◇ Donde el Juez de la Matra es salvado por su antiguo amor de la infancia
◇ O donde nuestra protagonista recuerda poco a poco su pasado.
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◇ Hola! Este es un Fanfic de Cyno x Lector, espero les guste!
◇ Fem!reader
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El cantar de los pájaros era una melodía preciosa. Mas en la mañana y cuando el sol aparecía en el horizonte.
La peliazul soltó un cansado bostezo mientras sus ojos lagrimeaban. Acomodó su cabeza en una superficie blanda y acogedora.
No hasta que abrió los ojos y se encontró con los pectorales del peliplateado. Subió su vista y lo encontró durmiendo plácidamente.
Sonrió hacia sus adentros y se volvió a acomodar en el pecho de Cyno.
Unos minutos mas tarde se dio cuenta que el chico se movía y él se recostó quedando cara a cara.
Ahí el abrió los ojos y observó a la chica ya despierta.
Acercó su mano a la cara de _______ y le arregló un mechón de cabello que era un estorbo para la admiración de su bello rostro.
- ¿Cómo estás? - preguntó él con la voz un poco ronca -
_______ sonrió dulcemente.
- Genial, aunque, algo cansada, ¿y tú?
- También estoy bien
Se quedaron un momento en silencio, tal vez para consevar ese lindo momento o escuchar la melodía de los pajarítos recibiendo una nueva mañana.
- Iré a preparar el desayuno. Siempre me cuidas así que ahora es mi turno. - el moreno se dispuso a ir a la cocina -
_______ se quedó estupefacta y no dijo ni una palabra. Claro, cyno se había ofrecido a hacer esa acción tan tierna que había llenado su corazón de amor.
Se acurrucó nuevamente entre las sábanas y sonrío emocionada.
...
Solo pasaron unos minutos para que Cyno llegara con una bandeja.
La chica se incorporó emocionada y le hizo un espacio al chico para que se quedara a su lado.
La bandeja traía té, dos deliciosos döner kebab y fruta.
El kebab contenía pedacitos de carne y verdura.
Como ambos estaban sentados en la cama, la peliazul apoyó su cabeza en el hombro del chico como acto de agradredimiento.
Cyno y ______ comenzaron a comer gustosos de la comida.
...
Los rayos del sol pasaban a través de las desordenadas hojas d elos árboles. Creaban pequeñas formas luminosas en el verde pasto.
Una brisa suave corría entre los mechones de cabello de ambos amantes.
Después de una hermosa noche de pasión aún no debían olvidarse de sus entrenamientos.
- Oh Cyno, ¿hay algo en particular que te duela o te moleste? - preguntó la peliazul curiosa -
- Hm.. Realmente no estoy seguro. - el chico se cruzó de brazos mientras pensaba -
