capitulo 38

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Jisoo entra en la habitación y me abraza inmediatamente. Es curioso cómo sus frágiles brazos pueden resultar tan reconfortantes.

—Gracias por sacarlo de aquí —sollozo, y ella me abraza con más fuerza. Ahora estoy llorando con ganas, y no creo que vaya a parar en un buen rato.

—Jungkook es amigo mío, pero tú también lo eres, y no quiero que te haga daño—explica—Lo siento mucho, todo esto es culpa mía. Sabía que debería haberle dado mi llave a Eunwoo, y no debería haber dejado que se acercara a ti todo el tiempo. A veces puede ser un auténtico hijo de puta.

—No, no es culpa tuya en absoluto. Lo siento, no quería entrometerme en su amistad.

—No seas tonto —dice. 

Cuando me aparto, veo que me mira con preocupación. Agradezco que esté aquí, más de lo que pueda imaginar. Me siento completamente solo: Tae se va a tomar un tiempo para decidir si rompe conmigo o no, Jungkook es un capullo, a mi padre le daría algo si le contara esto, y Mingyu se sentiría muy decepcionado conmigo si supiera la verdad de mi situación con Jungkook.

No puedo contar con nadie más que con esta chica tatuada con el pelo de fuego que jamás creí que llegaría a ser mi amiga. Pero me alegro mucho de que lo sea.

—¿Quieres hablar de ello? —me pregunta. La verdad es que sí. Necesito desahogarme. 

Se lo cuento todo, desde la primera vez que besé a Jungkook, lo del día en el arroyo, el orgasmo que le provoqué y cómo dijo mi nombre en sueños, hasta la manera en que ha acabado con todo el respeto que pudiera sentir por él al obligarme a contarle lo nuestro a Tae. Su rostro pasa de la preocupación a la sorpresa y de la sorpresa a la tristeza durante mi historia. Para cuando termino mi relato, tengo la remera empapada de lágrimas y ella me sostiene la mano.

—Vaya, no tenía ni idea de que habían pasado tantas cosas. Deberías habérmelo contado después de la primera vez. Me imaginé que ocurría algo la tarde que íbamos a ir al cine y apareció Jungkook. Acababa de hablar con él por teléfono, y de repente se presentó aquí, así que supuse que había venido para verte. Mira, Jungkook es un buen tío, a veces. Quiero decir, en el fondo lo que le pasa es que no sabe cómo tratar a alguien como a ti, bueno..., como a la mayoría de los chicos les gusta que los traten. Si yo estuviera en tu lugar, intentaría arreglar las cosas con Tae, porque Jungkook no es capaz de mantener una relación seria con nadie —dice, y me aprieta la mano.

Sé que todo eso es verdad, y que tiene razón. Pero entonces ¿por qué me duele tanto?.

El lunes por la mañana, Mingyu está apoyado contra la pared de ladrillo de la cafetería, esperándome

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El lunes por la mañana, Mingyu está apoyado contra la pared de ladrillo de la cafetería, esperándome. Lo saludo al verlo, pero entonces me doy cuenta de que tiene el ojo derecho morado. 

Cuando me acerco, veo que tiene otra magulladura en la mejilla.

—¡¿Qué te ha pasado en el ojo?! —exclamo corriendo hacia él. Entonces caigo en la cuenta, alarmado.—¡Mingyu! ¿Esto te lo ha hecho Jungkook? —digo con voz temblorosa.

Usado (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora