Harry Potter y el bálsamo del tiempo -COMPLETO-

Capítulo 7

A / N – No soy dueño de Harry Potter, o Regreso al futuro. Lamento la demora en este capítulo, pero me di cuenta de que había estropeado mi línea de tiempo y algunas otras cosas aquí y tuve que arreglarlo, lo que tomó un poco más de tiempo que esperado. Lo siento. Muchas gracias a mi BETA Katia, por ayudarme a resolver un problema con este capítulo.

Capítulo 7 – En la guarida de serpientes

Harry apareció en el antiguo cementerio que había sido escenario de lo que fue uno de sus peores recuerdos y uno de los más vívidos. Ya estaba al amparo de la capa de invisibilidad, pero un paso equivocado en una ramita o una tabla de piso crujiente sería suficiente para revelar su posición y no podía arriesgarse. Antes de moverse incluso un paso, miró cuidadosamente alrededor del área en busca de comedores de muerte y cualquier otra señal de movimiento, cualquier rata podría ser Pettigrew y cualquier serpiente podría ser un espía de Voldemort.

Harry no estaba seguro de si Pettigrew se había vuelto o no, pero no estaba dispuesto a correr ningún riesgo. Una vez que estuvo seguro de que no había espías, cruzó cuidadosamente el cementerio hacia la mansión en la cima de la colina. No recordaba haberlo visto la única otra vez que había estado aquí, pero eso debe haber sido porque estaba oscuro. Entre su parecido con la mansión en los recuerdos que Dumbledore le había mostrado y su proximidad al cementerio que contenía los huesos de Tom Riddle Snr, Harry estaba seguro de que era la Mansión Riddle.

Su progreso fue lento y minucioso, pero finalmente se dirigió a la casa en la colina. Cuando llegó allí, hizo un circuito completo de la casa, buscando una entrada, pero no encontró ninguna. Al no tener suerte con esa ruta, intentó el truco que había funcionado tan bien para él y Hermione en Hogsmeade y esperó junto a la puerta principal, esperando deslizarse detrás de alguien más.

Esperó durante horas, pero finalmente concluyó que cualquiera que entrara a la casa claramente no lo estaba haciendo por medio de la puerta principal.

Entonces intentó mirar por las ventanas. Al principio no vio mucho, pero cuando oscureció y se encendieron incendios en el interior, se hizo un poco más fácil. Después de otras horas de ver a la gente pasar con capas negras y tratar en vano de ver más desde otras ventanas, finalmente vio dos cosas que ayudaron, un poco. El primero fue, desde el mirador de la ventana de la cocina, un grupo de tres comedores de muerte que subían escaleras. De esto Harry dedujo que debe haber algo sucediendo allí al menos.

En el segundo que vio desde lo que habría sido la ventana del comedor. Uno de los Mortífagos entró en el centro de la habitación, donde Harry podía discernir vagamente una marca en el piso ( Harry pensó que probablemente era la marca oscura, pero no podía verla lo suficientemente bien como para estar seguro ), luego movió su capa alrededor de sí mismo y salió de la vista.

Alrededor de la medianoche, Harry, cansado, dolorido y hambriento de un día que pasaba de pie esforzándose por ver a través de las ventanas y sin aprender casi nada, cuidadosamente regresó al cementerio y se detuvo en su casa.

Cuando llegó allí, se quitó la capa y se dirigió a la casa oscura.

Hermione obviamente ya se había acostado, pero había dejado una pequeña bola de luz flotando sobre un plato de comida en el banco de la cocina. Harry lanzó su varita en la bola de luz y la envió girando hacia la lámpara en el techo. Cuando la habitación se iluminó correctamente, Harry recogió el plato del banco y se sentó a la mesa con él. Inhaló el aroma y sonrió, como con todo lo demás cuando Hermione quería hacer algo que ella hizo correctamente.

Después de terminar de comer, limpió la cocina, apagó la luz y subió las escaleras a la cama y durmió.

Al día siguiente, cuando despertó, Hermione ya estaba despierto y la casa estaba llena del delicioso olor de un desayuno cocinado. Harry sonrió, agarró su camiseta y bajó las escaleras hasta la cocina.