17.- El Museo

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Después de aquél escueto pero cortés "No muchas gracias, tal vez tenga suerte y de aquí a la avenida no me secuestren" de Valentina, se había pasado el resto de los partidos ausente. Tenía la sensación de que se debía a mí, qué raro.

- Deberías hablar con ella, Juliana.- Comentaba Cruz mientras me robaba descaradamente las papas de la bolsa distraídamente.-Esa chica es especial.

-¿Qué sabes tú de Valentina Carvajal?-Interrogué con el ceño fruncido.-Lo único que sabemos es que trae babeando a su ex.

-¿La has visto? Esa tal Chona está buenísima, algo debe de tener de especial para que la traiga besándole las patas. -Cruz sacó una cantidad excesiva según yo, de papas y se atragantó al meterlas por montón en su boca.

-Seguramente no dice "patas" ni mucho menos se traga la comida como animal. - Alejé la bolsa de sus garras y nos dedicamos a observar los pases de las jugadoras de fútbol. Aquel deporte se nos daba de muerte también.

-Manuelos, Valdés. - Saludó una chica pelirroja oscuro y muy bronceada. En mi vida la había visto pero era muy simpática. Mantenía su vista fija en Cruz.- Qué sorpresa encontrarlas aquí, normalmente nos entretienen desde el campo.

Nos entretienen desde el campo. No pues gracias, mi gozo en un pozo.

-Nos gusta observar los entrenamientos del equipo de fut.- Respondió Cruz desde el asiento en las gradas que decidimos escoger, cerca del campo.

-Es agradable verte, de cualquier forma. -levante las cejas y dirigí la vista hacia los calentamientos de las jugadoras.

Pésima costumbre de las admiradoras de Cruz, flirtear cuando hay gente con estómago débil en medio.

-Y eso que no la has visto devorándose éstas. -Alce la bolsa de papas con la vista aún al frente. Cruz se rio con un "si sigues hablando te mueres" muy bien escondido y se incorporó subiendo un par de asientos en las gradas para quedar a solas con la pelirroja. Claro, pegándome un sape con disimulo.

Observando y con una papa a medio comer, reconocí a la novia de Valentina besar a una de las jugadoras que entrenaban. Los ojos se me salieron de las órbitas y exclamé un "De ninguna manera" con la boca llena al ver aquella escena.

-¡Que hija de pu...!

-¡Juliana! ¿Puedes creer que esa chica acaba de pedir mi número?.- Cruz volvió a ocupar el asiento con demasiado entusiasmo a mi lado.

-Emm No ¿Tu si? - Realmente me pareció super extraño. Intentó protestar, pero recordé que tenía un buen drama antes de que llegara haciendo preguntas absurdas. -Acabo de ver a la novia/ex de Valentina besando a la chica Mureddo, la número 16.

-Juliana, mantienen una relación abierta desde hace siglos. No sé cómo es que una diosa como Valentina se fijó en ti.-espeto mientras olía el papel que intercambió con la pelirroja.

-Eres rara, rara y chismosa ¿Como es que sabias eso?

-Aaliyah Amrohi, flirtea conmigo y se le va la lengua a veces.

-Solo para el chisme, quiero pensar...-me incorporé colgando el bolso deportivo a un lado. -Debo irme, Jimena me espera.

-Ya te dije que no quiero saber se tus andanzas shu. Ah y dile que me debe una ronda en el Pub.

Dejé a Cruz en las gradas olfateando el numero de la chica y salí rápidamente de las áreas deportivas de aquel campus. Las instalaciones eran muy increíbles, no se podía esperar lo contrario de los ricachones de la zona.

Doblando uno de los edificios de las duchas, tropecé con una chica atractiva y castaña. Casi la confundí con Valentina, sólo que en vez de azules, sus ojos eran de un fuerte color caramelo.

Danna Mureddo

-Lo...lo Siento.- tartamudeo al mirarme recoger el bolso que le había tirado.-Eres Juliana ¿Verdad?

-Si mucho gusto. -le tendí la mano fijándome en el bonito brazalete que llevaba. Interesante. -Lo lamento, fue mi culpa. ¿Cómo puedo compensar el daño?

La sonrisa y la leve caricia en el hombro siempre funciona, Valdés.

-No es necesario, pero agradezco el gesto. Eres mucho más atractiva de frente que desde las gradas. - Sonrió con picardía y un par de hoyuelos en sus mejillas se hicieron presentes.

De acuerdo, por lo menos acababa de confirmar que ambas estaban hechas la una para la otra. Quizás la mayoría de los riquillos eran todos iguales. Encandilándose por la primera sonrisa atractiva que los adulara.

-Gracias...¡Adiós!.-me despedí rápidamente y la dejé con la palabra en la boca.

Camino a las afueras del campus medité el hecho de que Shannon "cambiara" a alguien como Valentina por aquella chica. No era alguien de comparaciones, pero, a la chica Danna no se le observaba cierto parecido a Valentina. Claro para gustos colores, pero para mí resultaba más evidente el atractivo de la ojiazul. Realmente era una chica muy hermosa.

Alto ahí Valdés, que la chica está derretida por su ex y tú le robaste su cartera y su móvil.

Aún lo conservaba, tras defender aquellas pertenencias a capa y espada del cretino de Gastón.



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Aaliyah seguía suplicándome que asistiera a la esperada ceremonia de sus padres y sinceramente no había alcanzado a componer una mejor excusa que la de "me duele la cabeza" por lo que iba camino hacia el evento anual del museo al que exponían normalmente las obras de su madre.

Afortunadamente, encontrar el vestido más sencillo y simple, no era muy difícil para mi gran clóset de cóctel.

"Las clases podrían esperar" musitó la muy... La muy Aaliyah.

Bajé del coche con ayuda del chófer y evité a toda costa los flashes y las preguntas expuestas por los periodistas.

Al ser hija única de agraciados padres con diseños reconocidos, normalmente los periodistas se tomaban atribuciones conmigo para entrevistas.

Caminé rápidamente dentro del evento y saludé cordialmente a Aaliyah y al señor y la señora Amrohi.

-Me hubiese encantado que tus padres vinieran, Valentina. - comentaba la madre de Aaliyah con cariño.

-Realmente una combinación tan preciosa y elegante, parece compuesta por una auténtica diseñadora con experiencia en la labor. -Halagó el señor Amrohi.

-No es necesario que continúen chupándole las sandalias, sus padres ya nos recomendaron como la mejor exposición del continente en televisión nacional. -espeto Aaliyah mientras ignoraba la reprensión de sus padres y me guiaba de la mano hacia el salón más grande.

Allí, de pie se encontraba Cruz Manuelos. Casi irreconocible sin su uniforme y ropa deportiva. Lucía un bonito vestido rojo escotado en la pierna, dejando entrever su cuidada figura.

-Como estás, Valentina.-Saludo Cruz.-Te ves muy bien.

-Que gusto verte. -le estreché la mano observando los alrededores... Tal vez, sólo tal vez cierta morena habría venido a acompañarla, digo, sabía que era un evento millonario pero, seguía siendo amiga de Cruz ¿No?

Me reprendí mentalmente al querer pensar en Juliana otra vez. ¿Qué parte de que no le interesas no entiendes, Valentina?

-¡Valentina Carvajal!.-me giré al reconocer aquella voz y me encontré con la persona que menos pensaba ver aquella noche.-Te ves hermosa...

Nubia se adentró con un vestido color champagne, el cuál combinaba con su cabello. Iba maquillada y agradablemente atractiva.

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By Yawlhgn

La Delincuente Perfecta (Juliantina AU)- AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora