Capítulo 4
NARRA NAIELY WADE
Le di vueltas al asunto del psicólogo por más tiempo del que quería admitir, seguía pasando tiempo con él, pero estaba un poco distraída y como era costumbre, para él no pasó desapercibido, pero tampoco hizo preguntas al respecto, él sabía porque estaba así y también sabía que era algo que yo tenía que enfrentar sola.
Pensemos, ¿qué le diría a un psicólogo? Peor aún ¿qué diría un psicólogo al verme? Fácil, diría que soy un caso perdido. Así de simple.
Desde hace mucho me di cuenta que podía confiar en él, podía contarle mis cosas y saber que él me entendería y jamás le contaría a nadie mis secretos, por eso me sentía en confianza de contarle como me sentía, el problema no era la confianza lo que me impedía contarle mis miedos, el problema era lo que él pensara, sabía que no me diría nada hiriente, pero no podía saber que era lo que pensaría.
Cualquier persona en su sano juicio pensaría que es una reverenda bobada pensar que un psicólogo te tomaría como caso perdido, se supone que los psicólogos existen para ayudar a la salud mental de las personas, pero también saben cuándo una persona está muy dañada y puede ser un peligro para sí mismo e incluso para los demás, creo que este sería mi caso.
Y luego estaba el hecho de que tenía mucho miedo, de hecho, estaba aterrada, la idea de contarle a alguien como me sentía, de dañar la memoria de mis chicas de esa forma me revolvía el estómago, sentía que solo había una persona que respetaba completamente lo que habían sido ellas y esa persona era él, un psicólogo no me daría la suficiente confianza como para darme cuenta de si podía hablar de aquellas dos mujeres tan valiosas sin que minimizara lo que eran, porque sé que eso iba a hacer, decir que no eran tan importantes, que yo no debía estar amargándome la vida por alguien que ya no pertenecía a este mundo, la sola idea de escuchar eso me llenaba de algo nuevo, me llenaba de rabia.
. . .
Hubo días en donde me despertaba y como él era mi primer pensamiento decidía en ese momento que iría al psicólogo, pero entonces me quedaba suspendido por dos segundos y volvía a meditar en esa decisión y la omitía, en mi mente nunca había dicho que aceptaba, ese iba a ser un mal día.
Luego había días que solo eran malos, quizá porque no lo veía, quizá porque mi padre me dejaba un jugo de uva en la cocina para que me llevara a la escuela, pero olvidaba que yo era alérgico a las uvas.
Nuestro padre es una joya, ¿eh?
Y que lo digas.
En esos días malos lo único que ayudaba era un helado y un tiempo con él en algún parque, su presencia tenía un efecto tan fuerte que podía hacerme olvidar que era un mal día para mí. A veces también charlaba un rato con Erkan durante las clases y el chico también ayudaba a que olvidara mis penas un rato, pero luego al volver a casa mis pensamientos me azotaban con tanta fuerza que me daban ataques de pánico y Daniel me encontraba en medio de la casa acurrucado, temblando y sin poder respirar.
Cada vez eran más frecuentes los ataques de pánico, por eso intentaba en lo posible no pensar en eso del psicólogo y todo lo que conllevaba. La situación llego a un límite cuando me dio un ataque muy fuerte estando con él en clases porque se mencionó el tema de la salud mental y los psicólogos, en aquella ocasión sentía que demasiadas emociones me estaban recorriendo, muchas más de las que había sentido jamás, incluso había una que me era desconocida y cuando la identifique fue sorprendente, porque hoy había rabia, una rabia contenida que deseaba salir y alejar la memoria de mis chicas de quien fuera que les quisiera hacer daño y me di cuenta de que yo no tenía nada que hacer frente a un psicólogo, no quería contar su historia frente a alguien que no la respetara y mancharla, no quería recordar como las había matado, no quería silenciar su grito de mi cabeza, no lo sentía correcto.
Salí huyendo de esa clase directo al baño y él me siguió, no le importo entrar al baño de mujeres y me conto una historia que había oído de una princesa, un castillo y muchos dramas medievales, no le preste nada de atención a la historia, pero su voz era como un somnífero que logro ayudarme a que pasara ese ataque de pánico y luego esa frase que salió de sus labios fue como chocolate caliente en medio del invierno.
Sabes que pasara, eres fuerte porque sabes que pasara.
Luego me abrazo y cuando se separó yo solté la lengua, todas las preocupaciones, todos los pensamientos y todo el miedo que sentía se lo conté, él no respondió, solo me tomo de la mano para que saliéramos del baño y me dijo que debíamos volver a clase, allí no lo entendí, pero luego al escuchar las palabras del profesor todo tuvo sentido.
"¿A dónde quieren llegar? Lo más difícil de la vida son las decisiones y sé que muchos vendrán a decirme mil razones por las que hay mil cosas más difíciles que tomar decisiones, pero si lo piensan todo se define a decisiones. En la mente de cada persona la salud mental se ve diferente, pero está claro que todos la necesitamos y decidir buscarla es de valientes, pero aquí entra la pregunta que les hice, ¿A dónde quieren llegar? Cuando el objetivo es claro tomar la decisión gana peso, pero se ve claramente cuál es la correcta, solo hay un camino que puede llevarte a tu destino, ese camino puede ser lleno de piedras, puede ser liso e incluso tener colores, puede ser un prado de flores o un campo de espinas, puede verse bonito o verse absolutamente lúgubre, pero si ese camino lleva a lugar al que quieres llegar ¿Qué te detiene de caminar por él?"
Y sé que esas palabras eran para todo el salón, pero las sentí como si solo me las dijera a mí.
¿Quiero recuperarme o sentir siempre este vació en el pecho? ¿Quiero recordar a Amelia y a Pixie con cariño o con lágrimas en los ojos? ¿Quiero vivir en paz o con un peso en los hombros que cada vez se hace más difícil llevarlo?
No había nada que decidir allí, quiero recordar a mis chicas con cariño, quiero vivir por ellas, cumplir sus sueños y ya no quiero que ese choque con ese auto sea lo único que venga a mi mente cuando pienso en mi hermana y en mi madre.
¿Quiero recuperarme? Si, si quiero.
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REGRESASTE
Short StorySi eres chico quédate, si eres chica, ve a la historia en mi perfil llamada "Volviste" hazme caso o no podrás disfrutar al máximo de esta historia. . . . Naiely sabe que esta muy feliz de verte, pero ¿Cómo es eso posible si nunca has estado aquí...