Little White Lies [JaeYong]

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Ya habían pasado dos semanas desde su última cita con el doctor y en ese tiempo, su vientre se había hinchado un poco, pero no tanto como para que la gente lo viera en el transporte público y le cediera su asiento. Los dolores abdominales habían disminuido, su rostro estaba radiante como antes, la falta de apetito se había ido y solo tenía naúseas cuando olía algo realmente desagradable o cuando pasaba bastante tiempo sin comer, o cuando comía algo que a la cosa no le agradaba; además, las cosas en su trabajo iban de maravilla, se llevaba bien con sus compañeros, los clientes eran muy amables y su jefa eran tan considerada con él que sentía no merecer ese trato.

Por esa parte se sentía bastante bien, pero por otro lado, la idea de no haberle dicho a YoonOh acerca de su embarazo lo atormentaba y no era porque le preocupara criar al bebé solo, no; lo que relamente le preocupaba era que había leído en diferentes foros para papás primerizos acerca de si el historial clínico familiar era importante y en todos decía que era fundamental para el correcto desarrollo y crecimiento del bebé.

Una parte de él se preguntaba por qué carajos no le había dicho si era tan fácil escribir un par de palabras, pero otra parte de él le decía que no podía hacerlo porque él ya tenía una novia, con la cual lucía muy feliz y enamorado, así que no les iba a arruinar la vida con el pequeño bastardo que tendría, porque sí, él mismo estaba consciente de lo que sería su bebé llegando a la relación de YoonOh.

Decidió no pensar más en eso, ya que desde hacia días había estado pensando en tomar un decisión bastante radical que no había hablando con nadie, ni siquiera con sus hermanos, pero que cada vez se veía más factible.

Terminó de incorporarse sobre su cama y luego de estirar su cuerpo cuidadosamente, salió de la habitación en silencio. Tomó una ducha con agua caliente y buscó algo cómodo para ponerse, ya que cuando llevaba vaqueros de mezclilla y le hacían el ultrasonido, el borde de la prenda llegaba a irritar su vientre. Fue directamente a la cocina, preparó un té de limón y comenzó a buscar pan dulce en la alacena para comer un poco antes de irse. 

—¿A dónde vas? —preguntó TaeMin luego de bostezar con fuerza.

—Al trabajo —dijo mientras buscaba sus vitaminas para meterlas en su bolso.

—¿Tan temprano? —frunció el ceño y volvió a bostezar.

—Sí, es que saldré temprano para mi cita con el doctor, así que ayudaré a hornear los pasteles que se venden en la cafetería.

—Estás encinta, tú jefa no debió pedirte eso.

—Yo le insistí, además me dijo que no me pondrá a cargar nada —y no mentía, SoonKyu al principio le había dado permiso de salir temprano sin ninguna condición, pero él creyó que debía pagar el tiempo de cierta manera, así que le pidió que lo dejara  ayudar antes de la apertura del lugar. 

—De acuerdo —lo miró con los ojos entrecerrados—. ¿Quieres que te acompañe a tu cita?

—No, solo será un simple chequeo —se encogió de hombros con una sonrisa y terminó de beber su té.

—Nos llamas si necesitas algo, ¿bien? —su hermano asintió con una leve sonrisa y él volvió a la cama. 

TaeYong lavó la taza que había ensuciado y fue al baño para peinarse y lavar sus dientes. Salió de casa en silencio y caminó hasta la parada de autobús más cercana para emprender su camino hacia el trabajo.

—¡TaeYong! —lo saludó con euforia su jefa desde que lo vio girar en la esquina de la calle. Él se acercó con una sonrisa nerviosa y saludó a todos con una pequeña reverencia—. No tienes frío, ¿cierto? —preguntó preocupada—. Olvidé las llaves en casa de mis padres y mi hermano me las traerá pronto.