𝐋𝐚 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 | 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳

XVII

Había pasado una semana desde que fue nuestra fiesta de fin de curso y nos quedaban unas cuantas más en las que estaríamos de vacaciones. Con los chicos organizamos una escapada a la playa unos cuatro días, así que ya íbamos en camino en una camioneta Van que alquilamos para poder irnos todos juntos. El viaje fue de unas 4 horas por mucho, Tom y Georg se turnaron para conducir dos horas y dos horas.

Cuando llegamos y bajamos sentimos el calor pegar en nuestros cuerpos y enseguida me comencé a atar mi cabello en un moño alto. También rentamos una pequeña casa en la playa, eso nos llevó prácticamente gastar gran parte de nuestros ahorros de cada uno pero valió la pena, el lugar era demasiado lindo. La casa era de dos plantas y con 4 habitaciones con su baño cada una, una cocina, sala de estar, un jardín trasero con alberca y una sala de estar más en aquel jardín con una gran sombrilla para cubrir el sol. Era muy bonita y cómoda, los chicos comenzaron a bajar las maletas y repartimos las habitaciones.

—¿Es linda no?— dijo Tom entrando con nuestras maletas a la que sería nuestra habitación estos cuatro días.
—Si, me encanta— me gire hacia él y le ayude, había un pequeño mueble en donde acomodamos la poca ropa que trajimos— ¿que haremos?— le pregunté mientras acomodaba la ropa y él descansaba un poco, acostado.
—Bill dijo que nos preparáramos, iremos a la playa— asentí y entonces escogí un bikini para cambiarme.
—¿Nos iremos ya?—
—Si, quiere que comamos allá— eran las 3 de la tarde y ya nos empezaba a dar hambre.

Ambos nos cambiamos y yo me puse un bikini color lila, y un pareo blanco. Metí a mi bolsa bloqueador solar y otras cosas más. Tom se puso una bermuda azul marino y se colocó una bandana cubriendo totalmente sus trenzas.
Casi todos íbamos igual, a diferencia de los colores y los tipos de trajes de baño, nos dirigimos a la playa que literalmente estaba a pocos metros.

La tarde la pasamos bien, las chicas y yo estábamos tomando el sol, estaba recostada sobre mi toalla y con los lentes de sol puestos y aún así cerré mis ojos quedándome dormida unos minutos. Los chicos se había metido al mar, parecían niños pequeños. Ya habíamos comido y bebido unas cuantas cervezas, me sentía muy cómoda y relajada.

Sentí que se ponían literalmente encima de mi y abrí mis ojos enseguida.

—Hola— me sonrió mi novio y yo subí un poco mis lentes de sol.
—Tom estás mojado, quita— le dije entre risas y me empezó a dar besos en los labios, estaba arriba de mi pero sin dejar caer todo su peso.
—Oigan cochinos, aquí no, hay familias eh— nos dijo Bill mientras llegaba a sentarse a lado de Lidya debajo de la palapa que habíamos rentado.
—Cállate— le dijo Tom y me reí— ven— se puso de pie y me estiro la mano, yo se la tome y me puse de pie.
—¿Que pasa?— entrelazó sus dedos con los míos y empezamos a caminar.
—Daremos un paseo— me sonrió y deje que me guiara, caminábamos a la orilla del mar hablando de cualquier cosa y hasta que estuvimos un poco más alejados de los demás se detuvo— tengo algo para ti— metió la mano dentro de su short y sacó un hermoso collar— tuve que ingeniármelas para meterlo a tu bolso y esperar a que te distrajeras para poder sacarlo y dártelo— me reí por eso y lo mire a los ojos— voltéate— me gire e hizo mi cabello a un lado y me puso el collar, me gire de nuevo hacia él tomando el collar entre mis dedos y mirándolo, se abría y dentro había una foto de él y mía, nuestra primera foto juntos de un lado y del otro una pequeña frase "ich liebe dich"— quiero que estos sean símbolo de nuestro amor Cam— metió su otra mano en su otro bolsillo y sacó otro collar idéntico— te amo con todo mi ser y jamás creí que me enamoraría tan perdidamente de ti mi amor— acaricio mi mejilla y yo ya tenía unas cuantas lagrimas acumuladas— de verdad que me enamoré de ti tan perdidamente que todo se sintió como si fuera la primera vez— se me escaparon las lagrimas y lo abracé tan fuertemente que sentía que mi vida dependía de ese abrazo— Te amo Jones— se separó un poco de mi y me beso.
—Te amo Kaulitz— dije después de separarnos de nuestro beso. Le coloqué el collar también y regresamos con los demás.