Little White Lies [JaeYong]

d i e c i s é i s

Habían pasado dos días desde su baby shower y TaeYong no podía dejar de pensar en el obsequio que YoonOh le envió para la cosa. ¿Acaso ya lo había descubierto? No, no había manera... A menos que hubiera recordado que ya había estado en esa casa y para que había estado ahí, además, de lo que pasó la noche antes de que se fuera... No, no podía ser posible porque había pasado mucho tiempo desde aquella noche y seguramente YoonOh no creería que era su bebé porque según ellos, el lindo castaño de hoyuelos había terminado fuera, pero cuando TaeYong llegó a casa tuvo que limpiar rastros de semen que habían en su entrada.

—¡TaeYong! —lo llamó TaeMin por quinta vez, haciéndolo dar un brinquito.

—¿Eh?

—¿Ya decidiste de que color se pintara la habitación? —TaeYong recordó lo que estaba haciendo antes de pensar en YoonOh y negó mirando las muestras con atención.

Cuando todos los invitados se fueron, sus hermanos y sus cuñados ayudaron a limpiar y a organizar un poco los regalos. 

—¿Dónde meteré todo esto? —preguntó TaeYong terminando de doblar la ropita que le dieron y poniéndola en un cesto que YoungHo le había acercado.

—Sobre eso... —Ten se acercó a él—. TaeMin y yo hemos hablado y creemos que lo correcto es que la cosa viva en el clóset...

—Sé que no es el bebé más planeado del mundo, pero no lo pondré en el cajón de los cinturones —rió.

—A lo que Ten se refiere es que el clóset será tu habitación. Obviamente tendremos que sacar todo, pintar y acomodar todo como a ti te guste, pero tenemos dos super novios que lo harán por nosotros, ¿verdad? —los mencionados asintieron.

—¿Y nuestra ropa? —preguntó asustado, ya que entre los tres tenían demasiada y él sabía que no cabrían en un closet de tamaño convencional, por eso mismo tenían una habitación designada a ello.

—Bueno, podemos guardar un poco en tu habitación y la demás en la nuestra —respondió el mayor de los tres—. Además, tenemos docenas de ropa que no hemos usado en mucho tiempo, podríamos dornarla.

—O venderla —agregó Ten.

—Esos cambios serán costosos —dijo TaeYong abrazándose a sí mismo.

—Te diría que puedo pagarlo sin problemas, pero te negarás —dijo YoungHo—, así que yo les prestaré el dinero.

—D-de verdad no es necesario, puedo acomodar la cuna en la habitación y haré un espacio en el closet para la ropa de la cosa.

—Sería mejor que tú y la cosa tuvieran su espacio... —habló MinHo por primera vez y TaeYong pensó que tenía razón, ya que si la cosa no dormía, no molestaría a sus hermanos estando en su propia habitación.

Así que ahí estaban, desarmando los muebles mientras que TaeYong elegía la pintura y las decoraciones para su habitación. Sin pensarlo más, eligió el color azul pastel como base y visualizó un par de figuritas pintadas de blanco por toda la habitación.

—Se verá muy lindo —exclamó Ten—. La cunita es blanca y la tina también. Pintaremos tu cama de blanco para que esté en armonía con todo lo demás. ¿Qué dices?

TaeYong en lugar de responderle, comenzó a hacer pucheros y sollozó asistiendo. Todos en la habitación exclamaron con ternura y se acercaron a él para abrazarlo, mientras él se disculpaba por aquello diciendo que la cosa lo tenía muy sensible.