D of Dacrifilia

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El tacón presiona con más fuerza, el agudo pinchazo de dolor hace que Aether grite, sin poder hacer nada más que ser sometido y utilizado

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El tacón presiona con más fuerza, el agudo pinchazo de dolor hace que Aether grite, sin poder hacer nada más que ser sometido y utilizado.

—Dios… —escucha desde arriba, alza la mirada para encontrarse con la de la chica, que parece estar contorsionada por el asco.

Aether se siente tan débil, tan pequeño e inferior que piensa que la muerte es mejor que este preciso escenario, su corazón se aprieta en una angustia aterradora mientras el placer y el miedo lo invaden.

El tacón se entierra más en su entrepierna, Aether gime mientras trata de retener las lágrimas, su cuerpo se arquea, deseoso de más, aunque su cabeza le dice que tiene que huir.

Lihua ríe, ante la imagen del héroe legendario que las naciones aman y proclaman en el piso, siendo víctima de burlas. Es tan patético, la forma en que se queja, en que a parte del dolor, abre más las piernas, una invitación, una forma de decir sin palabras que quiere más.

Lihua presiona más fuerte, el tacón enterrandose en su entrepierna mientras Aether se tapa la boca, cerrando los ojos con fuerza mientras se controla, no va a llorar.

Su novia se inclina, sentándose sobre él mientras le baja los pantalones y su ropa hasta que ve el rastro de vello amarillo y su pene salta, erecto, con pre-semen derramándose de la punta.

—¿En serio? —pregunta, las cejas se fruncen mientras su tono detona asco— ¿estás duro por esto?

Aether ni siquiera la ve, desvía la cabeza mientras aprieta los labios, no recibe una respuesta más que dedos hábiles jugando con el líquido de su punta. La mano seca de Lihua envuelve su pene en totalidad, la sequedad hace que gima, los movimientos empiezan, de arriba abajo sin dejar de verlo.

Gime mientras siente como se acerca a él, un aliento cálido en su cuello antes de que grite, su cuello es mordido por ella, los dientes muerden antes de jalar la piel con fuerza, tratando de dejar una marca de propiedad.

Lo masturba con facilidad, los dedos ya practicados lo envuelven, un movimiento brusco en el que se pierde, sus caderas se alzan, deseosas de recibir más de este aturdidor placer en el que se ha visto más que cautivado.

Lo siente, en la punta, en su pecho, en sus manos, en cada centímetro de su cuerpo, un hilo tejido sobre si mismo miles de veces, una bobina que ha llegado a su límite y ya no puede esperar más a simplemente explotar.

Está cerca, tan cerca, que abre más las piernas, clava sus dedos en sus propios muslos, siente la baba caer de la comisura de su boca antes de que lo único que puede pensar es en lo cerca que está, en que todo se siente tan bien. Su liberación se siente tan cerca.

Pero, oh, toda sensación se detiene, gime pateticamente mientras siente el calor de la mano tan cerca, mueve sus caderas hacia el calor como si esperara que lo vuelvan a acariciar, se siente tan vacío que no lo piensa mucho antes de acercar su propia mano enguantada a su pene necesitado.

Es apartado de un golpe, trata de protestar antes de que lo callen, siente la tela presionando la base de su pene, abre los ojos antes de mirar hacia abajo, un listón es colocado, apretado en su base, trata de sacarlo, aunque de nuevo, lo golpean como si fuera un tonto.

Siente sus ojos llorosos, la sensación de todo el placer desapareciendo de golpe es abrumador, pequeñas lágrimas bajan de su rostro hasta tocar su barbilla.

Empieza de nuevo, la mano yendo al mismo ritmo que el anterior, el pre-semen hace que los movimientos sean más resbaladizos, la punta sonrojada de su pene no deja de filtrar líquido.

Aether no sabe que decir, no sabe ni siquiera lo que piensa, su mente es un revoltijo de emociones, lo único que necesita en este momento es correrse, liberar su carga blanquecina.

No pasa mucho antes de que llegue de nuevo a su pico, súplica, ruega, las palabras de "por favor" saliendo de su boca como una oración que no puede dejar de decir, como si eso fuera a cambiar su destino.

Sabe lo que viene, debería de estar preparado, debería, porque cuando siente que la mano se detiene, que su pene se hincha, no puede más.

Llora, lágrimas gordas bajando por sus ojos y manchando sus mejillas hasta llegar a su barbilla, sus ojos se nublan mientras llora, su garganta se contrae, mientras llora audiblemente.

Lihua lo mira, un espectáculo divino, no puede dejar de mirar las lágrimas que decoran su rostro, hace que se caliente más, mientras mira el sufrimiento por el que le hace pasar a su novio.

—Amo cuando lloras —dice, las manos yendo a acariciar de nuevo su pene mientras besa las lágrimas, antes de lamerlas, algo asqueroso pero aún así, hace que Aether se excite.

La sobre-estimulación que le causa, la frustración de estar tan cerca de liberarse, todo se derrama en esas lágrimas, tan dulces y saladas. Aether está sintiendo tantas cosas que no puede pensar, ni siquiera siente cuando el listón se va.

Lo masturba con más fuerza, más rapidez, una velocidad que lo tiene gimiendo más alto, más fuerte, sus sonidos son embriagadores mientras se deja llevar por el abrumador placer.

—Ven por mí Aether, te amo, te amo —dice mientras siente las lágrimas en su nariz, el olor de la baba que cae de la boca de Aether.

Arquea la espalda mientras se corre con fuerza, el semen saliendo disparado mientras mancha la mano de su novia, siente su liberación caer en su propio estómago mientras llora.

No puede dejar de llorar mientras siente como se libera, todo su cuerpo parece bloqueado mientras se libera, y cuando sus caderas descansan contra el piso, es cuando descubre que aún sigue llorando, lágrimas aún cayendo de sus ojos.

—Está bien, está bien… —Lihua los abraza mientras lo levanta para llevarlo a su cama, dejandolo mientras deshace la trenza, los cabellos sueltos cayendo sobre el colchón mientras una mano acaricia su cabeza.

Lihua besa sus lágrimas con amor, la adoración en su sonrisa le dice a Aether que todo está bien, se permite descansar mientras se tranquiliza, hasta que está dormido en la calidez de la persona que ama.

Lihua besa sus lágrimas con amor, la adoración en su sonrisa le dice a Aether que todo está bien, se permite descansar mientras se tranquiliza, hasta que está dormido en la calidez de la persona que ama

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amo la Dacrifilia diossss

ABC; edición NSFW | AetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora