué no fuiste con alguien más? Así sea Kunikida-san. – Los ojos negros de Akutagawa estaban repletos de lágrimas.
– Yo... Lo sintió Ryuu. –
– No es tu culpa cielo, me alegra que estés con vida. –
Luego de eso, Yosano fue quien entró a la habitación, acompañada de Osamu.
– ¿No eres demasiado cruel conmigo Nee-san? – Le cuestionó recién entraron.
– No vamos a seguir hablando de esto mocoso. – Le miro feo.
Ambos se detuvieron cuando llegaron al frente de la cama de Atsushi, ninguno dijo nada de las lágrimas del azabache.
Atsushi pensaba que Dazai se iba a burlar pero no pasó, de hecho la mirada del castaño refleja preocupación y miedo.
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Little candys - BSD (omegaverse)
FanfictionRanpo amaba con su vida tres cosas, a su esposo Edgar, los dulces y especialmente a pequeños rayos de sol, sus dos hijos. - ¡PAPÁ ANNIE TIRO LA BIBLIOTECA! - ¡NO LE CREAS, ES MENTIRA! ✓ Historia 100% mía ✓ Fluff, comedia ✓ Omegaverse ✓ Contenido L...