Un lazo inquebrantable [Omegaverse] [Ballister X Ambrosius]

20

El sol se asomaba por las colinas y Ballister se preparaba un café que le venía de forma estupenda, sonrió al ver a Nimona con su cabello hecho un desastre mientras se tallaba los ojos

—Buenos días—Nimona levanto su mano en señal de saludo antes de abrir su pequeño refrigerador

—¿¡Qué!?—El grito de la pelirosa asusto a Ballister que volteo de inmediato—¡¿Dónde está mi pizza!?—Ballister suspiro

—Te la comiste ayer—Al escuchar aquello la cambiaformas parpadeo repetidas veces mientras intentaba recordar si lo que el moreno decía era cierto

Al lugar llego Meredith la cual se despertó por el grito de Nimona, Ballister sonrió y les pidió sentarse para repasar el plan mientras les preparaba una taza de café

—Recuerden, nos dividiremos en tres, yo voy a estar en el jardín del palacio, entrar no será complicado, las excursiones del instituto sirvieron de algo—Ballister recordó los viajes con una sonrisa
—Nimona—Señalo a la pelirosa—Tú te encargarás de sacar a los caballeros del palacio con la distracción de los fuegos artificiales—Nimona asintió—Meredith, tú vas a hablar con el escudero, necesito saber si también tengo su apoyo—La alfa asintió

Ballister se encontraba escondido entre los arbustos cercanos al palacio, esperaba ver los fuegos artificiales de Nimona para actuar, sin embargo, una voz llamo su atención, al asomarse un poco más vio al rubio viendo las distintas flores que había, el corazón de Ballister empezó a latir e inconscientemente sonrió, pero esta leve sonrisa desapareció al ver a Bianca acercarse al rubio y darle un beso en la mejilla

Nimona terminaba de acomodar varios cohetes en un puesto del mercado abandonado, al tener todo preparado sonrió y los encendió, las explosiones no se hicieron esperar, Nimona miraba asombrada el espectáculo que había ocasionado y tomo la forma de Ballister al ver a varios guardias llegar al lugar para empezar a lanzar cosas

Ballister sonrió al ver a varios caballeros salir del palacio

—Su majestad, Ambrosius, es Trabuco Negroni, está en este momento en el mercado—Ambrosius sintió que su alma volvía a su cuerpo, el moreno estaba vivo

—Vamos—Menciono serio antes de irse con los caballeros, Bianca solo miro como se alejaban y se acercó a las rosas antes de tocarlas con delicadeza, Ballister solo miraba como la omega se viajaba por todo el jardín, pero recordó por lo que estaba ahí así qué salió del lugar

—Bianca, ¿cierto?—Bianca se giró asustada al escuchar la voz del moreno y saco de su bolso unas tijeras—Tranquila, no voy a lastimarte—La omega empezó a bajar las tijeras al ver de quién se trataba mientras el moreno se acercaba con cuidado

—¿Qué haces aquí?—La mujer termino de acercarse y tomo la mano del moreno para llevarlo aún más adentro del jardín—Listo, aquí no nos pueden ver—Menciono la omega una vez entraron a lo que parecía ser un laberinto, Ballister miraba asombrado esa parte del jardín sin duda era hermosa, sin embargo, su atención se fue a la omega la cual le invito a tomar asiento—Dime, ¿Qué quieres?—El omega no noto hostilidad en la chica aunque eso quería aparentar

—Quería hablar contigo—Ballister se acercó y tomo asiento, al hacerlo se quejó, su herida aún dolía, Bianca no quitaba la vista del omega

"Ahora que lo veo con más detalle si es atractivo, Ambrosius tiene buenos gustos"
Pensó la chica de ojos miel

—Eres un hueso duro de roer, ¿Qué quiere hablar conmigo el criminal más buscado del reino?—Ballister sonrió ante el halago

—Quiero que me ayudes—Bianca quedo abierta, esperaba todo menos eso; sin embargo, cierta parte en ella se revolvió, ¿debía ayudarlo?