XV

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Tom:
-Amor, por favor hablemos...

-Bonita puedo explicarlo en verdad...

-Hay una explicación enorme y se que te mentí pero de verdad que hay una explicación...

-Responde mis llamadas por favor...

-Cam....

Y esos eran unos de los tantos mensajes que me envió Tom, más sus 25 llamadas y contando...
Bill me trajo casa y solo preguntó si estaría bien a lo que le respondí que trataría, él se iba a regresar a clases ya que yo quería estar sola, aún así también dijo que regresaría al salir de la universidad.

Tom:

Estuve llamando a mi novia repetidas veces pero jamás me respondió, le envié mensajes y tampoco respondió. Cuando se fue con Bill, Georg se acercó a mi y me dijo que fuéramos adentro de la universidad de nuevo pero yo me negaba, yo quería ir detrás de Camille, pero sus amigas me recomendaron darle su espacio y tal vez tenían razón... así que después de tanta insistencia entre de nuevo con mi amigos y toco la campana para salir al receso, nos dirigimos a la cafetería y sinceramente no quería ver a nadie ni hablar con nadie solo quería ir por mi novia y solucionar las cosas, no la quería perder...

—¿Tom en que estabas pensando?— dijo Gustav una vez que ya estábamos sentados en la mesa de siempre, mis amigos se habían ido a comprar alguna que otra cosilla para almorzar mientras yo los esperé sentado.
—Gustav, ahora no por favor— recargue mis codos en la mesa y cubrí mis rostro.
—Bueno, Lili y yo no sabemos bien qué sucede pero me atrevo a decirte que Camille merece una explicación y la verdad— destape mi rostro y mire a Vera quien había dicho eso.
—Lo sé Vera, yo amo a Camille, no tienen una idea de cuanto— dije con un nudo en la garganta, Georg quien se encontraba a mi lado, masajeo mi espalda en círculos en símbolo de apoyo.
—Como te dijimos, dale su espacio, porque ella también te ama Tom— dijo Lili.
—Lo sé, nos lo hemos demostrado todo el tiempo y se que no debí mentirle...— en eso una voz me interrumpió.
—¿Lo sabes?— me gire y era Bill quien se acercaba con los brazos cruzados.
—¿Cómo?— lo mire con cara de confusión.
—Si sabes que no debiste mentirle ¿por que lo hiciste?— había olvidado que me echaría a Bill encima, por mucho que fuera mi hermano, él adora a Camille.
—Bill... tengo mis razones y claro está que se las explicaré— Bill se mordió el labio inferior mientras sonreía y negaba con la cabeza.
—No seas imbecil, yo te dije que no tuvieras ningún contacto con Elena— me puse de pie ya que me había levantado la voz— creo que Camille es mucho para ti Tom, mínimamente siempre lo demuestras — solté una risa sarcástica.
—¿Y tú que sabes? Solo has tenido dos novias en tu vida—
—Por Dios que imbecil— dijo negando con la cabeza— te dije que no la cagaras con Camille, pero eres tan idiota que no eres capaz de pensar tantito por una maldita vez que tus malditos malos actos siempre tienen y tendrán una consecuencia— se había descruzado de brazos y me señalaba mientras me decía eso— solo espero que sepas cómo arreglar esto Tom, porque sino yo mismo me encargaré de que no te vuelvas a acercar a Camille— no dije nada y él se giró para irse, realmente enojado. Me dejé caer de nuevo en mi asiento, me sentía mal, mi gemelo al que adoraba con toda el alma estaba furioso conmigo, y mi relación con la chica de mis sueños estaba en un hilo, me sentía tan idiota que quería gritar y golpear algo por la impotencia que sentía conmigo, por coraje. Sabía que Bill me insultaría a mas no poder porque como dije, adoraba a Camille.

—Tienes que solucionar esto Tom— dijo Gustav poniéndose de pie junto con Lili, ya había sonado la campana para entrar a clases de nuevo— o sino perderás a una de las personas más importantes y que más quieres en tu vida— Lili me dio una media sonrisa y se fueron.
—Veras que si se solucionará amigo, Gustav es duro, pero sabes que él piensa igual que yo— me dijo Georg mientras palmeaba mi hombro y se iba con Vera dejándome solo en la cafetería.

𝐋𝐚 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 | 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora