Un día, mientras Izuku exploraba el bosque, se encontró con una mujer rubia que llevaba una bata blanca y unas gafas. Se presentó como la doctora Helena Walker, una bióloga y paleontóloga que había llegado al ARK hacía unos años. Le explicó que estaba estudiando los animales y las plantas del lugar, y que había escrito unos documentos llamados dossiers con sus observaciones y consejos.
Izuku se sintió intrigado por la doctora y le pidió que le enseñara más sobre el ARK. Helena accedió a ayudarlo, y le mostró cómo usar el dispositivo de su brazo para acceder a los dossiers y a otras funciones útiles. También le enseñó cómo recolectar materiales, fabricar objetos y domesticar criaturas con más eficacia.
Gracias a la ayuda de Helena, Izuku pudo mejorar sus habilidades de supervivencia y aprender más sobre el mundo que lo rodeaba. También se hicieron buenos amigos, y compartieron sus experiencias y sus sueños. Helena le contó que su objetivo era descubrir el secreto de los obeliscos y las estructuras metálicas que había en el ARK, y que creía que había una forma de escapar de allí. Izuku le dijo que él también quería saber la verdad, y que estaba dispuesto a acompañarla en su aventura.
Así comenzó la alianza entre Izuku Midoriya y Helena Walker, dos supervivientes del ARK que se unieron por su curiosidad y su valentía. Juntos, se enfrentarían a los desafíos más difíciles y a los misterios más profundos que les esperaban en el ARK.
