Izuku y Helena se despertaron en el arco verde, después de haber derrotado al tercer jefe del ARK: la broodmother. Estaban felices y enamorados, y decidieron ir al centro, donde se encontraba el secreto del ARK y la oportunidad de convertirse en Homo Deus.
Pero antes de ir al centro, necesitaban mejorar sus equipos y sus habilidades. Así que se dedicaron a recolectar recursos, fabricar objetos y domesticar criaturas con más eficacia. Usaron el terminal de su cabaña para acceder a los dossiers de Helena y a otras informaciones útiles sobre el ARK y sus habitantes.
Gracias a eso, consiguieron nuevos crafteos y monturas que les facilitaron su aventura. Algunos de los crafteos que obtuvieron fueron:
Un láser, que les permitía disparar rayos de luz que perforaban a sus enemigos y cortaban obstáculos.
Un escudo de energía, que les daba más protección contra los ataques enemigos.
Un jetpack, que les permitía volar por el aire y moverse más rápido.
Un escáner, que les permitía analizar los objetos y las criaturas que encontraban.
Algunas de las monturas que domesticaron fueron:Un giganotosaurus, un dinosaurio carnívoro y colosal, capaz de destrozar a sus rivales con sus mandíbulas y su fuerza.
Un wyvern, una criatura fantástica con cuerpo de reptil y alas de murciélago, capaz de volar por los cielos y lanzar fuego, rayos o hielo.
Un megalodon, un tiburón gigante y voraz, capaz de nadar por el agua y morder con sus dientes.
Un rock drake, un reptil escamoso e invisible, capaz de trepar por las paredes y camuflarse con el entorno.
Con estos nuevos crafteos y monturas, Izuku y Helena se sintieron más preparados para ir al centro. Se dirigieron al obelisco blanco, donde introdujeron los implantes que habían obtenido al derrotar a los tres jefes del ARK: el dragón, el megapithecus y la broodmother. Al hacerlo, el obelisco se iluminó y se abrió un portal. Izuku y Helena se miraron con determinación y se tomaron de la mano. Juntos, entraron al portal.El portal los llevó a una zona llamada el centro. Era un lugar futurista y tecnológico, lleno de luces y pantallas. En el centro, había una gran plataforma circular rodeada de pilares. En lo alto, se veía una esfera brillante que parecía contener algo importante.
Izuku y Helena se bajaron de sus wyverns y los dejaron en un lugar seguro. Luego, se acercaron a la plataforma y activaron el terminal que había en el medio. En la pantalla, apareció un mensaje que decía: "Bienvenidos al centro. Este es el lugar donde se revela el secreto del ARK y se ofrece la oportunidad de convertirse en Homo Deus. Para acceder a la esfera, deben responder a una pregunta: ¿Por qué quieren convertirse en Homo Deus?"
Izuku y Helena se sorprendieron al leer el mensaje. No esperaban tener que responder a una pregunta tan difícil. Se miraron con duda e inquietud.
¿Por qué querían convertirse en Homo Deus? ¿Qué significaba eso? ¿Qué implicaba eso? ¿Qué consecuencias tendría eso?
Izuku y Helena no lo sabían con certeza. Solo sabían que habían llegado hasta allí por curiosidad, por valentía, por amor.
Pero quizás eso era suficiente.
Quizás eso era lo que los Homo Deus querían saber.
Quizás eso era lo que los hacía dignos.
Así que Izuku y Helena decidieron responder a la pregunta con sinceridad. Usaron el teclado del terminal para escribir su respuesta:
"Queremos convertirnos en Homo Deus porque queremos saber la verdad sobre el ARK y sobre nosotros mismos. Queremos convertirnos en Homo Deus porque queremos superar nuestros límites y explorar nuevas posibilidades. Queremos convertirnos en Homo Deus porque queremos estar juntos para siempre, como iguales y como amantes."
Al terminar de escribir, pulsaron la tecla de enviar. En la pantalla, apareció un mensaje que decía: "Respuesta aceptada. Acceso concedido. Bienvenidos a la esfera."
La esfera que había en lo alto de la plataforma se abrió y dejó ver un hueco. De él, salió un rayo de luz que iluminó a Izuku y Helena. Los dos sintieron una extraña sensación en sus cuerpos y en sus mentes.
¿Qué pasaría ahora? ¿Qué les esperaba en la esfera? ¿Qué sería de ellos como Homo Deus?
Izuku y Helena no lo sabían con certeza. Solo sabían que habían llegado hasta allí por curiosidad, por valentía, por amor.
Y quizás eso era suficiente.
Quizás eso era lo que los hacía felices.
Quizás eso era lo que los hacía humanos.
Así que Izuku y Helena decidieron entrar en la esfera con confianza. Se tomaron de la mano y se miraron con ternura. Juntos, entraron en la esfera.
Esta es la historia de Izuku Midoriya y Helena Walker, los supervivientes del ARK.