Esta historia está dividida en tres partes.
First Kanaphan, es un hombre de veinticinco años, muy atractivo y millonario, dueño de Kanaphan Atlantic Corporation.
Khaotung Thanawat, es un hombre de veintidós años, con una personalidad un tanto peculi...
Khaotung llegó a su apartamento y como un rayo abrió el grifo de la bañera para llenarla, luego se sirvió una copa de whisky que había comprado de camino, entonces se desnudó y a continuación se metió dentro.
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Necesitaba quitar los restos del olor y el desagradable recuerdo de los dedos de Willy en su piel pues le hacían sentir asco y múltiples náuseas.
Tiempo después, este se dejó caer en la cama para escuchar y admirar la pequeña grabadora, suspirando y sonriendo mientras sonaba con su nuevo cargo.
Al llegar la noche, Mark entró en el apartamento y con sorpresa se encontró una mesa totalmente llena de manjares y también una caja envuelta en papel de regalo.
-¿Qué se celebra?, todavía no es mi cumpleaños
Sonriendo de oreja a oreja, Khaotung le mostró el contenido de la grabadora a su amigo.
-¿Lo has hecho finalmente?, está mañana aún no lo habías decidido
-Lo drogué... ni siquiera tuve que acostarme con él
-Ah ¿no?, en la grabación parece que si lo vas a hacer
-El asqueroso tardó en desmayarse pero finalmente lo hizo- afirmó el mayor con un chasquido de lengua.
-Buen trabajo, amigo...ese gilipollas está perdido y lo detendrán por ladrón... Eres el mejor- dijo Mark tras escuchar la cinta.
-Por supuesto... El capullo solo pensaba en metermela y cantó todo como un pajarito
-¿Y ahora qué harás?, Dársela a tu jefe, supongo
Khaotung asintió.
-Si, mi querido, amigo-dijo mirándolo-... se la daré a cambio de mi puesto de Subdirector, por agradecimiento tendrá que dármelo
-Espero que sea como tú dices, Khao
-Claro que lo será.
(...)
Como cada mañana, el secretario llegó a la empresa, encendió las luces, encendió la cafetera y esperó pacientemente a que First llegase.
...-Buenos días... por favor ven a mi despacho, te tengo que dictar unas cosas- le dijo este nada más salir del ascensor.
-Señor, antes debo enseñarle algo
-Bien pues entonces vamos
El joven empresario entró y se sentó en su sillón, acto seguido lo hizo su secretario, con dos tazas de café y su tablet.
-Bien, te escucho, ¿qué quieres enseñarme?-preguntó First mirándolo fijamente.
