Little White Lies [JaeYong]

d i e c i n u e v e

En cuanto la hermosa novia de YoonOh entró y saludó a todos, Ten la odió, y aunque sabía que estaba mal juzgar a alguien sin siquiera conocerle, simplemente él no lo pudo evitar, así que cuando aquella chica se acercó a saludarlo, mostró la sonrisa más falsa que tenía y estrechó su mano con aquella mano huesuda decorada con unas largas uñas acrílicas y joyería en exceso.

—¿Por qué no se conocen mientras les traigo unas bebidas? —preguntó YoonOh antes de volver adentro y dirigirse hacia el bar del departamento.

—Entonces... ¿Cuánto tiempo llevan con DoYong y YoungHo? YoonOh y yo llevamos siete meses y ya estamos comprometidos —sonrió ampliamente mostrando su estúpida y perfecta sonrisa, tan perfecta que casi no se dan cuenta de que pronunció mal uno de los nombres. 

—Felicidades —dijo JungWoo con una sonrisa que Ten podía reconocer como falsa—. DoYoung y yo llevamos diez meses juntos...

—¿Y aún no te lo propone?

—Honestamente no es como que tenga mucha prisa... —dijo nervioso.

—Estoy segura de que pronto pedirá tu mano —volvió a sonreír—. ¿Y tú cuanto llevas con YoungHo?

Antes de que Ten pudiera responder, YoonOh la llamó, ya que no estaba seguro de como se preparaba su coctel favorito.

—Vaya, perra... —susurró para sí mismo, pero fue escuchado por el chico a su lado.

—Pensé que había sido mi impresión solamente —JungWoo rió y ambos se recargaron en el barandal del balcón para mirar hacia la ciudad a sus pies.

—Yo pensé que ya la conocías —dijo Ten con sorpresa.

—Es la primera vez que la veo, de hecho es la primera vez que todos la vemos, incluído YoungHo.

—¿De verdad no la conocía nadie hasta hoy? —JungWoo negó con una mueca y él pensó que no tenía sentido que los Gong fueran tan unidos y no hubieran conocido aún a la prometida del menor de ellos.

Cuando la chica volvió con ellos, se dieron cuenta de que no era tan mala como pensaban, solo se trataba de la típica rubia tonta de las películas americanas, aunque ella no era rubia. Ellos solo asentían sin realmente poner atención a lo que decía y trataban de cambiar de tema, ya que se empeñaba en relucir su relación con YoonOh. Por suerte, su martirio terminó pronto, ya que el timbre sonó, anunciando la llegada de un invitado más. 

Taeil los llamó a la sala y luego de tenerlos a todos ahí, fue a abrir la puerta para volver con un chico de cabello castaño, piel color canela y un fino y bello rostro adornado con un par de lunares que asemejaban una constelación. 

—Chicos, les presento a mi novio, HaeChan. Bebé, mis tontos amigos y sus parejas —el chico hizo una reverencia bastante tensa.

—¿Dónde te bronceaste? —preguntó la -no- rubia tonta provocando un silencio bastante incómodo—. Tengo una crema que blanquea la piel en una semana.

—Ven, amor —YoonOh la tomó de la cintura y la llevó hacia la barra para preparle otro coctel.

Los demás notaron como HaeChan miraba triste hacia el suelo, así que Ten se acercó a él con una sonrisa y se presentó seguido de JungWoo. 

—Tengo que mostrarles algo —el peli-naranja tomó a ambos de la mano y los llevó hasta la habitación de DoYoung. Al entrar, cerró la puerta y HaeChan sollozó bajito—. No le hagas caso a esa tonta —HaeChan sorbió su nariz y asintió.