III

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6:am.

De nuevo mi rutina, ducharme, vestirme y bajar a desayunar para ir al colegio.

—¿Que le dijeron a papá?— le pregunte a mi madre mientras tomaba asiento.
—Le mandaron a hacer unos estudios, pasó la noche en el hospital... iré a verlo ahora mismo—
—¿Que? ¿Por qué?— preguntó Max preocupado y yo mire atenta a mi madre.
—Tenían que estabilizarlo, se le empezaba a complicar más el respirar, y bueno... deben tomarle sus estudios... Cam...—me miró— ¿Crees que Bill pueda llevarlos? Solo será hoy...—
—Claro ma, no hay problema—

Después de eso, llame a Bill y mágicamente su auto esta mañana si encendió, así qué pasó por nosotros.

—Buenos días nene— Nene, así me gustaba llamar a mi mejor amigo.
—Buenos días Bill— dijo Max al momento que se subía al auto.
—¡Buenos días!— contestó muy alegre.

El camino fue armonioso, gracias a las cosas que decía Max, pasamos a dejarlo primero a él y después llegamos ambos a la universidad.
Me iba a bajar, pero Bill me detuvo... mierda.

—Tú no te bajas de aquí, hasta que me expliques ¿qué mierda hacia Tom en tu casa ayer por la noche? Y lo más importante ¿Por que mierda lo besaste?— bajo los seguros del auto y se incorporó en su asiento para quedar frente a mi.
—Bill... llegaremos tar...— me interrumpió.
—¡Me importa una mierda!... Cam... sabes cómo es Tom...— suspiré— ¿Por que lo besaste? ¿Por que te le abalanzaste?— lo mire con el ceño fruncido— Y más estando en ropa interi...— lo interrumpí.
—¡Yo no me le abalancé Bill! Fue un impulso de idiotez haberle seguido el beso... pero yo no fui— me crucé de brazos.
—¿Que? Tom me dijo que él fue a pedirte una disculpa, y sin querer te encontró vistiéndote, que estaban conversando y de repente te le aventaste y lo besaste— dijo con cierta confusión en sus palabras y se dio cuenta de mi reacción— Oh no Camille... ¡espera!— cuando dijo eso yo ya me había bajado de su auto azotando la puerta, en busca del imbecil de Tom.

Mientras iba caminando, casi corriendo, escuchaba los gritos de Bill, me dirigí hacia donde se podría encontrar Tom, y si, ahí estaba riendo con sus amigos como siempre. Recargado en su casillero.
Fue cuestión de segundos, empuje a Andreas y a Georg y me posicione frente a él, dejando a todos confundidos.
—¿Hola?— dijo y no lo pensé, solo sucedió... lo abofeteé— ¡¿Que mierda Camille?!— dijo tocando su mejilla y sus amigos miraban la escena sorprendidos.
—¿No aceptas aún que te rechace? En tu asquerosa vida Kaulitz, en tu maldita asquerosa vida me atrevería a lanzarme yo hacia ti para besarte— me miraba fijamente a los ojos y yo a él— No mientas para quedar como él jodido todas mías...— en ese momento llegó Bill— Dile a tu hermano la verdad, que fuiste ¡TÚ! el que me beso a mi, después de ir a disculparte hasta mi casa— todo lo decía en cierto tono para hacerlo quedar "mal" o mínimo humillarlo un poquito por todas las veces que me molesto... pero no fue así, me salió todo al revés.
Tom sonrió de lado y habló.
— Si, lo admito... yo te bese a ti— me cruce de brazos— pero ¿te quitaste?— maldito imbecil— Si, admito que me rechazaste hace un tiempo... pero ¿anoche por qué no?— ¡mierda!— ¿por qué dejaste caer la almohada con la que te cubrías? Estabas en ropa interior ¿no?— dijo en tono burlón y Bill intervino.
—Tom, ya para...— se interpuso poniendo una mano en el pecho de Tom al ver que se acercaba de más a mi, pero Tom apartó su mano bruscamente.
—No voy a parar y te lo dije Bill— todo lo que dijo Tom, lo dijo en un tono muy audible para todos los que veían la escena, sus amigos y unos cuantos más que se habían juntado al ver que abofetee a Tom.
El paso a lado de mi rozando mi hombro dispuesto a irse, pero se giró de nuevo para decir una última cosa.
— Jones... gracias por no quitar mi mano de tu trasero— se rió y en ese momento mi pecho subía y bajaba con rapidez, me sentí mirada y mal.
Maldito Tom, esto jamás se lo voy a perdonar.
Sus amigos y Bill seguían ahí, Gustav me miraba con pena al igual que Georg y Andreas.
—Cam...— habló Bill y yo solo salí de ahí, me fui a donde siempre me voy con Bill.

𝐋𝐚 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 | 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora