Capítulo 11

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Noa


Siento la luz incidir a través de las cortinas... Jodidas manías de no tener persianas, con lo útiles que resultan en mañanas de resaca. Intento esconderme bajo las sábanas pero antes de que pueda hacerlo Katie entra por la puerta y grita:


-Buenos días nueva y sorprendente Noa. Te traigo café.- Está radiante y lleva unas gafas de sol que le cubren la mitad de la cara y no pegan del todo con su estilo.


-¿Qué hora es?


-Las dos.


-Mierda. ¿Cómo llegué a casa ayer?


-Bueno... creía que tardaría más en contártelo, pero Noa, siento decirte que ayer robaste un banco y fuiste arrestada. Me debes 10000 pavos.


-¿Qué?-digo alarmada.


-Era broma-dice riendo.-sólo quería ver tu cara. Ian te trajo. De repente, te dormiste o te desmayaste, no estoy muy segura. Y, bueno, él y John tuvieron una pequeña bronca. Pero están vivos, tranquila.


-Joder.-digo llevándome una mano a la cabeza.-¿Café?-digo intentando sonreír.


-Sí amiga, será mejor que tomes algo. Te he traído uno, pero los chicos han dicho de ir a Coffos.


-Vale. Dame quince minutos.- digo levantándome. Necesito una ducha.


No sé qué mierda me llevó a comportarme así ayer. Bueno, sí lo se, mi novio, mi ahora exnovio, de hace tres años me puso los cuernos (en mi cara) mientras yo creía que estaba en casa, estudiando. Tonta de mí, no quiero ni pensar que hizo el año pasado sin mí aquí. Pero bueno, en cierto modo puedo llegar a comprender parte de su situación. ¿Quién querría estar con una ex-loca, mojigata e intentodeserperfecta? Hablaré con él cuando sea el momento, no quiero que las cosas acaben así, pero por ahora no me creo capaz ni de mirarle a la cara.

La cuestión que ahora mismo no deja mi mente tranquila es, que recuerdo cada segundo de anoche, y absolutamente cada instante que dedique y me fue dedicado por parte de Ian, como me besó y como poco después desapareció, para luego reaparecer y encontrarme tumbada en el sofá intentando dormir. Sin coche, Katie bailando con Flavia y un montón más de gente era mi única salida, el sofá. El tiempo que no estuvo lo dediqué a conocer a gente, bailar y reírme. Cuando reapareció, me cogió en brazos y me llevó a su coche, me trajo a la residencia y simplemente me dejó en la cama y se fue. Nada más. Y no se qué voy a hacer cuando le vea. Mucho menos qué hará él. Salgo de la ducha y vuelvo a mi ropa de siempre, unos vaqueros y una camiseta cualquiera.


Katie no me pregunta sobre Ian y en parte lo agradezco porque no sabría qué decir. Aun así nos pasamos el viaje a Coffos hablando de anoche. Cuando entramos en la cafetería, los chicos ya han llegado y están esperándonos para pedir.


-Buenos días chicos.-digo sentándome junto a Ben en la mesa.


-¿Resaca?


-Ya no.-digo riendo.


Te necesito. IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora