10.- La Paliza

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-Sera mejor que le entreguemos el vestido a los ladrones. -comento Leticia. -Si eso es lo que quieren... así se irán ¿no?

-Yo puedo entregarlo. -me ofrecí como voluntaria y ambas me observaron. -¿Que?

-Dime una cosa...-comenzó Valentina con mirada acusadora. -¿Que hacías en el cubículo donde, precisamente yo estaba poniéndome ese vestido?

-Pues...-En un rápido y ágil movimiento, arrebaté la prenda que llevaba sobre el brazo la castaña. -¡Adiós, fue un placer!.-respondí a los gritos e insultos fúricos de Valentina mientras corría con el vestido en brazos.

Corrí hacia el punto de reunión con Jimena, la cual se encontraba apoyada sobre uno de los muros examinando el área.

-¡¡Por fin!!.-tomó el vestido y lo guardo en el bolso deportivo negro.

Jimena era una de mis compañeras de "trabajo" prefería no llevar máscaras, decía que no era una cobarde... Como cierta persona.

-Los hombres del ruso rodearon el lugar, Jimena, y hay rehenes en la sala principal.-le avise con algo cargado en la voz que ella pudo identificar al instante. Bufó y respondió.

-Valdés al rescate. ¡Muévete, y te juro que si nos atrapan te mato!

-¡¡Cool!!

Corrimos hacia la azotea y dejamos el bolso a salvo. Nos adentrábamos hacia la sala cuando, en el lateral de la sala unos tres hombres se abalanzaron contra nosotras.

Jimena logro noquear a uno de una patada y al otro lo pude inmovilizar contra una vidriera con accesorios de lo último en modas.

Al tercer tipo se le sumaron cuatro más y compartimos una rápida mirada.

-Yo derecha. -Exclame explayándome contra un tipo con arma de fuego. Jimena logró controlar fácilmente a dos que intentaron agarrarla por los hombros, propinándoles patadas a diestra y siniestra.

A mí en cambio, me toco la parte más difícil porque. Uno de los tres hombres que me toco sujetó mi cabeza y la estrelló contra la puerta de la entrada a las pasarelas. Otro hombre fornido me agarro de la polera y me lanzó lejos. Una amable vidriera de más joyas de moda, amortiguo mi caída y mientras los fuertes centellares de vidrios caían sobre mí, se me dificultó mirar hacia donde había quedado el tipo.

No fue muy difícil distinguirlo ya que volvió a sujetarme por la manga como a una muñeca de trapo y volvió a lanzarme escaleras abajo.

Doloroso, y mucho.

A este punto había perdido la sincronización con Jimena y desconocía su paradero.

-¿Eso es todo lo que tienes, simio?.-jadee en busca de aire entre la máscara, adolorida. Intente levantarme, pero había aterrizado tanto sobre la pierna, que ya no me respondió. -Ush, estúpida Chona...

Opte por la última opción fiable que me quedaba. Me incorpore en el suelo para observar a un tipo frente a mí con un arma apuntando a mi rostro.

-Yo también tengo una. -levante el arma que usaba normalmente mientras lo observaba con un solo ojo apuntando hacia su rostro desde el suelo, con las pulsaciones aceleradas, porque mi arma era de juguete pero la suya muy de verdad.

El hombre repentinamente coloco los ojos en blanco y procedió a desmayarse junto a mí en el suelo.

Al levantar la vista, me encontré con una castaña de ojos azules sujetando un bate de béisbol. Aun mantenía los ojos abiertos observando al tipo inconsciente a mi lado con terror.

-¿Lo mate?.-casi sonó a afirmación y a crisis existencial.

-No, creo...-me incorpore a duras penas y le tome el pulso. -Esta vivo... creo.

-No puede ser...-lanzó el bate lejos y se miró las manos como si estuviesen manchadas de sangre de por vida.

-Oye tranquila, no esta muer...-El tipo supuestamente muerto abofeteo mi rostro y se hizo con el arma en tiempo récord. Disparándola mientras me apuntaba con la banderita roja.

En un movimiento rápido y torpe Valentina se hizo de nuevo con el bate y volvió a golpear al tipo por segunda vez.

-Tienes estilo, amiga. -comentó Jimena tras Valentina y ayudó a levantarme. -Y tú, me decepcionas.

-¡Me dejaste a los tres!.-replique cojeando hacia la entrada a las tarimas.

-Leticia, Sergio y yo, escuchamos los vidrios y nos dividimos. -comentó Valentina mientras caminaba junto a nosotras. -Los hombres ya se estaban retirando cuando llegamos porque Sergio logro llamar a la policía, así que no fue necesario entregar el vestido.-me lanzo una mirada acusadora y le hubiese sonreído de no haber llevado la máscara.

-Así que nos devolvimos para que te dieran una paliza, gracias niña. -Comento Jimena llevándome del brazo.

-¡¡Hasta luego!!.-grite a la castaña con entusiasmo y me saco el dedo medio.

Muy poético todo...



****



Entre las disculpas de mis padres y las del gerente de seguridad de la academia de modas, la experiencia dentro de las pasarelas y los vestuarios casi se pusieron al mismo nivel.

-Y tenían que ver a Valentina encerrada en el cuarto con una de las delincuentes...-Contaba Leticia mientras todos alzaban las cejas y la bombardeaban con preguntas tontas.

Es que nada más acordarme de aquella vástaga con ojos cafés, me hervía la sangre. Apuesto a que no existía una persona más odiosa en la faz de la tierra.

-Eso no es cierto, intentaba cooperar para terminar con toda aquella situación...-la voz me flaqueo debido a que a medida que lo contaba sonaba aun peor.

-¿Y por eso te sonrojas, Valen?.-cuestiono Evelyn.

-¿Saben qué? tengo muchas otras cosas que hacer, para estar aquí hablando de un ser al que es imposible que me dé mas igual...

Salí del salón directa a la biblioteca. En el camino me percate de que Shannon hablaba muy animadamente con Danna, su novia.

La chica con la que la encontré hacía ya dos años atrás. Besándose tras las gradas, donde me había pedido ser su novia hacia cuatro años.

Aparte la vista para localizar la entrada a la biblioteca mientras intentaba tragarme el nudo que crecía en mi garganta cada vez que observaba a Shannon con Danna.

Al girarme, no me percate de que una chica morena cruzaba el pasillo con cierta cojera. Por lo que detuve todo movimiento rápidamente, observando cómo se detenía en la esquina a acomodar una liga que apretaba su muslo en forma de torniquete.

Cuando la chica levanto la vista a escasos centímetros de mí, su expresión fue de asombro al principio.

Es que de cerca aquella chica parecía un mismísimo ángel. Sus ojos casi se tornaban cafés claros, y sus cabellos negros le daban cierto aire de majestuosidad. Acababa de percatarme de que poseía un diminuto lunar sobre el labio, aquel descubrimiento me ralentizo los latidos, ya estaba pasando mucho tiempo mirándolo fijamente.

-¿Hola?.-sonrió de medio lado al verme allí parada, como tonta. Probablemente parecería una loca. -¿Puedo ayudarte en algo?

-Eh... es que caminaba, hacia la biblioteca y....-gesticule nerviosamente con las manos. - Saliste de repente y...-levanto una ceja y madre de dios. Virgen santísima.

-¡Oh! lo siento, te corté el paso, disculpa...-coloco una mano amablemente sobre mi hombro y se apartó caminando hacia donde se dirigía antes de que la acosara e hiciera el ridículo.

Pose mi mano en el hombro donde me toco y la seguí con la mirada como una tonta.

-Cierra la boca, Carvajal...-Grito el idiota de Nico mientras pasaba a mi lado directo a la biblioteca.

-¡Muérete!...

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By Yawlhgn

La Delincuente Perfecta (Juliantina AU)- AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora