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⚠️: menor de edad. Lihua se transforma en una niña pero sigue teniendo toda su edad.
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Dios... Aether es un asqueroso.
Piensa, mientras ve una pequeña figura que está sobre sus muslos, su piel es blanca, tersa, lechosa y tan apetecible que hace que la baba salga de su boca.
Pero, es que es muy tierna, mejillas redondas, labios bonitos. Lihua es una niña muy bonita.
Había exclamado que ya habían pasado al menos más de mil años desde la última vez que se vio de niña: eras de las que aún no habla con Aether.
Lihua, que está sobre su regazo, se mueve. Trasero pequeño golpeando sobre algo duro.
Aether evita la mirada con un sonrojo que incluso le baja por el cuello, ha desarollado una debilidad y excitación en cualquier estado en el que Lihua pueda estar: incluso cuando se convirtió en un monstruo con más d etres extremidades.
—Eres un pervertido, ¿Eh? —su voz es burlona. Mueve sus caderas mientras ignora el jadeo de Aether y como sus manos tratan de no apretar su cintura.
—Deja de burlarte. Eres mala.
Lihua se ríe, fuerte en lo que cabe mientras tiene esa voz aguda. Sus ojos carmesí transmiten el cariño que siente, y a su vez el estado de excitación latente cuando revela su pecho.
—Adelante, toca. Realmente no me importa, no si eres tú.
Aether trata de no llorar mientras cede.
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