𝐋𝐚 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 | 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳

V

Llegamos al hospital los 4, en cuanto llegue vi a mi madre... Max y yo corrimos hacia ella.
—Hijos míos...— no hicimos más que abrazarnos y llorar— lo siento mucho...— dijo mientras sus lagrimas caían.
—Q-qué pasó?— le pregunte a mi mamá mientras me separaba de ella.
—Cuando te fuiste con tu hermano... estuve con tu padre y de repente se empezó a poner mal... me sacaron de la habitación y momentos después me dijeron que sufrió un paro al corazón, no lo resistió...— se soltó a llorar de nuevo en mis brazos.
Me separe de ella y Max se acercó a abrazarla, me salí del hospital sin decir nada... sentí que alguien me seguía y supuse que era Bill, pero no fue así, era Tom.

—Hey... Cam— me llamó ya estando afuera, no dije nada y lo abracé, enseguida me correspondió el abrazo— Shh... llora, sácalo...— me acariciaba el cabello y yo sollozaba en su hombro.
—Tom... mi papá se ha ido...— me separé un poco y nos miramos a los ojos, sus ojos eran demasiado bonitos, sus pestañas largas y gruesas... ese brillo tan bonito que tenían sus ojos, y esa mirada...
—Te entiendo Cam... y cuentas conmigo para lo que sea— y me volvió a abrazar— Así como cuentas con Bill, cuentas conmigo de verdad— se separó un poco de nuevo y me tomo de mis mejillas con ambas manos— saldrás de esta, saldrán de esto Cam...— limpio mis lagrimas.

Después de aquello, nos entregaron el cuerpo de mi padre, y estábamos en su funeral... personas llegaban y nos daban el pésame. Llegaron Bill y Tom con Georg y Gustav.
—Hola mi vida— Bill se acercó a mi y me dio un beso en la frente para después abrazarme— aquí estoy...— suspire en su abrazo, después se separó y se acercó a mi madre y a Max.
—Hola Cam...— Tom me abrazo— Gustav y Georg quisieron venir, espero no te moleste— le regale media sonrisa.
—No, para nada, muchas gracias—
—Lo siento mucho Cam— Gustav me dio medio abrazo.
—Cuentas con nosotros también— dijo Georg mientras también me daba un abrazo.
—Muchas gracias chicos, en verdad— le regale una sonrisa cálida con lágrimas en los ojos.

Llego el momento de sepultarlo, y fue lo más difícil... ver cómo le echaban montones de tierra para quedar 3 metros bajo tierra, no lo vería más, no escucharía su voz, ya no me consolará si me rompen el corazón, ya no estaba más mi papá y eso me rompía.
Bill me abrazaba mientras también limpiaba unas cuantas lagrimas que había derramado, a mi lado derecho estaba Tom y a su lado Gustav, del lado de Bill estaba Georg.
Mi padre sería muy recordado por lo grandioso que era, siempre sonriente, optimista y positivo. Siempre dándole ánimos a los demás y regalando sonrisas por todos lados, me sorprendió cuánta gente hubo, y lo mucho que lo querían y reconocían. Nunca fue malo, nunca se metió con nadie y el cáncer me lo arrebató, esa maldita enfermedad.

Pasaron tres semanas desde lo de mi papá y había estado faltando a la universidad, la verdad es que me habían dado permiso, pero no tanto. Bill había estado viniendo diario junto con Tom, de vez en cuando con Georg y Gustav.

—Cam... te buscan— estaba cepillando mi cabello sentada frente a mi tocador y mi hermano se asomó por mi puerta.
—¿quien?— dije dejando el cepillo a un lado.
—Yo...—
—Tom... ¿q-qué haces aquí?—
—Los dejo— dijo Max, y se alejó.
—Vine a verte, quiero saber como amaneciste hoy— dijo mientras se adentraba más a mi habitación y se sentaba en mi cama frente a mi.
—¿No deberías estar en clase?— se encogió de hombros.
—Da igual ¿ya desayunaste?— eran las 10 de la mañana.
—Apenas iba a bajar a eso— se levantó y me estiro su mano para que la tomara, la tome dudosa y me jalo un poco para ponerme de pie.
—Tom...—
—Iremos a un lugar— me guío afuera de mi habitación para después bajar, y avisarle a mi hermano y a mi madre que no tardaba.
—Con cuidado por favor chicos...— dijo mi mamá después del abrazo que le di.
—No te preocupes, tendré el teléfono a la mano ¿de acuerdo?— asintió levemente y se despidió de Tom.
—Al rato nos vemos enano— bese la cabeza de mi hermano y el choco el puño con Tom.