Esta historia está dividida en tres partes.
First Kanaphan, es un hombre de veinticinco años, muy atractivo y millonario, dueño de Kanaphan Atlantic Corporation.
Khaotung Thanawat, es un hombre de veintidós años, con una personalidad un tanto peculi...
Luego de pasarse el resto de la mañana haciendo planes, Khaotung se preparó un escaso plato de pasta con aceite que quedaba en la despensa y luego esperó impaciente a que llegase la hora de irse.
Cuando dieron las tres y media, este se fue de nuevo caminando hasta Kanaphan Atlantic Corporation donde llegó sobre las cuatro menos diez, ya que ansioso y temeroso de no llegar a tiempo se había echado a correr.
Aún no sabía muy bien de que se trataba el trabajo pues con los nervios ni lo había preguntado pero creía que debía ser importante si se tomaban tantas molestias en buscar a alguien tan especial, haciendo tanta selección.
May lo hizo esperar un poco pues al parecer su jefe estaba hablando por teléfono, así que este se sentó y esperó.
Unos quince minutos después, la mujer lo avisó y tras guiarlo, le abrió la puerta del gran despacho para darle paso, entonces este se puso bastante nervioso pues había llegado su momento.
Al entrar pudo ver que al lado de un gran ventanal había un moderno escritorio cuyo sillón estaba girado hacia este, el cual al escuchar cerrarse la puerta se volvió y ante él apareció un hombre totalmente diferente a lo que se esperaba.
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-Buenas tardes... usted debe ser Khaotung Thanawat, ¿correcto?—habló el joven empresario seriamente.
-S-Si s-soy yo,.... emm ....vengo p-por la entrevista se-señor Kanaphan- contestó este conmocionado por el primer encuentro con aquel impactante hombre.
A First aunque le agradaba y mucho lo que estaba viendo, no se dejó influenciar por sus instintos y muy formal le indicó que tomase asiento.
...-Bien... veo que es usted licenciado en empresariales y que tiene muy altos calificativos- comenzó diciendo, mientras revisaba todo el expediente que May había redactado sobre el aspirante, así como había hecho con los demás.
-Si, las finanzas son mi pasión... Amaría llegar a lo más alto y estar algún día sentado en un sillón como el suyo, dirigiendo una gran empresa-dijo Khaotung una vez perdida la timidez.
Esa respuesta sorprendió al joven empresario gratamente pues pensó que el muchacho sentado frente a él, no tenía miedo a decir lo que realmente pensaba y además tenía ambición, así que intentó algo con él.
-Muy bien... ya que lo tiene todo tan claro, ¿Qué puede ofrecerme usted, que los demás candidatos no hagan?... quiero que me convenza de que lo contrate
El aún camarero miró fijamente a aquel hermoso hombre de preciosos y grandes ojos negros y porte muy viril y asintió.
-Señor Kanaphan, creo firmemente que puedo aportar a su empresa muchas ganas de trabajar duro—comenzó diciendo este—...puedo aportar múltiples ideas y conocimientos, además tengo muchas ansias de superación y tengo un gran compromiso con defender mi valía....En definitiva creo que lo que más me identifica es que no le tengo miedo a nada y nada se me resiste.... La constancia y perseverancia son mi lema y tarde o temprano lo que quiero lo consigo.
