Capitulo 22

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Tal como había prometido, Cade la recogió a las siete y media. Las mariposas en su estómago revoloteaban incansables, haciendo que se sintiera más nerviosa de lo que ya estaba. Le sonrió al ama de llaves que iba a cuidar de Steven esa noche, alisó con la mano las arrugas de su vestido verde y se preguntó por centésima vez si su aspecto era aceptable.

El cuerpo era de gasa y se ajustaba a su amplio busto, se ceñía a la cintura y la falda le llegaba a las rodillas. Era su vestido favorito para las citas, pero esa noche no le parecía lo bastante bueno.

Iba a tener una cita con Cade Rowan. ¡Cade Rowan! No dejaba de pensar en el hombre al que había conocido en la barra de una discoteca, distante, inalcanzable. Pero ahora lo conocía mejor y sabía que también sonreía y bromeaba. Ahora le resultaba más real.

Y te desea.

No necesitaba recordar esa información. Contuvo el aliento y se ruborizó. Era demasiado exigente consigo misma. Se encogió de hombros al pensarlo y abrió la puerta principal de la casa para dejarle entrar.

Cade sonrió, admirando su figura curvilínea. Apretó la mandíbula sin poder evitarlo y contuvo la respiración mientras admiraba su fantástico cuerpo maduro.

La confianza de Tessa regresó en cuanto vio el brillo posesivo en sus ojos. Se cuestionaba a sí misma sin motivo. Cade había dejado muy claro con sus palabras y su cuerpo que quería acostarse con ella. Quería besarla. Quería dejarla embarazada. ¿Qué más quería para convencerse de que era lo bastante buena para él?

— ¿Te gusta lo que ves?

A Cade le brillaron los ojos y sus labios se curvaron en una sonrisa. —

Demasiado, la verdad.

Tessa se acercó y lo abrazó, besándole en la mejilla. — Entra un momento mientras voy a por mi chaqueta, por favor.

— Claro. — Rio, entrando en la sala de estar y mirando a su alrededor.

—Tienes una casa preciosa.

Tessa rio. — Gracias. A mí me gusta mucho.

Cade la observó mientras tomaba su chaqueta y acercándose, la ayudó a ponérsela. Ladeó un poco la cabeza, sonriéndole agradecida. — Gracias.

Los trillizos del multimillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora