Esta historia está dividida en tres partes.
First Kanaphan, es un hombre de veinticinco años, muy atractivo y millonario, dueño de Kanaphan Atlantic Corporation.
Khaotung Thanawat, es un hombre de veintidós años, con una personalidad un tanto peculi...
...-Hoola precioso... woow, estás impresionante-dijo Willy mirándolo de arriba abajo tras abrir la puerta.
-¿Te gusta?, me he puesto así de hermoso para ti-dijo Khaotung muy sonriente entrando en la habitación, mientras contoneaba sus caderas.
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El veterano empresario lo siguió con la mirada, apoyado en la pared mientras portaba una media sonrisa.
-Me encanta tu trasero... el día de la cena apenas lo pude apreciar pero joder... eres exquisito, pequeño... realmente First tiene suerte.
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-No soy de su propiedad, soy libre de estar con quién quiera- le susurró el secretario, acariciándole el brazo para empezar a engatusarlo.
Rápidamente el empresario se acabó la copa que llevaba en la mano y se sirvió otra pues no había perdido el tiempo y ya llevaba unas cuantas pues había un par de botellas de champán vacías.
-Oh joder...estoy loco por follarte, pequeño - aseguró Willy encendiendo dos cigarrillos.
Khaotung sonrió triunfante, ya que su objetivo quizás sería mucho más rápido y sencillo de obtener si su víctima ya estaba medio aturdida.
Disimuladamente metió la mano en el bolsillo y encendió la grabadora.
-¿Por qué dices eso Willy?, ¿acaso también quieres que sea tu ayudante?-preguntó sentándose sutilmente mientras tomaba una calada del cigarro que este le dio.
El empresario lo miró y confiado de que se lo follaría sin problema, le sirvió una copa y empezó a hablar.
-Eso sería magnífico... First no sabe ni donde tiene la mano derecha. A veces creo que ni se da cuenta que tiene polla...ahí tiene a esa linda y dispuesta modelo loca por él y el tonto la desprecia- rió.
Khaotung borró su sonrisa pues eso no le había gustado escucharlo pero debía seguir con el juego, así que bebió un pequeño sorbo de su copa y siguió indagando.
-Tú eres su hombre en Hong Kong... ¿él confía ciegamente en ti?-preguntó levantándose y caminando sensual hacia este.
-Si-dijo Willy riendo sin dejar de observar el contoneo-... ese tonto confía en mi más que en nadie, al igual que hicieron los arrogantes de sus padtes