NARRA NAIELY WADE
Habían pasado dos meses desde la primera vez que lo había visto leyendo aquel libro en la colina y desde ahí nos habíamos acercado bastante, se podía decir que éramos algo así como amigos y se sentía bien, se sentía demasiado bien, tenía una amigo y no quería espantarlo, al contrario, me gustaba su cercanía, me daba paz, pero tenía miedo, nunca había tenido una amigo y no sabía cómo actuar, no sabía que hacer o decir para no incomodarlo, no sabía que era correcto y que no lo era, totalmente contrario a lo que era él, paz, tranquilidad, aceptación, me parecía irreal que alguien en este mundo de mierda fuera así, pero vaya que aún quedaban cosas por las cuales sorprenderse y fascinarse, ej: Él.
Estábamos en la cafetería del instituto, recuerdo que ese día teníamos un examen de cálculo bastante complicado así que estábamos estudiando, ninguno de los dos entendía que rayos había escrito en ese libro, en mi cabeza ni siquiera estaba en español, era más bien árabe o ruso o algún otro idioma que no usaba el alfabeto de América y esperen, ya sé que es lo que están pensando y no, no éramos los únicos que no entendían, más de la mitad de nuestros compañeros estaban también mirando sus libros con la cabeza inclinada, como si de esa manera pudieran entender mejor lo que había escrito, hacía mucho tiempo yo había pasado de ese método, era claro que no iba a entenderlo así, necesitábamos ayuda de terceros, de aliens que si comprendían ese extraño idioma.
Erkan fue la respuesta, era un chico que estaba de intercambio en nuestra escuela, él entendía ese extraño idioma y cuando me acorde de eso enseguida fui a buscarlo, estaba bastante seguro de que Erkan podía ayudarnos a estudiar, hablamos un rato y también estudiamos, Erkan me cayó bien.
¡Pero que sorpresa!, había otro ser en el mundo que yo no detestaba, vaya.
En un momento me estaba riendo con Erkan y mire a mi compañero, él me observaba de vuelta con una sonrisa leve y los ojos brillantes, yo solo resople. Ganamos el examen en esa ocasión.
. . .
El día que decidí sincerarme con mi mejor amigo llego rápido, si me lo preguntan, llego demasiado rápido.
Estaba sola en mi casa, aquel día llovía y yo no tenía ni una pizca de ganas de salir de mi camita, mucho menos de abrir la puerta después de que alguien tocara el timbre, pero al final lo hice y vaya que no me arrepiento.
Minutos después él estaba en mi cuarto, hablamos de tantas cosas que daba miedo, en serio, en un momento hablábamos del calentamiento global y al segundo siguiente nos preguntábamos por que las vacas no eran moradas.
Me fascinaba lo sencillo que era, reía fácilmente y lo hacía de verdad, sus ojos se achinaban, su sonrisa era sincera y divertida.
Él dijo algo estúpido y la carcajada que salió de mi fue verdadera, fue refrescante, fue algo que jamás olvidare, era la primera vez que reía de verdad en mucho tiempo, cuando me detuve mis ojos se aguaron, era maravilloso, era una sensación que quería seguir sintiendo, cuando lo vi él ya tenía sus ojos curiosos sobre mí, me pregunto por qué lloraba y fue cuando sentí las pequeñas lágrimas calientes bajando por mi rostro y sonreí, no eran lágrimas de tristeza, eran lágrimas de felicidad.
Decidí contarle sobre mí, lo sentí correcto, le dije sobre mi hermana, mi madre, de lo mucho que las amaba, le conté sobre que me había gustado el patinaje, de lo importantes que eran para mí esas nacionales y luego mi mirada se entristeció, lo sabía, parte de mi cuarto se volvió gris ante mis ojos como había pasado desde algún tiempo, pero él...
Él seguía de color, él no estaba de color gris.
Me anime a decirle que habían muerto los seres que yo más amaba y contrario a lo que pensaba, él no me miro con lastima como lo hacían todos al verme triste, él me miro con entendimiento, con empatía, él se puso en mis zapatos y sintió mi dolor, no lo rebajo ni dijo que había cosas peores, era sorprendente, alguien que no me miraba con lastima.
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REGRESASTE
Short StorySi eres chico quédate, si eres chica, ve a la historia en mi perfil llamada "Volviste" hazme caso o no podrás disfrutar al máximo de esta historia. . . . Naiely sabe que esta muy feliz de verte, pero ¿Cómo es eso posible si nunca has estado aquí...