La Delincuente Perfecta (Juliantina AU)- Adaptación

43.- Te amo

La camioneta echó a andar a toda prisa y automáticamente las sirenas de la policía se hicieron presentes en toda el área. Voltee en el segundo en el que todo se volvía un caos y los disparos cesaron luego de la advertencia policial.

Me apresuré hacia el grupo que permanecía tras la barricada, armados y disparándole a los hombres con uniforme del otro lado.

-¿Tienes el dinero Valdés?-Pedro se dirigió a mí y sonrió cuando lancé el bolso negro frente a él.-Bien hecho, aunque el jefe hará preguntas cuando nos vea llegar sin la chica.

-Ya tiene lo que quería ¿Que más da?-Gaston permanecía contra el gran muro y me dirigió una mirada interrogativa. De las de "¿Estás bien?" Y tuve que asentir, aunque aún me costara un poco mantenerme en pie. Las piernas me temblaban un poco.

No había sido fácil escapar del bendito hospital donde me tenían internada. Principalmente por Leticia y Evelyn, luego por mi ma... La doctora Mass y para rematar, la seguridad del hospital. Afortunadamente me había pasado la mitad de mi vida escapando, saltando muros y párese de contar, aunque está vez fue mucho más difícil ya que a penas y podía mantenerme en pie.

El plan de los chicos había tardado en llevarse a cabo, pero no habían cambiado los puntos de encuentro, por lo que supe exactamente dónde ir. No antes sin llamar a la policía anónimamente, por supuesto.

-¿Dónde está Erika?-Pregunté al no localizarla dentro del grupo.

-Fue junto con Edgar a ralentizar la emboscada de los polis.-Gastón respondió mientras le dirigía una mirada reprobatoria a Pedro.-Ya que alguien no supo hacer bien su trabajo.

-Cierra la boca. -Resopló Pedro.

-Será mejor la retirada, posiblemente nos tengan rodeados. -Observé fuera del muro y...-Mierda.

-¿Qué?-Pedro preguntó al ver la expresión de mi cara.

-Será mejor que salgamos de aquí, ahora. -Los miré con el corazón a toda prisa. -Nos triplican en número.

-¡La puta que los parió!-Soltó Gastón y se dirigió hacia los demás para organizar la retirada.

Pedro tomó el bolso y salió a correr junto con los demás, disparando hacia donde se defendían los uniformados.

Yo en cambio, decidí dirigirme hacia donde se suponía estaría Erika con el resto. Encontrarla no fue muy difícil, sus gritos delataban graciosamente sus posiciones.

-¡...Son una cuerda de imbéciles!-Parecía dirigirse hacia uno de los chicos que dirigía en su equipo.-¿¡Cuántas veces, Walter!? ¡Cuántas! ¡Te lo he dicho de todas las formas! ¡ Y tu estúpido cerebro de gusano...!

-Hey.-La interrumpí colocando una mano en su hombro, parecía al borde del colapso.-Cálmate, se supone que somos un equipo.

-¿Quien lo dice? ¿Tú? No siquiera estás aquí por decisión propia, no seas hipócrita Juliana.-La miré unos segundos y luego me encogí de hombros.

La razón al que la tenía.

-Los chicos se están retirando por el ala "C". Pensé que era buena idea que lo supieras. -Le informé.

-Pues haberlo dicho antes... ¡Ya escucharon, muévanse! -Se encaminaron hacia la salida que quedaba de nuestro lado, aprovechando el caos del momento y escabulléndose de los policías antes de que pudieran acercarse más.

-De nada...-Bufe y cuando estaba a punto de seguirlos, una pequeña bola metálica aterrizó justo sobre mis pies. -Ay no...

Corrí en dirección contraria después de gritar un fuerte "¡Bomba lacrimógena!" Mientras intentaba tapar mi nariz. Noté que algunos lograron oírme y escapar, pero...