4.- El Chacal

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-Juliana, ¿Por qué sigues noqueando hombres en la barra? quedamos en que lo harías solo cuando no paguen los tragos. -Cruz golpeo mi brazo dirigiéndose hacia el tipo que acababa de golpear en la pista.

Me pareció notar que el imbécil estaba siendo aún más imbécil con dos chicas, no pude distinguirlas pero se encontraban frente a él.

Normalmente nadie notaba cuando dejaba inconsciente a la gente... Raro, o rápida. La experiencia hace al maestro, qué decirles.

Rápidamente, esquive el rebullicio de personas en la entrada y me apresure a salir del pub, necesitaba encontrar al imbécil del alacrán. Se suponía que teníamos que habernos encontrado hacía más de hora y media y el idiota aparentemente se había acobardado, raro seria que estuviese allí dando la carota.

Al salir desvié el camino hacia un callejón cercano a "La Terraza" donde solía llevar a cabo las reuniones de la etnia de "El chacal" últimamente se programaban con más frecuencia de la esperada, y es que le había hecho unos cuantos favores al chacal, por lo que las reuniones de paga se realizaban tras el nuevo y famoso pub.

Doblando la última esquina escuche los familiares pasos del pelón y el Gallo, los encargados de entregar el pago normalmente.

-Aquí tienes, Valdés. -Gallo lanzo una gran bolsa hacia mi dirección y la ataje en el aire.-el jefe manda saludos, está completo.

-Mas les vale. -murmure bajo la mascarilla que normalmente usaba. Jamás habían visto mi rostro al descubierto, no podían.

-Encontramos a tu amiguito tras el bote de basura frente a la avenida. Suerte con él. -Pelón se unió a las risas de Gallo mientras retrocedían.

-Si le pusieron las manos encima no van a salir enteros del callejón, cretinos. -mi mano automáticamente levanto el arma que llevaba bajo la polera negra. -¿Que le hicieron?

-Pensé que habíamos quedado que en las reuniones quedaban fuera las armas de fuego. -gruñó Pelón esta vez.

-¡No sean idiotas y díganme que le hicieron al alacrán!.-grité soltando el gancho del arma.

-¡Cálmate! no le hicimos nada, solo lo encontramos muerto de miedo tras el estúpido contenedor, ni siquiera nos acercamos, lo juro.-prometió Gallo con las manos en alto y un ojo cerrado.

-¡Lárguense!.-exigí apuntando el arma sobre la cabeza de Pelón.

-No puede ser que seas tan estúpido, alacrán. -susurré para mí misma mientras me descolocaba la mascarilla hasta la nariz e intentaba llamarlo.

Repentinamente, escuche varios pasos hacia donde me encontraba. Acto seguido unos tipos colocaron dos chicas frente a mí, casi sin darme tiempo de colocarme la mascarilla completamente.

-Aquí están jefa, las mujeres más atractivas del lugar. -me dijo uno de los hombres colocando a dos chicas amordazadas y atadas resistiéndose.-como acordamos.

-Ehh...-comencé, pero una espeluznante idea me cruzo por la mente. Aquellos hombres se habían confundido, creían que los rehenes eran míos, por lo que se suponía que aquellas pobres chicas pasarían a la historia esa misma noche, o hacia la frontera. -Gracias... ¿mm?.

-Greñas. -respondió el tipo fornido dejando en claro su nombre. -la paga.

Mierda.

-Ten. -casi me salió un tono doloroso al entregarle la gran bolsa de dólares que acababa de recibir de los tantos favores a "El chacal".-es más que suficiente.-casi le gruñí al observarlo casi contar el dinero ¡es que era mucho más que suficiente, nada más y nada menos que casi mi vida entera!

-Un placer haber hecho tratos con usted, jefa. -Acto seguido, dio marcha atrás con su fornido compañero.

Mierda.

Me acerqué a ambas chicas y pude distinguir un familiar azul entre la oscuridad de aquel callejón. Es que aquello tenía que ser una casualidad de las gordas.

Una gran sonrisa de sorpresa recorrió mis ocultos labios.

-Mira nada más...-me agache junto a ellas para desenredar las mordazas, comencé con la castaña, y luego con la amiga.

Era una chica simpática, podía distinguir un tono más claro en el azul de sus ojos. -¿Están bi...?

En un movimiento extremadamente rápido y descuidado, la castaña tomo mi arma del suelo y me apunto con ella justo en mi atractivo y oculto rostro.

-ehhh... ¿qué haces? -pregunté como una idiota y las manos en alto.

-¿qué te parece que estoy haciendo, delincuente?.-la voz le tembló en la última frase, al igual que el arma en sus torpes manos.

-Valentina...-la otra chica le llamo en tono preocupado y nervioso. -baja el arma.

-¡cállate, Leticia!...¿¡no ves que intentó secuestrarnos!?.-la chica parecía al borde de un ataque epiléptico, si el arma no estuviese apuntando directamente sobre mí, hubiese sido hasta divertido...

Espera un momento.

No pude controlar una risa burlona.

-No pienses que no voy a dispararte idiota, se perfectamente que si lo hago, será en defensa propia.-su voz no dejaba de temblar mientras se aferraba aún más al arma, o por lo menos al objeto que yo utilizaba como tal.

-Hazlo, creo que no esta cargada. -otra carcajada inevitable emergió, cuando en un arranque de nervios y rabia la castaña alzo el arma y casi junto a mi cabeza jalo del gatillo. No le dio casi tiempo a su amiga de exclamar un asustado ¡Valentina, no! cuando una pequeña banderita de "BANG" se explayo fuera de la pistola quedando colgada a centímetros de mi nariz oculta.

-Pero...¿qué?.-comenzó a decir la que se hacía llamar "Valentina" me observó durante unos segundos antes de que Leticia su amiga, le arrebatara el arma de juguete de un manotazo.

-¿de verdad ibas a dispararme?.-pregunte alzando las cejas con sincera incredulidad.

-Por supuesto que si. -la chica parecía al borde del llanto, por lo que me obligué a bajar intensidad a mi mirada y me dirigí hacia su amiga, me empezaba a caer mucho mejor, había evitado que su amiga casi me "matara" debía ser buena gente.

-No se quiénes eran esos tipos pero, evidentemente ustedes les parecieron las más guapas del lugar. -le retire el arma suavemente de las manos. -será mejor que se vayan... A donde sea que vivan, si no fueron ellos serán otros, tuvieron suerte hoy. -comenté mientras me alejaba de ellas.

-¡Espera!.-Leticia sujeto mi brazo y me volví hacia ella con repentina sorpresa.-Muchas gracias.-acto seguido, me abrazo y sujeto mis hombros mientras me observaba.-¿Cuál es tu nombre?

-¡Leticia! intentó secu...

-Queen B.-interrumpí a la castaña aun observando a Leticia con cierto interés.-No fue nada, Adiós...

La chica Leticia intento volver a detenerme, pero necesitaba encontrar al idiota del alacrán por lo que decidí acelerar el paso y dejar atrás a una chica agradable y a otra casi homicida. Volví a sonreír por esta última.

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By Yawlhgn

La Delincuente Perfecta (Juliantina AU)- AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora