IV

337 25 0
                                    

"Aquí me tendrás... a tu lado, pase lo que pase..."


—¿En verdad fuiste a cenar con... Tom?— estaba en una banca de las canchas sentada con Bill a un lado, mientras comíamos unas pringles pues teníamos esa hora libre.
—Si... se disculpó y dijo que quería empezar de nuevo y pues ¿por que no?— Bill me vio con los ojos entrecerrados.
—Si, bueno supongo que nada podría salir mal...— iba a hablar pero el ruido de mi teléfono sonando me interrumpió.
—¿Hola?— del otro lado escuché a Max preocupado.
—¡Cam! Tienes que venir al hospital ¡ahora!—
—Voy en camino— colgué y me levante con prisa recogiendo mi mochila.
—Hey Cam ¿qué pasa?— me dijo Bill tomándome del brazo.
—No lo sé...Max me llamo y se escuchaba preocupado, debo... debo irme Bill— dije dándome la vuelta y él me siguió.
—Pero... ¡Cam espera!— me gire de nuevo hacia él.
—Bill no se qué pasó, debo ir al hospit...— Justo cuando me gire de nuevo para irme choqué con Tom— Lo siento...—
—¿Quien está en el hospital?— preguntó Tom.
—¡Chicos de verdad debo irme!—
—Te llevo...— dijeron al mismo tiempo y se miraron.
—¡Agh! vamos los tres ¡ya!— empecé a caminar rápido hacia el estacionamiento con ellos detrás mío. Después de unos segundos de discutir con quien me iría, me decidí por Bill... tenía un mejor amigo celoso y algo territorial, me veía como su hermana y me cuidaba como si fuera una muñequita de porcelana.
—Cam... tranquila— dijo tocando mi pierna que la movía constantemente, había empezado a tener un mal presentimiento— ¿Que te dijo Max?—
—Nada... solo que tenía que ir al hospital ya...— aceleró un poco, mientras Tom iba detrás de nosotros.
Llegamos al hospital y baje rápido una vez que Bill aparco, ni siquiera lo espere. Entre corriendo buscando con la mirada a Max, y lo vi, en la sala de espera sentado mirando al piso, me acerque a paso rápido.
—Max...— levantó la mirada y tenía los ojos llorosos—¿Que sucede?— en ese momento llegó Bill y junto a él, Tom.
—Papá... papá está muy mal Cam— se levanto y me abrazo.
—Pe-pero... hoy le darían el alta...—
—Lo sé... yo hoy no tuve clases, así que mientras preparaba la cama de su habitación... mamá me llamó y me dijo que por favor viniera... que papá se había puesto muy mal por la madrugada—tomó asiento y yo copié la acción mientras tomaba sus manos, Bill y Tom se habían quedado parados frente a nosotros sin decir nada— me dijo que no nos había llamado porque no sabía con certeza qué sucedía, no le daban respuesta alguna...— trago saliva y yo lo miraba preocupada— papá... papá está muriendo Cam...— mi corazón empezó a latir fuertemente.
—¿Q-qué?—
—Tiene cancer... muy avanzado... ni la quimioterapia lo ayudaría... no le dan más de un par de semanas con vida Cam— y se soltó a llorar mientras me abrazaba y yo dejé caer unas cuantas lagrimas, en shock.
—Pe-pero... ¿cómo? Él... él se miraba bien Max— dije en un hilo de voz.
—El cáncer lo atacó muy rápido... cuando llegue, mamá me pidió que te llamara—
—Quiero ver a papá...—
—Debemos esperar, mamá fue a firmar unas responsivas— no dije más y me levante para salir a tomar aire.

¿En serio mi padre iba a morir?

"—Cariño... ¡pero te ves estupenda!— me mire al espejo y el "peinado" que me hizo mi padre se basaba en dos coletas chuecas.
—¡Papá! Así no saldré— el reía a carcajadas.
—Ante mis ojos eres la niña más linda que mis ojos han podido ver... bueno, después de tú madre, claro— lo abracé con fuerza y el beso mi cabeza.
—Papi ¿tú crees que encontraré a alguien que me quiera como tú a mi madre?—
—Por supuesto que si, pero para eso tendrán que pasar mis pruebas para que lo apruebe—
—¡Ya tengo 15 años eh!—
—Para mi siempre serás mi bebé, junto con mi pequeño Max, siempre serán mis bebés— reí junto con él mientras me volvía a abrazar."

Ese recuerdo de cuando insistió en peinarme invadió mi mente y comencé a llorar, abracé mis piernas, estaba sentada en la acera afuera del hospital. Mi padre siempre había sido cariñoso con nosotros, siempre nos procuro, siempre estuvo ahí, cuando me rompieron el corazón a mis 17 años por primera vez, me hizo darme cuenta que no había hombre que me quisiera más que él. O cuando consoló a Max a sus 14 años porque lo habían golpeado, después le aconsejó defenderse y hasta le enseñó cómo. O cuando un día llego a casa con un ramo de rosas blancas y rojas, las favoritas de mi madre y se lo dio solo por ser la mejor madre y esposa del mundo, pero sobre todo como dijo el "por hacerlo feliz todo ese tiempo"
Era un gran hombre, y no merecía esto...

𝐋𝐚 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 | 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora